Sergi Sabrià se va y lo hace disparando contra Oriol Junqueras. En su rueda de prensa no se ha limitado a anunciar que deja el cargo de viceconseller del Govern en funciones y a negar cualquier implicación en el escándalo del cartel de los Maragall, sino que ha cargado contra quien hasta hace menos de un mes era el presidente de su partido. Lo ha hecho dejando caer que miente cuando este asegura que desconocía que los carteles venían de dentro del partido y revelando que su relación está rota, ya que no se hablan desde la noche del 23 de julio del 2023, cuando ERC perdió centenares de miles de votos en las elecciones generales. Yendo más allá, también lo ha acusado de "precipitar" su salida con "acusaciones falsas" y "enfangar hasta límites insospechados el debate interno" en el que se encuentra ERC, que se ha convertido en una crisis de grandes dimensiones dentro del partido.
Aunque siempre se ha posicionado al lado de las tesis de Marta Rovira, que pide una "transición tranquila" que a estas alturas ya es imposible, Sabrià no ha tenido que citar el nombre de Junqueras para dejar claro que se estaba refiriendo a él: "Hay quien ha enfangado hasta límites insospechados un debate interno imprescindible a la vez que oía decir frases como que había que lavar los trapos sucios en casa", haciendo referencia a una de las frases del expresidente de ERC en una entrevista después de que se hiciera público el manifiesto con 300 firmas -iniciales- contra él, entre las cuales las de Sabrià. "La conclusión que saco es que desgraciadamente hay a quien no le importa ni el partido, ni la militancia ni la ciudadanía. Solo la ambición y el deseo personal de controlar una organización para hacérsela a medida", ha dicho.
Una batalla interna a plena luz del día
El escándalo de los carteles de los hermanos Maragall —Ernest Maragall ha estado presente durante la rueda de prensa de Sabrià, a pesar de estar ya retirado de la primera línea política y ha aplaudido sus explicaciones— es la gota que colma el vaso de la crisis interna del partido. Así, Sabrià, que ha asegurado que se marcha no porque sea culpable de los carteles, sino porque cree que es lo que tiene que hacer, ha asegurado que desea que su paso al lado del último cargo que conservaba, el de viceconseller en funciones del Govern, sirva "para hacer más evidentes que nunca los intereses" de los que le "querían fuera". "Ahora ya tienen lo que querían y solo les puedo pedir una cosa: que dejen de hacer daño a la organización y a su reputación".
"ERC siempre será un proyecto colectivo y nunca será el de una sola persona. Yo no tenía ninguna prisa por irme antes de tiempo y pensaba que quizás podría ayudar en estos meses que quedaban", ha continuado, pero ha asegurado que no tiene "ninguna necesidad" de aferrarse al cargo que ocupa desde principios de año: "Ahora ya puedo decir bien tranquilo que soy libre". Pere Aragonès, que no estaba en la rueda de prensa, ha reaccionado al adiós de quien ha sido su mano derecha en los últimos años, con palabras de agradecimiento: "Gracias, Sergi. Por estar siempre, por tu compromiso y dedicación, trabajando siempre por la libertad del país y el proyecto republicano. Como has dicho, el partido de Macià y Companys está por encima de los nombres propios y es el bien a preservar. Y sé que siempre, hoy también, esto te ha guiado", ha escrito en las redes.
Sin cargos de partido
La semana posterior a las elecciones al Parlament del 12-M, donde ERC volvió a perder centenares de miles de votos, Sabrià anunció, como el president Aragonès, que dejaría la política activa una vez se formara un nuevo Govern, en línea con la tesis de Marta Rovira. En estos últimos años, Sabrià ha centrado su tarea en el Govern y no tenía ningún cargo dentro del partido, aunque como Aragonès ha anunciado su marcha desde la sede de la calle Calàbria. Había sido presidente del grupo parlamentario, portavoz nacional, portavoz en el Parlament y secretario de comunicación, pero una vez formó parte del equipo de Aragonès, como director de la Oficina del President, dejó todos los cargos de partido y también el escaño en la cámara catalana. Desde enero, cuando fue nombrado viceconseller, ha podido formar parte de los órganos de dirección, en tanto que miembro del Consell Executiu, como el resto de consellers. Además, también fue codirector de la campaña electoral para las elecciones del 12 de mayo.