Las circunstancias excepcionales nadie las preveía y ahora hay que resolver la fecha de las elecciones y entender por qué se ha llegado aquí. Es prácticamente una evidencia que no habrá comicios en el Parlament catalán el próximo 14 de febrero, no sabemos la nueva fecha, pero a la vez hay que analizar de qué dependen las circunstancias.
El presidente del grupo parlamentario de ERC, Sergi Sabrià, ha justificado que no tener una ley electoral propia ha sido una piedra en el camino. En declaraciones al programa Aquí Cuní, Ser Catalunya, ha afirmado: "Todos tenemos que entonar un mea culpa porque este país todavía no tiene una ley electoral. Lo que hemos hecho mal todos es no ponernos de acuerdo para tener una ley electoral y eso es inexplicable".
De hecho, Catalunya es la única autonomía que no tiene una ley propia. ¿Ahora bien, hubieran cambiado mucho las cosas? ¿Tener una podría prever una pandemia mundial, una nueva ola de contagios por coronavirus y un riesgo sanitario por el hecho de ir a votar? La otra cuestión es si los partidos hubieran podido impulsar una modificación o alguna enmienda a la ley actual española a la que se acoge, la LOREG. Pero Sabrià dice que, con la ley en la mano, poco más se puede añadir: "¿Se podían hacer más cosas? Sí, en parte dependía de la LOREG. Pero no se puede votar en más de un día o hacer un cambio radical en el voto por correo. Podemos tomar como referencia a otros países, pero no son las condiciones que hay aquí".
Nuevas condiciones
Sabrià no marca fechas, pero sí advierte algunas de las condiciones que se tienen que prever cuando se vaya a votar. A modo de ejemplo, vacunar a las personas de las mesas electorales con tiempo para que no tengan riesgo de contagio. Celebrando las elecciones el 14 de febrero eso era imposible, porque "hay un decalaje entre las vacunas y las mesas cuando se convocan, no había tiempo para poner la vacuna y que tuviera efecto en la fecha de la mesa". Sí ha admitido que todos los partidos tienen que reflexionar sobre la ley electoral y defiende como presidente de uno de los dos partidos que forman el Govern, que ellos habían hecho los deberes: "Estamos preparados y no me toca explicarlo a mí como ERC".
Y pone ejemplos: "espacios amplios y ventilados", y también apuesta por poner más facilidades en el voto por correo. De hecho, el presidente republicano fue uno de los primeros en plantear el aplazamiento de las elecciones y hoy ha reiterado su premisa: "Tenemos que evitar que la gente se encuentre en situaciones de miedo o duda. Se tiene que hacer todo lo posible para poder votar, sí, pero el número de personas contagiadas o ingresadas también afecta. Y hay que incentivar que todo el mundo pueda ir sin miedo, sería la forma más democrática". Por lo tanto, doble objetivo: poder votar, pero tranquilos.
El escenario, más allá de la pandemia, también sumaba de entrada una nueva excepcionalidad: unas elecciones convocadas de forma automática después de la inhabilitación del president Quim Torra y agotar todos los plazos. Es una incógnita saber quién firmará o dará la responsabilidad fáctica del aplazamiento. La única cosa que se ha seguido desde el Govern son los informes de los expertos, y Sabrià recuerda que todos decían "que teníamos la seguridad para celebrarlas".