Una ERC sin prisa, libre y con los mínimos para la negociación para una posible investidura fijados. Este ha sido el mensaje que ha querido transmitir a la secretaria general del partido, Marta Rovira, ahora número 1 de los republicanos después de la salida de Oriol Junqueras, en el Consell Nacional de este sábado. Es el primero que se celebra desde la debacle electoral de los republicanos el 12 de mayo, donde pasaron de tener 33 diputados en el Parlament a solo 20 y que abrió una crisis dentro del partido, con la salida de Pere Aragonès, que dejará la primera línea cuando haya nuevo Govern, y la de Junqueras, que ha seguido el Consell Nacional como expresidente y ha llegado a la sede acompañado de Jordi Albert, diputado en el Parlament, entre otros cargos del partido. Una vez dentro, se ha sentado al lado de Joan Tardà, que en las últimas semanas ha sido la voz que más ha apostado por investir a Salvador Illa.
En su discurso en abierto, la secretaria general ha acabado asegurando que el partido tenía "mucho trabajo por hacer y muchas ganas de hacerlo este sábado", Rovira ha querido sacudir las presiones de una investidura de sobre su partido. Insistiendo en la financiación singular como condición mínima y también previa para un referéndum de autodeterminación en el país, ha asegurado que la pelota de las negociaciones ahora mismo no está ni sobre el tejado de ERC ni tampoco sobre la del PSC, partido que ha apostado por un gobierno progresista, con republicanos y comunes, sino sobre el PSOE y Pedro Sánchez: "El PSC tiene que saber que si Pedro Sánchez no es capaz de mover ficha será muy difícil que ERC le pueda dar apoyo. Illa tiene que tenerlo bien presente, tenemos que estar al lado de la gente, no al lado de IIla. La clave hoy es más en manos del Gobierno y Pedro Sánchez que no en manos del PSC", ha asegurado la vicense en su intervención en abierto.
Negociaciones para la investidura la próxima semana
Rovira ha confirmado que las negociaciones para la investidura de un posible president de la Generalitat empezarán la próxima semana, cuando Josep Rull, flamante presidente del Parlament gracias a un pacto entre los partidos independentistas, iniciará las rondas de contacto con los grupos parlamentarios para designar -o no- un candidato. Así, ha confirmado que el martes se reunirá con el PSC y que durante la semana se encontrará también con representantes de Junts, asegurando que lo que ha habido hasta ahora solo han sido conversaciones y no negociaciones. A Junts y el PSC, partidos que los superaron muy ampliamente en las urnas, les ha reprochado que aunque les hayan pedido reuniones, todavía no les hayan explicado a ERC cuál es su proyecto para el país.
ERC, "libre de decidir que es lo mejor para el país"
Delante de la presión que, considera Rovira, está sobre ERC para decidir el futuro de Catalunya (si apuesta por investir a Salvador Illa con los comunes, si da sus votos a Carles Pugidemont que todavía necesitaría la abstención del PSC o si, por el contrario, fuerza una repetición electoral), la secretaria general ha asegurado que el partido es ahora libre "de decidir que es lo mejor para el país". "Estos días nos dicen muchas cosas, todo el mundo nos dicen lo que tenemos que hacer, el país está muy acostumbrado a llamárnoslo. Y ERC hoy se siente muy libre de decidir que es lo mejor para|por el país. No haremos lo que nos dicen, sino lo que sentimos que es lo mejor". En este sentido, el Consell Nacional ha aprobado el reglamento que debe permitir consultar a la militancia cuando la dirección del partido lo considere oportuno, por ejemplo, en el caso de un hipotético acuerdo de investidura. Si se da el caso, la consulta podrá ser de forma electrónica a la vez que se habilitarán también puntos de votación presencial.
Semana intensa para ERC
Esta ha sido una semana intensa para ERC. Empezó con la votación de la nueva mesa del Parlament, que el PSC le había ofrecido presidir y que la CUP y los comunes veían en buenos ojos que lo hicieran, pero que ha acabado ocupando Junts. Y continuó con un pacto de gobierno para entrar al ejecutivo municipal de Jaume Collboni en Barcelona, que despertó recelos dentro de la dirección, ya que el momento no podía ser más inoportuno, con la investidura de un nuevo presidente a la vista. El congreso donde la militancia se tenía que pronunciar se terminó aplazando por un exceso de asistencia, ya que los militantes barceloneses se movilizaron, y ahora falta poner una nueva fecha. Rovira ya aseguró que una vez abierto el melón, la cuestión se tiene que resolver tan pronto como se pueda, pero de momento es una incógnita cuando se tomará la decisión.