Los más de 400 curas y diáconos de los diversos obispados y congregaciones catalanas que hicieron público su apoyo al referéndum del 1 de octubre proponen ahora una homilía para predicar en las misas del domingo que viene. El texto lo han difundido este viernes y se puede leer tal cual a la hora del sermón o como sugerencia para orientarlo.
Por otra parte, los 22 sacerdotes promotores de la Declaración sobre el Referéndum de Autodeterminación han convocado este sábado 30 de septiembre una mañana de reflexión y plegaria sobre el momento político en la Basílica de Santa Maria del Pi de Barcelona de las 11.30 a las 13.00, explica Catalunya Religió.
El texto de la homilía es este:
"Este domingo es muy diferente de los restantes. Todos sabéis que hemos sido convocados a un referéndum de autodeterminación, y que su realización ha topado con muchos obstáculos. Más de cuatrocientos presbíteros y cuarenta diáconos de todo Catalunya, de todos los obispados y congregaciones religiosas, hemos firmado una declaración sobre este tema fundamentados en las palabras que el mayo pasado nuestros obispos dijeron bien claras: "Conviene que sean escuchadas las legítimas aspiraciones del pueblo catalán". Más recientemente, y precisamente de cara al día de hoy, nos invitaron a rogar por esta intención y asimismo lo hizo la comisión permanente de la Conferencia Episcopal Española el miércoles pasado.
Nosotros "consideramos legítima y necesaria la realización de este referéndum", y por eso invitábamos "a los católicos y todos los ciudadanos de Catalunya a reflexionar sobre la importancia de los actuales acontecimientos y a votar en conciencia". Tomamos esta posición pensando que, como siempre, la Iglesia de nuestro país ha querido estar "al servicio de nuestro pueblo", y muy especialmente cuando ha sido ultrajado en sus derechos fundamentales, como desdichadamente hemos visto estos días.
Los cristianos, y los presbíteros al frente, porque creemos, como hemos dicho en la oración introductoria, que Dios "nunca manifiesta tanto su omnipotencia como cuando perdona y se compadece", queremos tener los mismos sentimientos que hemos visto en Jesucristo. San Pablo nos ha exhortado, y deseamos para todo el mundo, pacíficamente, todo aquello que "encontramos a Cristo de fortaleza de alma, de amor que consuela, de dones del Espíritu, de afecto entrañable y de compasión".
Sólo así podremos responder con prontitud en aquello de que Dios nos pida a cada momento, como el hijo mayor de la parábola que acabamos de escuchar. Que sepamos siempre hacer la voluntad de Dios y responder con generosidad a nuestra misión como cristianos y a nuestros deberes como ciudadanos de nuestro país y del mundo. Catalunya, que tiene históricamente raíces cristianas, también merece el día de hoy la aportación de los que hacemos de nuestra fe el estímulo para ser mejores personas".