Raül Romeva ha entrado en el hemiciclo del Senado con ademán firme, la cabeza bien alta y una sonrisa de oreja a oreja. Un posado que contrasta con el trato que ha recibido por parte de la seguridad de cámara alta. El senador y preso político ha entrado en el edificio a las 8.20 por el parking custodiado por la Guardia Civil desde el centro penitenciario de Soto del Real.

Hasta la hora del pleno, a las 10 de la mañana, Romeva ha sido encerrado en una sala sin poder ver a sus compañeros de filas, ni tampoco a su pareja, Diana Riba, que estaba en el edificio. Un trato que consideran indignante: "Parece una prisión, no una cámara legislativa", denuncian desde el entorno.

De hecho, la pareja, Romeva y Riba, no se ha podido ver antes del pleno y han tenido que forzar un encuentro de dos minutos en los lavabos del Congreso. Riba, que es también candidata de ERC al Parlamento Europeo, ha denunciado "falta de humanidad" y ha considerado indignante que no les pudieran dejar cinco minutos para verse y hablar.

A pesar de todo, se ha podido ver a un Romeva contento de poder recuperar parte de sus derechos políticos, a pesar de las limitaciones. También se le ha podido ver haciéndose fotos con varios diputados y ha gravado algunas palabras con los teléfonos móviles de algunos de sus compañeros.

Al acabar, sin embargo, Romeva y Riba sí que se han podido encontrar en el hemiciclo.

Matamala, de Waterloo al Senado

También ha sido protagonista del día Jami Matamala, el empresario gerundense que acompañó a Carles Puigdemont durante todos los meses de su exilio, que ha entrado este martes en el Senado después de haber sido escogido por la demarcación de Girona. El senador, que hace poco más de una semana que ha vuelto a Catalunya y que está investigado por encubrimiento, ha tomado posesión del cargo durante la sesión de constitución de la cámara.

Matamala se ha podido abrazar efusivamente con el preso político Raül Romeva al inicio del pleno y le ha entregado una carta del president Carles Puigdemont.

Polémica por el acatamiento de la Constitución

El acatamiento de la Constitución ha sido de nuevo polémico. El momento de máxima tensión ha sido el turno de Romeva, que ha sido cortado por el secretario cuarto de la Mesa, el popular Rafael Hernando. Romeva había hablado de la república y se había presentado como preso político, expresiones que han molestado al popular, que lo ha interrumpido llamando al siguiente senador de la lista.

"Hasta la proclamación de la República catalana y siempre comprometido con la libertad, la igualdad y la fraternidad, como preso político y por imperativo legal, lo prometo", han sido las palabras de Romeva. Hernando, que ha sido reprendido por el presidente del Senado cuando ha interrumpido Romeva, ha concluido un "que se joda, desgraciado", cuando ha terminado de acatar la Carta Magna que se ha colado a través del micrófono.

Más allá de Romeva, el resto de senadores independentistas, tanto de ERC como de JxCat, también han aprovechado para recordar la situación de anormalidad política durante el acatamiento.

Concretamente, ERC ha optado por la fórmula: "Por la libertad de los presos políticos y el retorno de los exiliados y por la República catalana, sí, prometo por imperativo legal". Mientras que los senadores de JxCat, entre ellos Matamala, han optado por decir: "Sí, prometo, con lealtad al mandato del 1 de octubre y con fidelidad al pueblo de Catalunya y por la libertad de los exiliados y presos políticos". Todos ellos en catalán.

Los pronunciamientos de los dos grupos independentistas han causado fuertes silbidos, especialmente de la bancada popular, y algún grito de "Viva España".

Sin embargo, no han sido los únicos en utilizar fórmulas diferentes a lo estándar. Los senadores vascos, también. Mientras que el PNV se ha limitado a hacerlo por "imperativo legal", Bildu ha añadido que lo prometen por "imperativo legal y hasta conseguir la república vasca". Los dos partidos lo han hecho en euskera y después lo han repetido en castellano.

El representante de Vox ha asegurado que juraba "por España", dos representantes de las islas Canarias ha dicho que lo hace para defender los derechos de las islas y de "Lanzarote", mientras que uno de Podemos ha prometido por "la democracia y los derechos sociales".

Tono conciliador de Manuel Cruz

Por otra parte, la sesión constitutiva ha servido para nombrar al nuevo presidente y el resto de integrantes de la Mesa. El socialista catalán Manuel Cruz ha sido escogido presidente por 140 votos a favor, 13 más de los necesarios. La otra candidata a la presidencia, la senadora navarra de Ciudadanos Ruth Goñi, ha obtenido 11 votos, mientras que también ha habido 84 papeletas en blanco y 15 nulas.

ERC ha hecho un voto nulo en la votación escribiendo "libertad" y un lazo amarillo, mientras que JxCat ha votado en blanco. Al acabar, los senadores independentistas han evitado aplaudir el nombramiento de Cruz como presidente. Sólo Marta Pascal, senadora de designación autonómica por el Parlament, ha aplaudido. Romeva, sin embargo, se ha acercado a él y le ha dado la enhorabuena.

El PSOE, que tiene mayoría absoluta en esta cámara, ha podido escoger a su candidato, después de que la primera opción, Miquel Iceta, quedara frustrada al no conseguir ser designado como senador autonómico del Parlament por los votos en contra de JxCat y ERC.

En su primer discurso como presidente, Cruz ha pedido a todos los partidos altura de miras para hacer un Senado más "influyente" y, en un tono conciliador, ha dicho que no esperará la reforma del reglamento para que el Senado sea "parte de la solución a los problemas territoriales".

También ha defendido que se compromete a escuchar y dialogar con todas las posiciones ideológicas "desde el respeto al marco constitucional" y ha pedido construir un futuro desde el Senado, a través del "diálogo", el "debate" y "el acuerdo".

Fotografía unitaria

Al acabar la sesión constitutiva, Romeva ha vuelto a ser el protagonista de la jornada y ha vuelto a centrar las miradas. Todos los representantes de ERC como de JxCat, así como los representantes del Govern presentes en la tribuna, los consellers Alfred Bosch y Mariàngela Vilallonga, y también la pareja del preso político, Diana Riba, han podido acceder entonces al hemiciclo. Todos ellos se han hecho una fotografía de familia.

Al cabo de unos minutos, que han sido protagonizados por los abrazos y los besos, los agentes de la Policía Nacional que custodiaban a Romeva se lo han llevado de nuevo hacia la prisión de Soto del Real, entre gritos de "libertad".