Las grandes protagonistas de la primera sesión del debate de política general celebrada este martes en el Parlament han sido la propuesta de un acuerdo de claridad al Gobierno por parte de Pere Aragonès, que solo cuenta con el apoyo de ERC, y la petición que el president se someta a una cuestión de confianza por parte de Junts y la CUP. El president ya se ha negado, y otras voces han salido a decir que este no está el momento adecuado por esta votación en el Parlament, en medio de una gran crisis económica y energética. Ha sido, precisamente, el líder de la oposición, Salvador Illa, que ha considerado que una cuestión de confianza al president, "no es lo que requiere el momento complicado" que se vive el país.

Un Govern más débil después del debate

Junts puso sobre la mesa esta posibilidad, en la que hoy ha insistido Albert Batet, si no se cumple el acuerdo de Govern que pactaron los dos partidos para investir al president, ya que consideran que no se está cumpliendo lo que se pactó, sobre todo con respecto al camino cabe a la independencia. La CUP también se ha sumado a través de las resoluciones que se votarán el viernes, cuando acabe el debate, suspendido por el juicio contra su portavoz, Eulàlia Reguant. Ahora, Illa ha asegurado en una entrevista al programa Aquí Catalunya de Ser Catalunya que el Govern sale del debate de política general "más débil", después de un pleno que ha descrito como "autorreferencial", ya que se trataron solo los problemas del Govern y no los problemas de la gente. "Es un despilfarro del tiempo político", ha resumido.

Con todo, y ante las demandas de la cuestión de confianza, Illa ha querido apuntar que el PSC "no es un partido que ayude a la desestabilización", pero, así y todo, todavía no han decidido su posicionamiento sobre la resolución de la CUP. "No seré yo quien añada más inestabilidad a un entorno inestable", ha añadido el dirigente socialista.

Mano tendida para aprobar los presupuestos

Al mismo tiempo, y ante la posibilidad de que el Govern se rompa por las disputas entre los dos partidos que lo conforman que no parecen tener una solución próxima, Illa ha cerrado la puerta a formar gobierno con ERC, o incluso con Junts, ya que el PSC está centrado "en construir una alternativa". "Después de las elecciones se optó por un camino, yo ya dije en su momento que no era el camino que necesitaba Catalunya, pero era legítimo. Desde aquel mismo momento estamos construyendo una alternativa a través del Govern Alternatiu donde señalamos las cosas que creemos que no funcionan. Pero sobre todo intentamos hacer propuestas", ha expuesto Illa, que ha asegurado que "cuando llegue el momento", presentará su alternativa a los catalanes.

Con todo, sin embargo, Illa ha reiterado su mano tendida para la aprobación de los presupuestos, en la que ha ido insistiendo desde que se volvieron a poner sobre la mesa, aunque la prioridad de Aragonès es aprobarlo con comunes y la CUP, que ya lo ha descartado. "Estoy dispuesto a hablar y ayudar. Pienso que es bueno por Catalunya que haya unos presupuestos aprobados con el apoyo más amplio posible. Ganamos todos y generamos más certezas y estabilidades. Es legítimo que el Govern no quiera, ellos sabrán. Mi ofrecimiento es sincero, no es para quedar bien", ha concluido.