En Catalunya, más allá de Barcelona, la campaña del 28-M gira en torno a las infraestructuras. Así es a ojos del Gobierno, que tiene delante de él dos frentes abiertos que marcan la agenda catalana con respecto a las elecciones municipales: Rodalies y la Ronda Nord de la B-40. El primero de los dos frentes es una pesadilla para los catalanes, un desastre gestionado desde Madrid y un servicio que todos los Governs han pedido que se pueda traspasar con el fin de gestionarlo desde la Generalitat; mientras que la llegada de un acuerdo antes de las elecciones sobre el segundo frente puede representar una alegría para los socialistas. Dos infraestructuras que representan el yin y el yang del 28-M catalán para Pedro Sánchez.
Rodalies ha tenido esta última semana una nueva avería. Pero no es una cualquiera. Incluso un documento interno de Adif acredita que la R2 Sur no podrá recuperar su normalidad hasta dentro de unos cuatro meses. Es decir, que los catalanes llegarán al 28-M con problemas en una de las líneas más importantes de este servicio de trenes. Primero fue Raquel Sánchez, ministra de Transportes y exalcaldesa de Gavà, precisamente donde tuvo lugar la incidencia, quién calculó que la situación se alargaría alrededor de tres semanas. Durará más.
De hecho, unas palabras de la ministra Sánchez sobre el nuevo desastre de Rodalies ya han entrado en la rueda de la precampaña electoral. Esquerra Republicana denunciaba este jueves en su cuenta de Twitter que la máxima responsable del departamento de Transportes del Gobierno tildara de "polémica generada artificiosamente" el caos en este servicio de trenes. "Lo que hay es una década de incumplimientos e infrafinanciación por parte del Estado", decían los republicanos en un mensaje a sus redes sociales.
El día anterior, Junts per Catalunya, a través de su secretario general, Jordi Turull, lamentaba que con Rodalies, el Estado mantiene Catalunya en la "indigencia". En aquella declaración, el alcaldable de Barcelona Xavier Trias también se quejó de la nueva avería, una situación que agrava "las dificultades que el Ayuntamiento de Ada Colau crea en la entrada de la ciudad".
Rodalies, una vía para esquivar el independentismo y volver a "la política real"
Las quejas de los catalanes en torno al pésimo servicio de Rodalies han estado siempre presentes, y hace poco más de una semana se volvieron a escuchar en el Congreso de los Diputados. Durante la sesión de control al Gobierno, el líder de ERC en Madrid, Gabriel Rufián, se quejó ante Pedro Sánchez de "los malos ratos" que hace pasar el servicio a los ciudadanos, además de insistir en que su formación quiere reprobar a la ministra de Transportes. El presidente socialista, sin embargo, supo girarle la tortilla a través de su discurso de haber ido apagando el debate independentista. "Bienvenido a la política real, señor Rufián," le dijo Sánchez al jefe de filas republicanas.
Desde la yema de La Moncloa, sin embargo, aseguran a ElNacional.cat que en ningún caso consideran que el drama de Rodalies sirva para desviar la atención y rebajar el conflicto político entre Catalunya y España. "El independentismo ya está lo bastante dormido" a causa de la estrategia del ejecutivo de PSOE y Podemos, señalan estas fuentes del Gobierno; y que la 'política real' es transversal en todo aquello que tenga que ver con Catalunya.
Sea como sea, el traspaso del servicio de Rodalies sigue estando lleno de incógnitas. Nada hace pensar que se pueda producir en la actual legislatura. Pero, sobre todo, las dudas giran en torno a la manera de hacer el traspaso. La Generalitat no quiere conformarse solo con los trenes; quiere la infraestructura, que acostumbra a ser el principal culpable del mal funcionamiento a causa de la falta de financiación. Aunque el Gobierno asegura que quiere hacer un traspaso del servicio, la palabra "integral" no aparece en los diccionarios del Ministerio de Transportes, o al menos tiene otro significado: la ministra Raquel Sánchez cerró la puerta esta semana a traspasar las vías, que seguirán controlándose desde Madrid.
La B-40, una esperanza socialista
En la otra cara de la moneda está la Ronda Nord de la B-40. Actualmente, el Govern negocia con el Ministerio de Transportes la financiación y el trazado de la Ronda Nord de la B-40, el gran pacto entre el PSC y ERC para aprobar los presupuestos catalanes. El cuarto cinturón es una demanda histórica del partido de Salvador Illa; de manera que, todo sea dicho, un acuerdo antes del 28-M se celebraría enormemente en la trinchera socialista.
Así como para el Gobierno Rodalies se convertirá en una amenaza durante esta campaña electoral, la B-40 puede significar una oportunidad. Tanto el departamento de la Presidencia como el Ministerio de Raquel Sánchez se han empezado a poner manos a la obra. La semana pasada, ambas partes insistían ante las cámaras en que la negociación continúa en marcha y que todavía hay que perfilar algunos "flecos técnicos y jurídicos" para llegar a un pacto definitivo. Ahora bien, las caras de los participantes en la última reunión eran de satisfacción cuando salían del complejo madrileño conocido como Nuevos Ministerios. El objetivo es tener un acuerdo antes del 28-M.
El 28-M de Sánchez termina en Barcelona
Más allá del efecto que puedan tener estas dos infraestructuras en el resultado electoral de los socialistas en las municipales catalanas, queda clara una cosa: la gran apuesta de Pedro Sánchez el 28-M es Barcelona. Jaume Collboni tiene buenos resultados en las encuestas, y en menos de un mes vista, tiene números para que la aritmética lo sitúe como futuro alcalde de la capital catalana. El presidente del Gobierno ha decidido cerrar esta campaña en Barcelona, de manera que el viernes 26, previo al sábado de reflexión, Sánchez apoyará al alcaldable del PSC.