"Sorprendido" todavía porque "sea tan sorprendente utilizar palabras como 'mamporreros' o 'lacayo'", el diputado de ERC en el Congreso Gabriel Rufián ha recordado en El Món a RAC1: "A mí me han dicho 'etarra' y no pasa nada, aparte de 'gilipollas' y decirme que 'te huele la voz'".
Después de que el miércoles protagonizara un tenso cara a cara con el exjefe de la Oficina Antifrau Daniel de Alfonso, ha querido dejar bien claro que durante la comisión por la Operación Catalunya tenían "delante a dos conspiradores", motivo por el cual ha asegurado no estar "sorprendido por las críticas", para acabar diciendo: "Quien piense que yo me pasé, que no salga a la calle", pero que "nosotros seguiremos intentando ser los más valientes y dignos posible".
Precisamente por eso, Rufián ha querido recordar que De Alfonso "habló instalado en la más absoluta impunidad" y que, además, "en su primera intervención parecía que tuviéramos que pedir perdón por estar allí", mientras él "hacía lo que sabe hacer: conspirar".
Llamar gánster al gánster
El diputado republicano ha reconocido que su objetivo, y el de "centenares de personas", -aparte de obtener respuestas- era "llamar gánster a un gánster" y ha atribuido las críticas recibidas al hecho de que "según qué medios hablan de mí para no hablar de lo que dijeron [De Alfonso y Jorge Fernández]".
Mientras algunos "hacen a veces muchas diferenciaciones para según quién y hacen muy pocas para otros", Rufián se ha explicado poniendo encima de la mesa: "Si hicimos lo que hicimos fue porque De Alfonso dijera las cosas de manera directa". Y ha insistido en que ahora "tenemos más información que hace 48 horas", también se ha cuestionado: "Alguien cree que si no acorralas a De Alfonso, ¿habría dicho lo que dijo?".
Y no sólo eso. También ha recordado que "el PP pide que no se hagan más interrogatorios" y se ha preguntado: "Si tan mal lo hemos hecho, ¿por qué piden eso?".
Sentimiento de impunidad
Ahora bien. A pesar de las preguntas de ERC, Rufián ha subrayado que, a pesar de las grabaciones en las que dicen, entre muchas otras cosas, que "les hemos destrozado el sistema sanitario", su "sentimiento de impunidad es enorme: De Alfonso es juez y Jorge Fernández preside una comisión". Mientras tanto, los comisarios -que a sus ojos fueron quienes grabaron las conversaciones entre el exministro y el exjefe de Antifrau- no comparecen en las comisiones de investigación sobre la Operación Catalunya "porque el PSOE no lo quiere".
Los dos comparecientes utilizaron diferentes estrategias para salir del paso. Según Rufián, la de De Alfonso fue "más sencilla" porque se basó en el "yo no he oído", aunque reconoció que entró en Interior acompañado de un policía; y la de Jorge Fernández "fue más complicada" porque se fundamentó en el "yo no he sido", a pesar de haber reconocido que se habían borrado los registros del Ministerio.
"Lo más dramático es que hacen lo que hacen porque así ganan elecciones: De Alfonso es juez y Jorge Fernández preside una comisión", ha destacado, al mismo tiempo que ha soltado que "quien escuchó a Jorge Fernández Díaz se siente insultado porque la gente no es idiota".