La secretaria general de ERC, Marta Rovira, ha asegurado que la Ley de transitoriedad jurídica que está preparando el Parlament será la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) porque Catalunya será a partir de aquel momento un Estado independiente, más todavía, si después se tienen que celebrar las elecciones constituyentes como prevé hoy por hoy la hoja de ruta actual. Y eso es lo que recogerá, según la republicana, el primer punto del texto que JxSí y la CUP están elaborando, a puerta cerrada, en la ponencia de la cámara catalana que tiene que elaborar esta ley de la desconexión.
Las fuerzas independentistas siempre han defendido que la ley catalana de régimen jurídico, la que tendrá que permitir "transicionar" de la legalidad española a la catalana sin ningún vacío legal, será el punto de inflexión que marcará la ruptura con el Estado español, pero hasta hoy, quizás nadie lo había expresado con tanta claridad: "La DUI es la ley de Transitoriedad", ha aseverado la republicana. En el marco de una comida-coloquio, organizada por la plataforma independentista Soberania i Justícia, la diputada de JxSí también ha explicado que en esta ponencia se están estudiando todos los tratados internacionales firmados para el Estado español, más de 3.000, para decidir cuáles se quieren asumir como propios en el Estado independiente.
Ahora mismo la hoja de ruta independentista inicial se encuentra en un momento clave, teniendo en cuenta que el president de la Generalitat Carles Puigdemont se someterá a una cuestión de confianza en septiembre para tantear con qué mayoría parlamentaria cuenta para tirarla adelante o si por el contrario, hay "que "enriquecer" este plan de trabajo hacia la República catalana, como reconocía el mismo presidente en una entrevista radiofónica a principios de este mes de junio. Hoy por hoy, el compromiso se mantiene firme con la hoja de ruta de JxSí, como ha querido dejar bien claro la secretaria general de los republicanos, ahora bien, en las últimas semanas se han puesto sobre la mesa otros debates como el del Referéndum Unilateral de Independencia (RUI), los cuales defiende sí o sí la CUP y hasta contempla la Assemblea Nacional Catalana.
En torno al RUI, Marta Rovira ha explicado que en estos momentos no hay un discurso unificado y que no se sabe muy bien "de qué se está hablando". En este sentido, la republicana insiste en que no se entendería que este referéndum unilateral acabara siendo una consulta participativa más como la del 9-N. Por eso, condiciona la celebración de un hipotético RUI a que su resultado sea vinculante, es decir, tener claro cuál sería su consecuencia al día siguiente.
Proceso Constituyente
Marta Rovira también ha aprovechado su intervención para reflexionar sobre el Proceso Constituyente que vive Catalunya, es decir, sobre la metodología que tiene que concluir con la redacción y aprobación de una constitución catalana. En este camino que se tiene que hacer de "abajo arriba", la republicana contempla dos fases. Una primera parte "ciudadana", que sería la base, donde articular un gran espacio de reflexión que acabe con unas conclusiones vinculantes. Según la republicana, en este punto se habría conseguido un acuerdo entre las fuerzas independentistas y varias plataformas sociales para impulsarlo y presentarlo "próximamente".
Ya con estas conclusiones en la mano, entraría en juego la segunda fase del Proceso Constituyente. Pero esta se haría ya con un Parlament constituyente, es decir, surgido de unas elecciones constituyentes previas. Entonces, la cámara catalana tendría que abrir una Comisión Constitucional para redactar el texto de la carta magna catalana que se tendría que validar en un referéndum. En este punto, Rovira ha defendido que todas las fuerzas coinciden en que el proceso constituyente para redactarla se tiene que hacer de manera opuesta al realizado en España en 1978 y basándose en ejemplos internacionales, como los modelos constituyentes de Islandia, Irlanda o Kosovo.
Precisamente, la republicana ha tildado el modelo de Kosovo de "buena praxis participativa" porque se optó por una Comisión Constitucional "mixta", es decir, con la participación de los diputados y ciudadanos, estos últimos escogidos a través del tejido social. Una cuestión que también parece tener el consenso de las partes implicadas en sacar adelante el Proceso Constituyente con el fin de ampliar, sobre todo, la base social del independentismo. Otra cuestión, ha apuntado la republicana, es discutir después si los debates de esta comisión deberían ser de públicos o privados.
Mientras tanto, la comisión de estudio del Proceso Constituyente en el Parlament afronta ahora una nueva etapa, después de la serie de comparecencias de entidades y expertos que han puesto sobre la mesa diferentes métodos para encarar el proceso. Los partidos que participan, básicamente JxSí, CUP y CSQP tienen que volver a limar asperezas y fijar un nuevo esquema de trabajo, básicamente, para pasar de la teoría en la práctica. Rovira ha defendido que el Proceso Constituyente es "imparable" y que hay que tratarlo con "delicadeza", sobre todo después de los resultados del 26-J porque se pone de relieve que el estado español es irreformable y que "se ha acabado aquello de pactado con el estado". La republicana considera que ahora se ha abierto una gran oportunidad por sumar fuerzas, sobre todo la de los comunes. Y si hace falta, hacer de "palanca" también de un proceso constituyente en España.