"No es la revolución de las sonrisas, son explosivos". Con estas palabras la líder de Ciudadanos en Catalunya, Lorena Roldán, ha justificado la presentación de la moción de censura contra el presidente Quim Torra durante el debate parlamentàrio de este lunes. Una moción que Roldán ha intentado vestir de "convivencia" y de tener como objetivo lanzar un "mensaje a Europa" de que en Catalunya hay una "oposición responsable", pero que ha servido básicamente para desgastar al PSC y para intentar marcar perfil, ante los malos augurios que les dan las encuestas de cara al 10 de noviembre.

Ciudadanos solo tiene garantizados 40 votos en la votación de esta tarde, menos de un tercio de la cámara, ya que el PSC se abstendrá y el resto votarán en contra.

Durante su intervención, y bajo la atenta mirada de los líderes del partido, Albert Rivera y Inés Arrimadas, desde la bancada de autoridades, Roldán ha vendido una Catalunya donde la gente "tiene miedo", donde hay "familias rotas" y personas "que se han sentido extranjeras en su propio país". Así, aprovechando las detenciones de nueve miembros de los CDR acusados de terrorismo hace dos semanas, Roldán ha acusado a Torra de "aplaudir" y "ovacionar" presuntos "terroristas" y ha defendido que ha habido uno "antes y uno después" de estos hechos.

Con todo, Roldán ha defendido que votar a favor de su moción de censura es una "obligación moral de todo demócrata", en referencia al PSC, porque, ha dicho, están "en juego los derechos y las libertades". Con un tono mucho transcendentalista, Roldán ha lamentado que ya no reconoce la Catalunya donde nació y ha pedido recuperar el "espíritu del 8 de octubre" de 2017, cuando fue la masiva manifestación unionista en Barcelona, con el fin de conseguir una "Catalunya sin procés".

"No es una República, es un golpe de estado; no es el muy honorable presidente Puigdemont, es un prófugo de la justicia; no son presos políticos, son presuntos delincuentes; no es la revolución de las sonrisas, son explosivos; no son mártires, son presuntos delincuentes", ha afirmado la diputada naranja, en un discurso que a duras penas ha durado una hora y media, a pesar de no tener límite de tiempo marcado.

Campaña electoral desde la tribuna

Roldán, que ha empezado su intervención asegurando que "hoy es un gran día por Catalunya" y "para la democracia en mayúsculas", ha aprovechado el mecanismo de la moción de cesura –al que tiene derecho por el hecho de tener más de una quinta parte de los diputados de la cámara– a pesar de saber que no tenía ninguna posibilidad de salir adelante, para hacer campaña y exponer su programa electoral. Así, ha presentado hasta diez ejes en los cuales ha asegurado que se centraría si fuera presidenta de la Generalitat.

Con todo, ha asegurado que acabarían con el procés, que evitarían que "ni un euro de los catalanes se dedicara a manchar la imagen de España" o que garantizarían la "neutralidad" de TV3 y que los catalanes tuvieran "ganas de querer volver a sintonizar TV3". También ha defendido que harían un "plan de choque" para que vuelvan a Catalunya todas aquellas empresas que se marcharon el año 2017, cerrarían las delegaciones catalanas en el extranjero y el CECICAT y evitarían que los lazos amarillos pudieran estar en instituciones y patrimonios culturales.

Sin embargo, la candidata de Ciudadanos, con la mirada puesta en las elecciones general del 10-N y también en unas eventuales elecciones a la presidencia de la Generalitat, ha querido venderse como una alternativa 'real' de gobierno al independentismo, por lo que ha querido hacer propuestas más allá del procés.

Por este motivo, ha asegurado que la "primera ley" que llevaría al Parlament, si fuera presidenta de la Generalitat, sería para "mejorar las listas de espera". También ha asegurado que garantizaría una educación con "igualdad de oportunidades", trilingüe y en la que los libros de texto fueran gratuitos para las familias más vulnerables. Con todo, ha hablado de vivienda, de listas de dependencia, de lucha contra la violencia machista, de igualdad de género...

 

Cambio de tono y de formas

Después de que en el último pleno Roldán enseñara desde la tribuna de la cámara una fotografía del atentado de Vic perpetrado por ETA en 1991 y lo intentara vincular con el independentismo catalán, hecho que provocó que le lloviera muchas críticas, este lunes ha dejado los carteles y las pancartas en casa y ha intentado mostrar un discurso más sereno que la hiciera más presidenciable.

El Govern, por su parte, ha querido dar un perfil bajo a la moción de censura y, en lugar de responder al presidente, lo ha hecho laconsellera de la presidencia y portavoz del ejecutivo, Meritxell Budó, que ha pronunciado un breve discurso de menos de media hora para no darle más trascendencia. Eso sí, ha aprovechado para acusar a Cs de atizar el conflicto y hacer un uso fraudulento del Parlament.