Frustración y esperanza. Estos son los estados de ánimo con los que se podrían definir hoy las editoriales de los principales diarios de Madrid, que muestran su desilusión porque el Parlament vuelve a estar presidido por un independentista y atribuyen esa gesta a Catalunya en Comú, mientras que aplauden el discurso del nuevo presidente de la cámara catalana que la CUP criticó y el PP llegó incluso a casi alabar.
A pesar de que el discurso de Roger Torrent fuera "conciliador", la prensa española muestra cierta precaución a la hora de dar por hecho que el cambio de presidencia en la cámara catalana supondrá un cambio radical en el rumbo de la política catalana porque aún hay que investir a un president del Govern, aunque no pueden guardarse para ellos la ilusión que les brinda que el partido que gobierna el estado español constatara "normalidad" en la sesión constitutiva del Parlament, así como que subrayaran que las palabras de Torrent demuestran una "ruptura" con Carme Forcadell.
Eso les da fuerza y eso les hace emplazar al nuevo presidente a trabajar "dentro de la legalidad" española, así como "para todos los catalanes", mientras pretenden dejar claro que la mayoría de la ciudadanía de Catalunya quieren que la política vuelva a la "normalidad" y "rectifique".
Agua y aceite
ABC, sin pelos en la lengua, se da el permiso de titular su editorial con la frase "No podrá investirse a un delincuente" —aunque no nombran al president en funciones hasta el último párrafo del texto— y en ella se dedican a cargar contra Podemos y los comuns por haberse convertido en el "cooperador necesario del independentismo para controlar el nuevo Parlament".
Poniendo una mirada al futuro, se lamentan de que tanto el líder de Catalunya en Comú, Xavier Domènech (o Xabier Doménech como le bautizan ellos), como el de Podemos, Pablo Iglesias, "ya no esconden ningún reparo en aparecer como palmeros del separatismo" y, cogiéndose al discurso de Ciutadans, vinculan "su confusa ambivalencia" con el hecho de que no haya un presidente del Parlament del partido de Inés Arrimadas.
Eso sí. A pesar de acabar admitiendo que "Ciudadanos y Podemos son agua y aceite", critican en este punto a la líder de la formación naranja por "no haber hecho ni siquiera el amago de intentar una negociación política para normalizar el esperpento en que se ha convertido la política en esa autonomía" y aprovechan para reprochar a Cs el hecho de no haber cedido un diputado para el PP, que se quedará en el grupo mixto con la CUP.
Después de repasar los movimientos de Cs y Catalunya en Comú, ABC señala —otra vez— que "Carles Puigdemont no podrá ser investido presidente mientras siga huido, ni está claro que, más allá del tacticismo oportunista del partido de Oriol Junqueras, ERC lo vaya realmente a consentir", mientras aseguran que Catalunya " está a la espera de un candidato independentista de nueva extracción, sin antecedentes ni horizonte penal en ciernes, y con capacidad de maniobra política para reencauzar la acción de Gobierno".
"Proclamación de un delincuente"
A pesar de eso, parece que no estén demasiado convencidos de sus palabras ya que piden a Rajoy que "impugne y solicite la anulación de cualquier acto prohibido por la ley que pervierta abusivamente el reglamento de la Cámara para impedir inexorablemente la proclamación de un delincuente".
Ahora bien. Hasta que no llegue este momento, auguran que "Puigdemont, ERC, la CUP y Podemos seguirán convirtiendo cada sesión del Parlament en la enésima gota que colme la paciencia de los catalanes" intentando, según su parecer, "mil maniobras para silenciar y humillar al bloque constitucionalista".
Esta vez, pero, el diario citado no ha abierto su portada con la cuestión catalana y simplemente mencionan la presidencia de Torrent en el Parlament en su segunda portada y en forma de breve.
En las trincheras
Mostrando cierta decepción porque a su parecer la XII legislatura "no parece que vaya a coser la brecha que la quimera independentista ha abierto en la convivencia", El Mundo describe a Torrent como "un independentista alineado durante los últimos meses con la facción más radical de ERC".
