Este lunes, 2 de septiembre, ha empezado, como en otros lugares del mundo, el curso escolar en Ucrania. Y lo ha hecho con nuevos bombardeos rusos con todo tipo de misiles, también norcoreanos, según ha denunciado el gobierno de Volodímir Zelenski. El ministro de Exteriores, Dmitro Kuleba, ha condenado el ataque ruso esta madrugada del lunes: "Esta noche, los niños ucranianos en edad escolar y sus padres dormían tranquilamente en casa antes del comienzo del año escolar. Rusia ha lanzado 35 misiles y 23 drones, cuando la gente dormía", ha denunciado a través de las redes sociales.

"Luchar con las manos atadas"

Kuleba, como jefe de la diplomacia ucraniana, ha destacado el origen de parte de estos misiles: "Algunos de los que se han lanzado contra civiles ucranianos esta madrugada eran KN-23 de Corea del Norte". "Los regímenes de Pyongyang y Moscú no tienen restricciones a sus ataques de largo alcance contra cualquier lugar de Ucrania. Sin embargo, cuando nos defendemos contra estas dos maquinarias de guerra bárbara, Ucrania está obligada a luchar con las manos atadas a la espalda", ha añadido. Con estas palabras, Kuleba se refiere a la prohibición, por parte de los principales aliados de Ucrania, del uso del armamento de largo alcance que envían Kyiv contra objetivos situados dentro de Rusia. ¿"No es un absurdo"?, se pregunta el ministro sobre esta limitación por miedo a una posible reacción por parte de Rusia.

Después de los ataques letales rusos contra Khàrkiv y otras ciudades ucranianas en los últimos días, Kyiv ha intensificado sus esfuerzos diplomáticos para que los Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania y Francia levanten esta restricción. Ucrania argumenta que el uso de misiles de precisión de largo alcance occidentales contra bases aéreas y otros objetivos rusos os permitiría neutralizar en origen muchos de los ataques de la aviación rusa.

Putin saca pecho

Por su parte Vladímir Putin, ha destacado este lunes que el avance del ejército ruso en el Dombás se mide en kilómetros cuadrados diarios, ofensiva que Ucrania no ha podido frenar con su incursión fronteriza en la región de Kursk. "Hacía mucho tiempo que no veíamos este ritmo de avance. Las fuerzas rusas ya no conquistan 200-300 metros de territorio, sino kilómetros cuadrados" diarios, ha dicho Putin en una reunión con estudiantes en la república budista de Tubá , fronteriza con Mongolia.

Ha asegurado que el principal objetivo de Kyiv a la hora de lanzar el 6 de agosto su ofensiva a Kursk era "frenar" el avance ruso en el Dombás. "No lo han conseguido", ha subrayado. Putin ha acusado a las autoridades ucranianas de efectuar la provocación de Kursk e intentar hacer lo mismo a la vecina Bélgorod porque no quieren parar la guerra, ya que eso significaría convocar elecciones presidenciales.