La decisión de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, de romper las relaciones con Israel y suspender el hermanamiento con Tel-Aviv está pasando factura a su imagen, según un estudio elaborado por la consultora Simbiu sobre el impacto digital que ha tenido la polémica. Colau aparece como la tendencia más destacada en relación con este tema, y eso confirma que el debate está girando en torno a la figura de la alcaldesa con un protagonismo que incide directamente en su imagen. "Analizando esta tendencia de manera más detallada, se desprende que el 32,6% de las publicaciones en que se la menciona en referencia a la ruptura con Israel presenta un lenguaje de signo negativo asociado a la crítica. En los discursos de este tipo aparecen términos como "error", "ignorancia", "autoritaria","encuestas" - "muchos consideran que es un gesto para satisfacer a su electorado de cara a las próximas municipales" -, "democracia", "Ucrania" y "Estambul". El estudio atribuye estas dos últimas palabras a los hermanamientos que tiene la capital catalana con San Petersburgo y la capital turca.
"Por el contrario, solo el 5,4% del total de las publicaciones referentes a Ada Colau presentan una terminología de tono positivo. Aquí destaca el uso de palabras como "apoyo" o "gracias", que aparecen de manera recurrente en los mensajes que consideran que la decisión es acertada. El 61,9% restante presenta un lenguaje meramente informativo, más relacionado con el plano mediático que con el social, y simplemente intentan describir la situación", indica el estudio. También afirma que Colau aparece en la red relacionada con términos negativos como "antisemita", "antisemitismo" y "sectarismo", y "sionismo" en tono crítico, en este caso a favor de Colau por parte de sectores propalestinos y de izquierdas.
Según el estudio, el 69% de lo que se ha publicado en la red sobre esta polémica provoca emociones negativas, como ira o tristeza. En cambio, también apunta que en la controversia no ha quedado afectada Barcelona, porque todo lo polariza la alcaldesa. "No es Barcelona la que ha suspendido relaciones con Israel, es Colau". Esta es la percepción general que se desprende del tratamiento de este asunto en el universo digital", añade. "Desde que se hizo oficial el anuncio de la ruptura de relaciones de Barcelona con Israel, se han registrado en la red más de 13.500 resultados relacionados con este tema. El 83,5% han sido en Twitter, lo que indica, por la misma naturaleza de esta red social, la controversia generada por esta decisión. El pico mayor de actividad se registró pocas horas después del anuncio, y llegó a la cima el día 9 con un gran alcance tanto mediático como social", explica.
Susan Sarandon y Pilar Rahola
El estudio señala cómo rápidamente la polémica llegó a los intelectuales. Recuerda en este sentido el manifiesto a favor de la decisión de Colau de 4 premios Nobel, Vigo Mortensen, Angela Davis o Susan Sarandon, y en las antípodas de estos la escritora y periodista Pilar Rahola, "que se convierte en el máximo exponente de las personalidades que rechazan la decisión de Colau". Remarca en este sentido que Rahola está entre "las principales tendencias" surgidas con esta polémica, al lado del presidente del F.C. Barcelona, Joan Laporta. Este aparece "después de la invitación a la embajada de Israel a asistir a un partido contra el Manchester United". "El gesto de una de las instituciones con más peso de Catalunya en contra de la decisión de Colau no pasa desapercibido en la red", constata.
El estudio también analiza que Colau no ha obtenido el apoyo de ningún otro dirigente político de Barcelona en su ruptura, y en cambio varios partidos de signo opuesto asistieron al acto a favor de rehacer las relaciones con Tel-Aviv en la plaza Sant Jaume el pasado fin de semana. "Unos hechos que demuestran que la alcaldesa no tiene apoyo fuera de su partido en esta cuestión", resume. Según el informe, la polémica ha trascendido al extranjero. Y en este sentido recuerda una información de El Nacional sobre el diario alemán Bild, el de más difusión de Europa. Rotativo que titulaba "Barcelona pacta con los que odian a Israel".