En su editorial, bautizada bajo el título "Catalunya sigue en las trincheras", se lamentan de que la configuración del Parlament no "devolverán la política catalana a la normalidad institucional" y aún menos cuando "si el independentismo ha podido situar a uno de los suyos al frente de la Cámara catalana ha sido gracias a la confluencia catalana de Podemos", que, además, dió pie —siempre según el diario mencionado— a que "Puigdemont y el resto de fugados no solicitaran la delegación de su voto".
Justamente por esto, señalan directamente a los comuns por "constituir un lastre no sólo para Podemos sino para la unidad nacional y el orden constitucional" para, al final, acabar admitiendo que "el discurso de Torrent sonó conciliador, y que no escatimó en llamamientos a la necesidad de volver a la 'normalidad'".
El Mundo termina su editorial aplaudiendo que la CUP reaccionara "censurando el tono" del discurso del nuevo presidente del Parlament, mientras que el PP lo hizo "elogiándolo" aunque, ponen de relieve, "el problema de esta retórica es que ya se la escuchamos a Carme Forcadell en el arranque de la legislatura pasada, cuya hoja de ruta derivó en un golpe al Estado de derecho".
De momento, lamentan que "el independentismo haya tomado el control de la Mesa", pero también muestran una brizna de esperanza en que Torrent "sea el presidente de todos y respete la ley".
Un Parlament preso
Para La Razón es una buena señal que el nuevo presidente del Parlament no mencionara la República catalana como sí que hizo su antecesora, Carme Forcadell, en su discurso de toma de posesión del cargo. Los de Francisco Marhuenda confían en que "el nuevo tiempo político del Principado suponga el retorno a la legalidad y a una manera de actuar desde las instituciones catalanas que tenga en cuenta al conjunto de los ciudadanos y no sólo a una parte de los mismos".
Precisamente por eso, su editorial se titula "Oportunidad para rectificar" y en ella aplauden, como El Mundo, que la CUP se quejara del discurso de Torrent, del cual, eso sí, advierten que "estamos en los prolegómenos del ejercicio político que ayer comenzó". Ahora viene lo peor: la investidura de un president que, mucho se temen, podría ser Puigdemont, que podría "significa condenar a la comunidad a una nueva legislatura frustrada".
Una legislatura que, por el momento, el panorama que dibuja es que será "un Parlament preso de Puigdemont" como así señalan en su portada, donde también destacan que si Torrent es presidente de la cámara catalana es "gracias a los votos de los diputados presos".
Pero no solo fue gracias a los votos de los presos políticos, si no también de los comuns que, ahora sí, "ha tomado partido por el bloque secesionista" y avisan de que "y podría facilitar la elección de un presidente de la Generalitat no contaminado".
Para acabar, y sin tener en cuenta los resultados de las elecciones del 21-D, aseguran que "la mayoría de los ciudadanos, en Catalunya y en el resto de España, esperan que la racionalidad vuelva a las instituciones catalanas par poder seguir construyendo un futuro más próspero, que deje atrás los traumas de la crisis". Por todo eso, consideran que "es tiempo de rectificar".
La amenaza
El País, en su línea ya habitual, abre su portada con el título "Los separatistas amenazan con Puigdemont o elecciones", una noticia que parece que acompañen con el pacto entre Corea del Norte y Corea del Sur para formar un solo equipo femenino de hockey sobre hielo y desfilar juntas.
En su editorial, "El dilema de Torrent", ponen encima de la mesa que ahora "el Parlament tendrá que demostrar si vuelve a la normalidad o desafía la ley", pero mucho se temen que la intención del presidente de la cámara será "el intento de promover desde la Mesa del Parlament la investidura del huido expresidente Carles Puigdemont, sea mediante una reforma del reglamento de la Cámara o cualquier otro ardid político o legal".
Eso, a su parecer, demostraría que el independentismo "pretendería, una vez más, usar las instituciones de todos los catalanes para, forzando la legalidad, abocar la XII legislatura catalana a un enfrentamiento que podría desembocar bien en el mantenimiento o nueva aplicación del artículo 155, sin descontar una hipotética disolución del Parlament y la convocatoria de unas nuevas elecciones".
Justamente por eso, emplazan a Torrent a "hacer honor a las palabras que pronunció ayer en su toma de posesión y, sobre todo, desoiga las de aquellos en Junts per Catalunya, ERC y la CUP que afirman no concebir otro escenario que la investidura de Carles Puigdemont" porque él está "libre de causas judiciales". Y eso, para ellos, es importante.