Un jugoso contrato cerrado durante el gobierno de Mariano Rajoy con Arabia Saudí, ahora se ejecutará con el gobierno de Pedro Sánchez. Desde la sombra, los borbones siguen manteniendo buenas relaciones con el régimen saudí, primero fue Juan Carlos I y ahora continúa el legado, Felipe VI. También lo hacen los gobiernos, sea PP o PSOE, con el objetivo que las relaciones comerciales y militares sigan adelante a pesar de las advertencias de Amnistía Internacional en el Estado español de favorecer formar militares en conocimientos de guerra y armas en un país que lleva años atacando el Yemen.
Los marineros del régimen de Salman bin Abdulaziz y de su hijo Mohamed bin Salmán están recibiendo formación esta semana en Ferrol sobre el uso de barcos de guerra. Las clases las da Navantia, que también tiene el astillero en Cádiz donde se están construyendo cinco barcos de guerra o corbetas para este país, dentro de uno macro contrato conocido como Al-Sarawat que desde Riad confían en que "eleve el nivel de preparación" de sus militares y "consolide la seguridad marítima de la región y proteja los intereses del reino".
El negocio que la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha sacado adelante es muy jugoso: 1.800 millones de euros y una alianza de futuro entre la compañía pública Saudi Arabian Military Industries y Navantia. Los mismos saudíes han sido los encargados de hacer público este estrecho vínculo con las fuerzas armadas españolas.
El contrato, si cumple los plazos marcados, prevé que la compañía española entregue el primer barco en enero del 2022. A cambio, la formación es muy extensa y en total se han presentado 500 saudíes para especializarse en su uso en un curso exprés de dos meses. Según informa el digital Público, consultado al ministerio de Defensa sobre qué tipo de formación se da, este no ha contestado si se trata de derecho internacional humanitario o únicamente cuestiones bélicas.
Amnistía Internacional alerta que estos barcos serán utilizados en la guerra al Yemen que condena la población civil a la muerte y el hambre permanente por parte "de un país que comete continuamente crímenes de guerra". Amnistía también se ha dirigido al gobierno de Pedro Sánchez a quien le exige el cese inmediato de las transferencias de armas en Arabia Saudí y le recuerda "la obligación de respetar y hacer respetar el derecho internacional humanitario". Hay que recordar que el Tratado sobre Comercio de Armas suscrito por el Estado español, "prohíbe exportar si el gobierno tiene conocimiento que pueden ser utilizadas para cometer graves violaciones del derecho internacional humanitario".
La denuncia de AI ha sido apoyada por FundiPau, Greenpeace y Oxfam. Desde el 2018, alertan que España "deje de vender de una vez equipamiento militar a los saudíes". Por su parte, el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman, que actúa como ministro de Defensa y controla la política económica y energética, fue recibido por el rey español Felipe VI en el palacio de la Zarzuela nada más se cerró el contrato.