Roger Español pide que sean condenados a 13 años de prisión el escopetero y tres mandos de la policía española, acusado de dar la orden de disparar pelotas de goma contra la ciudadanía y de impactar uno de los proyectiles en la cara del activista, que le reventó el ojo derecho el 1-O del 2017 en Barcelona, según el escrito de acusación al cual ha tenido acceso ElNacional.cat este viernes. Irídia, que ejerce la acusación particular en nombre de Español, ha presentado el escrito de acusación, después de que la Audiencia de Barcelona rechazó aplicar la ley de amnistía a estos cuatro policías, al asegurar que la norma no permite amnistiar lesiones de gravedad como es la mutilación de un ojo. En concreto, Irídia les pide 9 años de prisión por el delito de lesiones con pérdida de órgano y 4 años más de prisión por el delito de torturas, con la agravante de prevalencia de cargo público. También reclama que lo indemnicen con 320.632 euros, y que el Ministerio del Interior sea responsable civil subsidiario.
El tribunal sí que aplicó la norma del olvido penal a una parte de estos agentes que también eran acusados para vejar ciudadanos, tal como se hizo para los 46 agentes acusados de picar a votantes el 1-O en centros de Barcelona. Roger Español, acusado del delito de atentado, para tirar una valla a los agentes -en los alrededores de la escuela Ramon Llull, convertida en centro de votación-, también fue amnistiado.
La Fiscalía, en contra
La Fiscalía, por el contrario, pidió la amnistía de los agentes o el archivo de la causa por que actuaban "cumpliendo su deber", que era detener el Referéndum de Autodeterminación de Catalunya, a pesar de que sin perturbar la paz pública, según la orden de la magistrada del TSJC, hecho no cumplido con las vejaciones y porrazos repartidos a los ciudadanos.
En la causa, también están Òmnium Cultural y la ANC, como acusación popular, y ahora tendrán que presentar sus escritos de acusación. Después será el turno de las defensas y, finalmente, la sección 2.ª de la Audiencia de Barcelona fijará la fecha del juicio.
"Quisieron castigar a Español"
Así, los policías que serán juzgados son: el escopetero que hirió Español (con el número de identificación 11.0843); el inspector que le ordenó disparar (73.861) y la confirmación otros dos subinspectores (con los números 58.808 y 84.652). Formaban parte de la unidad Camel 50.
En el escrito de acusación, firmado por el abogado Ton Mansilla, se relata como la unidad policial actuó en la escuela Ramon Llull, centro de votación del 1-O, y los agentes se dirigían hacia las furgonetas policiales que estaban en la calle Sardenya esquina con Consell de Cent. Y al salir se encontró un grupo de ciudadanos en la calzada. Roger Español participó en esta sentada de protesta en la calle ante el centro de votación, y que como los agentes les pegaban con el bastón policial, el activista se lo recriminó. A continuación, el inspector acusado 73861 dio las instrucciones a los agentes a su cargo para que hicieran uso de balas de caucho.
Y añade: "A continuación, sin que hubieran variado las circunstancias, y persistiendo en su obstinada voluntad de causar daño y dolor a Roger Español, castigándolo así por su participación en la protesta y por su enfrentamiento previo con los agentes, de mutuo acuerdo con el inspector y subinspectores acusados que habían dado las órdenes, que seguían presentes en el lugar de los hechos y que habían visto cómo había disparado ya en dos ocasiones contra Roger Español, el acusado escopetero 110.843, conociendo y asumiendo el alta lesividad que podía provocar un impacto de una bala de caucho en el cuerpo tanto si impactaba directamente como si rebotaba a corta distancia, disparó voluntariamente una tercera vez contra Español, quien se encontraba en la vía entre periodistas con las manos levantadas, a 14,12 metros y, ahora sí, provocándole un impacto de esta al rostro, cayendo a continuación en el suelo herido a la parte derecha de la cara."
Así, los policías que serán juzgados son: el escopetero que hirió Español (con el número de identificación 11.0843); el inspector que le ordenó disparar (73.861) y la confirmación otros dos subinspectores (con los números 58.808 y 84.652).
Roger Español cayó al suelo herido de gravedad ante el número 30 de la calle Sardenya. Su abogado añade: "Mientras las personas que socorrieron Roger Español pedían ayuda, el dispositivo policial conformado por los acusados, en lugar de prestarlos auxilio, siguieron disparando contra las personas que estaban socorriendo a Español."
Abuso de la condición de policía
Todo el relato de hechos acusatorio se sustenta con videos grabados por los ciudadanos, con los que -después de un ingente trabajo de Irídia y el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona- se pudo identificar al escopetero y sus superiores.
Ante estos hechos, el abogado sostiene que "los acusados se prevalecieron y se aprovecharon de su condición de funcionarios públicos (...) Este abuso de su función no solo facilitaba la ejecución del delito y dificultaba la persecución, sino que aumentaba clarísimamente su daño tanto individualmente cabe cada uno de los perjudicados como colectivamente para el conjunto de la sociedad".
Declaraciones de Español
irídia ha facilitado en un comunicado declaraciones de Roger Español, el cual sostiene: "Finalmente, y después de casi 8 años, podemos presentar un escrito de acusación con todo el peso de las evidencias recogidas durante este largo periodo."
Y confiesa: "Recientemente, la negociación y aprobación de la ley de amnistía me ha supuesto un desgaste importante.". Y concluye: "Este mar de impunidad se tiene que acabar. No entendería otro veredicto que el de culpabilidad. Solo soy una de las más de mil personas heridas aquella mañana que podrá, sea qué sea el resultado judicial, avanzar en su proceso de reparación, que ya hace demasiado tiempo que lo tengo parado".
Prohibir las balas de goma
Por la su parte, la directora de Irídia, Anaïs Franquesa, ha hecho un llamamiento a los responsables políticos para que se prohíba el uso de balas de goma en el Estado español ante su lesividad. "Roger Español quedó ciego de un ojo por el uso de las balas de goma, que en Catalunya están prohibidas desde abril del 2014. No habían de usar las balas de goma en la calle Sardenya porque era una concentración pacífica, y por su alta peligrosidad", ha manifestado Franquesa.