Entre gritos de "¡presidenta, presidenta!", la vicepresidenta segunda del gobierno español, Yolanda Díaz, impulsa Sumar, un proceso participativo con el que recorrerá todos los rincones del estado español, y que culminará en la elaboración de "una propuesta de contrato social para la próxima década que se presentará en 2023". Es así como Díaz ha definido su nuevo proyecto político este viernes en Madrid, sin emplear la palabra 'partido'. En el acto, que ha reunido a unas 5.000 personas en el Matadero de la capital española, han intervenido representantes y activistas de diversos ámbitos, definidos como "gente de la sociedad civil, la que es como nosotros", y que han expresado sus inquietudes por temas como el ecologismo, el emprendimiento, el feminismo, la educación, la sanidad o el sindicalismo, todo ello para animar a la sociedad a "pensar un país mejor" y "dibujar España". Sin embargo, en los sesenta minutos que ha durado la presentación, ni rastro de la cuestión territorial ni del actual modelo de Estado, al menos no más allá del plurilingüismo casual personificado por la misma Díaz.
Distintas "lenguas" y "culturas" en "un país maravilloso"
La vicepresidenta Díaz ha pasado por encima de la cuestión catalana en el lanzamiento de Sumar, dejando caer diversos guiños durante la presentación, que se resumen en el plurilingüismo del que ella, como gallega, se enorgullece. En su discurso, ha reiterado la importancia de la "escucha" para su nuevo proyecto, de "imaginar" "el futuro" de España. Pero todo ello ha quedado en un plano simbólico, a una mera cuestión de "distintas lenguas" y "culturas" que coexisten dentro de un modelo de Estado sobre el cual tampoco ha reflexionado. "Nos dicen que tenemos que enfrentar a las gentes que hablamos distintas lenguas", ha dicho mezclando el castellano y el gallego, "a las que hablamos gallego con las que hablan catalán". Y ella misma se ha respondido: "Tenemos un país maravilloso, con muchas lenguas, y que es un absoluto patrimonio cultural". El plurilingüismo también ha caracterizado el momento en el cual distintas personalidades, como el cantante Kiko Veneno o el actor Antonio de la Torre han dado su apoyo a Sumar. Algunos lo han hecho en castellano, otros en euskera, en gallego y una, la tiktoker Carla Galeote, lo ha hecho en catalán.
"Dibujar España"
"A partir de ya, salimos a dibujar España, las nuevas ideas y lo hacemos cargadas de esperanza. Estamos hartas de distopías", ha asegurado. Díaz quiere aglutinar todos los movimientos y partidos a la izquierda del PSOE, previsiblemente para concurrir en una sola lista a unas elecciones generales, aunque no ha hecho referencia explícita a los comicios y ha centrado el discurso en el proceso de escucha. Por ello no han asistido al acto las principales caras de los partidos a la izquierda del PSOE. No ha ido la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ni las ministras de Podemos Ione Belarra e Irene Montero, pero sí una retahíla de miembros de la sociedad civil a quien ha reiterado que quiere ceder el protagonismo, porque "esto no va de siglas". Aun así, este viernes sí que han asistido al Matadero algunos de los miembros de las direcciones de estas formaciones, como el secretario general del PCE, Enrique Santiago y la portavoz de IU, Sira Riego. También ha asistido una representación de los comunes con su portavoz en el Congreso, Aina Vidal, varios diputados de la cámara baja -Joan Mena y María de Mar García- y del Parlamento -David Cid- así como el eurodiputado Ernest Urtasun.
El proyecto de la vicepresidenta presenta retos importantes como superar las resistencias de Podemos y encajar los diversos espacios que le apoyan en un espacio sin cuotas. También preparar una plataforma sin más implantación territorial de la que tienen los partidos que le apoyan antes de las próximas generales. De momento, Díaz cuenta con el apoyo explícito de los comunes, Compromís y Esquerra Unida, y supuestamente también de Podemos y Más País. La dimisión de la vicepresidenta de la Generalitat valenciana, Mònica Oltra, complica la expansión del proyecto en todo el Estado. Según ha explicado ella misma, el proyecto que ha empezado a caminar este viernes tendrá una primera fase de consultas y reuniones con miembros de la sociedad civil. Después será el momento en que anunciará si concurre, o no, a las elecciones generales que se tendrían que convocar a finales del 2023 o principios de 2024.