El ministerio de Sanidad español lo deja claro en su norma: las vacunas contra la Covid-19 y su tipología se fija por franjas de edad y el orden en el calendario viene marcado por grupos de preferencia.
A modo de ejemplo, primero fueron a parar a las personas mayores en residencias o a los sanitarios. Aunque queda bien especificado en el documento Estrategia de Vacunas, otro ministerio socialista, el de Defensa y liderado por Margarita Robles, hace caso omiso a las instrucciones.
Pfizer por AstraZeneca
Así pues, Robles ha puesto a disposición de los militares hasta 19.500 vacunas de Pfizer, aunque tan sólo hacían falta para 2.340 efectivos correspondientes al cuerpo sanitario de este órgano, según adelanta el diario 'Vozpópuli'.
Teniendo en cuenta que esta vacuna requiere de dos dosis, hay 14.820 que no corresponden. Si repasamos cifras generales actuales, desde el pasado 24 de marzo, el ministerio de Sanidad ha destinado, sin tener el control estricto de estas, 55.600 vacunas a las fuerzas armadas: de estas 36.100 corresponden a la de AstraZeneca y 19.500, a las ya mencionadas por Pfizer.
Además, si nos fijamos en la Estadística de Personal Militar de Carrera y de la Guardia Civil, el cuerpo militar sanitario tampoco está plenamente en activo. De los 2.340 efectivos, tan sólo hay 1.596 que trabajan, otros 326 tienen una excedencia voluntaria y 465 están en reserva. Estos datos se pueden consultar en el mismo ministerio de Defensa.
La misma Robles ha admitido un excedente, más allá de las altas o bajas sanitarias, aunque lo ha reducido a 971 dosis excusándose en "el resto para personal de la Unidad Militar de Emergencias de más de 55 años, así como para lugares críticos". Ninguno de estos dos casos está justificado en la Estrategia de Vacunación.
Hay que recordar que la vacuna de Pfizer tan sólo se suministra de forma exclusiva a sanitarios, personas mayores a residencias o mayores de 70 años y las altamente dependientes. El escándalo de cifras es el segundo que arrastra el ministerio de Robles.
El exjefe del Estado Mayor de la Defensa, Miguel Ángel Villarroya, se vacunó contra la Covid-19 saltándose su turno. Junto con él, también se sumaron 370 miembros más cuando justo se acababan de recibir las primeras dosis para tener inmunizadas las residencias. A pesar de todo, la ministra Robles lo premió y lo nombró miembro de la Asamblea de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, del Ejército del Aire y lo destinó a Washington.