La incongruencia de cualquier conflicto armado se hace latente antes, incluso, de empezar. El juego de reproches entre Rusia, por un lado, y la Unión Europea y los Estados Unidos por el otro, para el control de Ucrania no concuerda con el uso de los materiales armados que cada uno utiliza. Así, los rusos no podrían proyectar con sus drones de forma exacta los objetivos a disparar si no fuera por unos productos de alta tecnología de una empresa madrileña. Se trata de la UAV Navigation y facilita las tareas de vigilancia y artillería a los drones que ha enviado el presidente ruso Vladimir Putin, para sobrevolar Ucrania y tenerlo todo controlado. Los responsables de la empresa aseguran que nunca fueron conscientes de que sus productos acabarían en manos del ejército ruso pero encima de ellos, también pesa una investigación de la misma Guardia Civil por la falta de transparencia en las exportaciones de sus productos.
De hecho, desde hace una década, aparecen en una de las publicaciones de referencia como una empresa que se salta las licencias especiales para hacer este tipo de transacciones siguiendo la normativa establecida. Por su parte, Eldiario.es explica que "los responsables de la compañía madrileña han contestado que desconocían que se requería una licencia especial y exportaban de manera regular a países como Israel, México, EE.UU., Suiza y Tailandia, entre otros. La empresa declaraba los envíos a duanas aunque no disponían de la licencia necesaria". Después de la investigación de la Guardia Civil, los dos responsables de UAV Navigation fueron imputados por un delito de contrabando de material de defensa. La Fiscalía solicitaba 350.000 euros de multa para cada uno y dos años de prisión. La Abogacía del Estado elevaba la petición de multa hasta más de 970.000 euros. El juzgado de lo penal de Madrid finalmente absolvió en el 2015 a los dos responsables imputados.
Europeos y americanos, grandes proveedores
El informe Weapons of the war, detalla cómo se han localizado los dispositivos españoles anteriormente sobre el propio territorio: "El 26 de septiembre de 2018, se documentó un Forpost UAV con el número 923. La defensa de Ucrania derribó el UAV cerca de Pisky (Donetsk región) el 18 de mayo de 2015. El medidor Hobbs de l'UAV (el contador de horas de vuelo del fuselaje) indica que el UAV voló durante un total de 723 horas ante las fuerzas de defensa y seguridad de Ucrania. Ural Works of Civil Aviation fabricó el Forpost, que es una copia con licencia del israelí Cercador IAI. Por otra parte, también se documentó el GPS antena del UAV, que fue producido a los Estados Unidos. El fabricante, Antcom Corporation, lo produjo en marzo de 2013". De momento, las autoridades rusas todavía no han respondido a una solicitud de rastreo de PUESTO QUE que buscaba más información sobre este UAV. No sólo empresas españolas han facilitado material en Rusia, también hay como se detalla en este apartado del informe, de los Estados Unidos pero también de Francia o Irlanda, para citar algunos países más que aparecen en este texto.
Putin alaba la tecnología militar española
"Hay dos factores que parecen facilitar la exportación de componentes europeos para fabricar drones rusos", señala el informe sobre Ucrania. "Uno es la falta de acuerdo entre los gobiernos comunitarios y los representantes de la industria sobre los requisitos de exportación que tienen que tener estos materiales. El otro factor es la falta de claridad sobre el uso final de estos materiales cuando se incorporan en un producto militar en un país no perteneciente a la Unión Europea para exportarlos posteriormente". El negocio es redondo. El modelo, denominado Zastava, está valorado en unos dos millones de euros y constituía la enésima prueba de la implicación rusa en un conflicto que se inició en febrero del 2014. Años antes, en el 2015, ya se derribó otro dron del mismo modelo cerca de Luhansk, también en el este del país. Y los rusos, no niegan su satisfacción por el servicio de estos aparatos: "Los vehículos aéreos no tripulados de Zastava, que hacen el control aéreo del avance y la alineación de las fuerzas del Distrito Militar Central, nos permitirán evaluar los resultados de la verificación rápida de la preparación para el combate. Los operadores hacen volar drones a alturas que oscilan entre los 200 y los 500 metros. Eso proporcionará al mando del distrito y a los oficiales del Estado Mayor ruso de las Fuerzas Armadas una imagen completa de lo que está pasando", ha asegurado Yaroslav Roshchupkin, portavoz del cuerpo militar ruso.