Gabriel Rufián ha sido el protagonista del programa de Lo de Évole emitido este domingo en La Sexta. Entre la larga lista de opiniones que ha dado el diputado de ERC en el Congreso de los Diputados, destacan las intervenciones que ha dedicado a Junts. Rufián ha explicado al periodista Jordi Évole que la formación liderada por el president en el exilio Carles Puigdemont sigue la estrategia del "cuanto peor, mejor" y se ha mostrado convencido de que, eventualmente, dará apoyo a un Gobierno del PP. "Si Feijóo es presidente, será con su apoyo directo o indirecto". También ha dicho que la izquierda independentista tuvo "domesticada durante mucho tiempo" a la derecha catalana y que hay eslóganes que han perjudicado al procés. El dirigente de Esquerra ha opinado que denuncias cómo el popular Espanya ens roba "han hecho muchísimo daño".
Ha sido un programa en que el diputado independentista ha repasado su trayectoria política y ha analizado la situación actual. Rufián ha hecho autocrítica cuando ha lamentado que no hay "más Rufianes" en ERC, es decir, más gente de su perfil, castellanohablante y de padres llegados a Catalunya desde otras partes de España. "No hay porque no se ha querido", ha asegurado antes de lamentar que "yo no tendría que ser el copito de nieve de Esquerra Republicana". Además, el dirigente independentista ha revelado que en sus inicios el primer partido que quiso ficharlo fue Convergència, un actual diputado del Parlament al que le dijo que no estaba interesado porque "era de izquierdas".
"Si Feijóo es presidente será con el apoyo de Junts". #LoDeRufián pic.twitter.com/F1sZYoyuIo
— Lo de Évole (@LoDeEvole) March 2, 2025
Con respecto a los errores que, según su opinión, ha cometido el independentismo y los líderes del procés, Rufián ha lamentado que se hayan repartido "carnés de pureza", una manera de hacer en que "yo participé y me avergüenzo". Además, el diputado de ERC ha asegurado que se equivocaron también a la hora de no tener en cuenta a la mitad de la sociedad catalana no independentista. "No fuimos capaces de seducir a una gente que era necesaria y en lugar de intentar entenderla, la jodimos", ha dicho.
En la parte más personal del programa, Rufián ha admitido que "cada día" tiene miedo de perder su cargo y que en el pasado "era un gilipollas". No solo eso, sino que ha confesado que tiene "el ego de un camión porque si no no podría dedicarme a lo que me dedico". Asimismo, ha explicado que hay dos cosas que le molestan mucho, las dos tienen que ver con el hecho de que los otros hablen de él. Por una parte, el dirigente independentista "llevaba muy mal que no se me considerara un político serio", o que lo acusaran de no escribirse sus propios discursos. Por la otra, a Rufián le afecta mucho que hablen de su físico. En este sentido, ha criticado que un diario muy importante "de raíz catalana" tituló "Gabriel Rufián gana peso", refiriéndose a su aspecto.
A la hora de hablar de su infancia y juventud, el diputado ha recordado que en su casa se hablaba de política hasta llegar a unos niveles "enfermizos" y que sus padres siempre han sido comunistas. Rufián ha dicho que eso le afectaba en todas las situaciones de su vida, porque llegaba al punto de criticar "a la gente que vestía con marcas". En los años posteriores, ya independizado, el dirigente independentista ha recordado que había veces que le costaba "llegar a final de mes", que estaba "a día 13" y no le quedaba dinero para pagar el alquiler.