El líder de Esquerra Republicana en Madrid, Gabriel Rufián, ha llevado este martes al Congreso de los Diputados -donde se celebra el debate del estado de la nación española- tres balas procedentes de la tragedia de Melilla, donde murieron cerca de 40 migrantes en manos de las fuerzas policiales marroquíes. Rufián lo ha hecho para visibilizar la masacre de Melilla y así lo ha explicado: "¿Mire señor presidente, sabe qué son? Balas que recogió mi compañera Maria Dantas en la frontera de Ceuta y Melilla con la que mataron en 37 personas". Ante estas declaraciones, en pleno debate, Sánchez ha recordado que las balas no fueron ordenadas por la policía española, a lo que Rufián ha aclarado: "Ustedes no, la policía marroquí. Y usted dijo que no estaba tan mal", ha dicho Rufián en relación a las declaraciones de Sánchez tras las muertes, cuando calificó la coordinación de las fuerzas de seguridad "de extraordinaria".

Esta acción no ha gustado nada al presidente del Gobierno, que en su réplica ha sido muy contundente con Rufián, a quien ha acusado de haberse equivocado "gravemente". "La mera exhibición de balas es un error imperdonable precisamente en este hemiciclo", ha dicho Sánchez en referencia a diversos agujeros de bala que hay en el techo del Congreso de los Diputados, que se mantienen conservados para no olvidar el intento del golpe de estado de Antonio Tejero, el 23-F. "El Congreso no es una corte penal, es el templo de la palabra. Aquí entraron balas, fueron traídas por golpistas. Se ha equivocado, señoría," ha añadido Sánchez. De hecho, antes de que tomara la palabra el presidente del Gobierno, también lo ha hecho la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, que ha alertado a Rufián sobre el uso polémico de objetos en la tribuna porque "la fuerza del parlamentarismo es el uso de la palabra".

 

Más allá del enganche por las tres balas, Rufián ha avisado de que no se puede reaccionar a los hechos de Ceuta y Melilla "como los ricos de una urbanización donde de repente entran los pobres", y ha planteado varias preguntas al PSOE, después de que Sánchez avalara el papel de las fuerzas marroquíes: "¿Por qué 130 africanos saltando una valla son una mafia y 130.000 ucranianos desplazados son una causa? ¿Por qué matar a palos y a balazos en la frontera sur de Europa es menos grave que matar en bombas en un centro comercial de Ucrania? ¿Cuál es la diferencia entre Putin masacrando ucranianos y Erdogan masacrando a kurdos?", ha preguntado el líder de ERC, que ha apuntado que la respuesta pasa por el hecho de que los ucranianos "son rubios con los ojos azules, y los otros, no".

Cuando se produjo a finales de junio la muerte de cerca de 40 migrantes en Melilla, el presidente del Gobierno se expulsó las culpas y señaló a las "mafias que trafican con seres humanos" como responsables de la matanza de los migrantes. Además, Sánchez aseguró que estos intentaron atravesar la valla con un asalto violento, y calificó la actuación policial de extraordinaria. Estas declaraciones fueron ampliamente criticadas por partidos catalanes como ERC, Junts y la CUP, pero también por los socios de la coalición española, los comuns, que acusaron a Sánchez de haber hecho "racismo institucional".