Salvador Illa (La Roca del Vallès, 1966) mantiene la mano tendida a Pere Aragonès pese a los recelos de ERC ante un acuerdo con los socialistas. En un contexto marcado por la ruptura del Govern después de la salida de Junts hace ahora tres semanas, el líder del PSC y jefe de la oposición -de hecho, encabeza el partido más votado-, sigue ofreciéndose al presidente de la Generalitat para que Catalunya tenga presupuestos el próximo 1 de enero. Illa, que también ha sido alcalde y ministro de Sanidad con Pedro Sánchez en la durísima etapa de la pandemia, recibe a un equipo de ElNacional.cat en su despacho de la sede nacional de los socialistas catalanes, en pleno Poblenou barcelonés. Es un espacio amplio y luminoso, perfectamente ordenado, que dice mucho del carácter personal y los referentes de quien lo utiliza. En el mueble estantería se alinean diversas fotografías de la trayectoria política de Illa, que bebe en las fuentes del tarradellismo pero también en el PSC de Joan Reventós o de Pasqual Maragall. Con las encuestas a favor, los socialistas ven en la Catalunya pos-procés un nuevo momento para relanzar su oferta política. Sin prisa pero sin pausa, Illa multiplica su agenda de contactos a todos los niveles. El político socialista acaba de llegar de Bruselas, donde se han reunido con tres eurocomisarios. 

Salvador Illa, en la sede del PSC / Foto: Carlos Baglietto

 

Usted ganó las elecciones en votos y tiene los mismos diputados que el president Pere Aragonès, con un gobierno en minoría. ¿Por qué no presenta una moción de censura?

Tenemos el Govern más débil de la historia del autogobierno. Además, tenemos un presidente a quien las dos fuerzas que lo invistieron, Junts y la CUP, le han dicho que no se fían de él y le han retirado el apoyo. El otro día vimos como la líder de los comunes, Jéssica Albiach, decía que el presupuesto del 2022 [votado por su partido] no se estaba cumpliendo. Y nosotros tenemos pendiente el compromiso de reunir la mesa de diálogo entre catalanes. El hecho de que el Govern claramente no funcione no lo tienen que pagar los catalanes. En este momento es importante que hagamos todo lo que está a nuestro alcance para que haya unos presupuestos en vigor el 1 de enero del 2023. Me he ofrecido reiteradamente desde finales de agosto, creo que todavía estamos a tiempo, pero estoy muy desconcertado porque el señor Aragonès y ERC todavía no hayan presentado un proyecto de presupuestos ni aceptado mi ofrecimiento. Esta es la razón principal. Es necesario que haya presupuestos por el contexto complicado que vivimos, y quiero que mi grupo haga todo el esfuerzo para que eso sea posible.

¿Y una moción de censura para convocar elecciones? El diputado Joan Canadell ha declarado que Junts le debería dar apoyo a usted en este supuesto...

No tenemos en la cabeza la moción de censura.

No tenemos en la cabeza la moción de censura

¿A qué atribuye que ERC no quiera aceptar la mano tendida del PSC?

Tendrían que decirlo ellos, pero a mí me parece que es momento de que todos los políticos ponemos por encima de los intereses de partidos y los personales los intereses del país y de la gente. En el contexto complicado que tenemos, eso todavía tiene que figurar más en primer lugar. Todo lo que pase por no hacer todos los esfuerzos posibles por aprobar los presupuestos el 1 de enero es no tener presentes las necesidades de la ciudadanía. Quizás se anteponen a ello otras cuestiones más electorales.

¿Y si finalmente el Govern opta por la prórroga de los presupuestos?

Pues será una decepción muy grande, un muy mal servicio para Catalunya y, a partir de aquí, se tendrá qué ver qué curso tenemos que tomar. Pero cuesta pensar en este escenario. Sería una dejadez de funciones del Govern muy grave.

El viernes se reunió con Aragonès. Un encuentro que llega tres semanas después de la ruptura del Govern y después de las reuniones del president con Junts, la CUP y los comunes. Cómo se lo ha tomado?

No quiero que nadie se lo tome a mal pero cfreo que llegó demasiado tarde. Si yo estuviera en su situación, la reunión habría sido a la mañana siguiente de la ruptura. Necesitar tres semanas para hacer una reunión ya es muy revelador por si mismo.

Ve posibilidades de llegar a un acuerdo con ERC sobre los presupuestos después de esta reunión? 

El president me comunicó que la semana que viene abrirán una ronda con diversos grupos parlamentarios para explicar el marco presupuestario. El PSC asistirá si se nos convoca a esta reunión. Y la posición del PSC es hoy la misma que ayer, y que hace un mes, y que hace un mes y medio, y que hace dos meses. Yo, desde finales de agosto ofrezco, extiendo la mano, para que Catalunya tenga presupuestos el 1 de enero de 2023. Veo pasividad en el Govern de Catalunya porque las cosas deberóian estar mucho más avanzadas. No puede ser que a estas alturas no conozcamos ni el marco presupuestario ni el proyecto concreto que presenta la Generalitat. Jo estoy dispuesto, como siempre he dicho, a ayudar que haya presupuesto en vigor a través de una negociación que, no quiero engañar a nadie, será exigente. Si es que se abre. A partir de aquí, corresponde al Govern tomar la iniciativa y decir con quién quiere abrir esta negociación.

Salvador Illa, durante la entrevista / Foto: Carlos Baglietto
¿El PSC permitirá que el Govern acabe la legislatura?

Esa es una decisión que le corresponde a Aragonès. Él tiene que hacer la lectura de la situación política en Catalunya, la fuerza que tiene y la actitud coherente que tiene que tener. Él es quien tiene la responsabilidad de conducir el país y de, si no se ve con bastantes fuerzas, hacer una convocatoria electoral. La clave de la convocatoria electoral la tiene él, y lo que hemos visto es que llegó a un acuerdo de investidura, después de tres debates de investidura, y se le ha roto. Que se haya roto no me ha sorprendido, pero me ha extrañado la velocidad y la intensidad con que se ha hecho. Sólo le pido que anteponga los intereses de Catalunya a los suyos y explique con claridad qué decisiones toma y por qué las toma. Comprendo también que Catalunya funciona: lo que no funciona es el Govern. Catalunya es un país con muchas capacidades de futuro, pero tiene que arreglarse políticamente. Me reúno con empresarios, gente del ámbito de la cultura, del académico, del tercer sector, de los agentes sociales y eso funciona. Lo que no funciona es la política y espero que Aragonès no quiera pasar a la historia como un freno para el desarrollo de Catalunya.

Catalunya funciona; lo que no funciona es el Govern

¿El president debería someterse a una cuestión de confianza?

Él ya ha dicho que no lo quiere hacer, y es una facultad suya. Dice que se siente con fuerzas para gobernar el país, pero no explica cómo lo quiere hacer con 33 diputados, sin haber ganado las elecciones, con dos grupos que le dicen que no se fían de él, y tampoco acaba de aceptar la mano tendida que le hemos ofrecido nosotros para una opción muy concreta. Nosotros no tenemos ningún interés en rescatar el Govern de Aragonès, pero sí que tenemos interés en que la factura de esta ruptura no la paguen los catalanes por no tener un presupuesto.

Construir una alternativa no me impide extender la mano para que los catalanes no paguen la factura del gobierno fallido de Aragonès

Veo que tiene una actitud de wait and see. ¿Están esperando los resultados de las elecciones municipales?

No, ahora no tengo en la cabeza elecciones. Sé que las hay pero la prioridad en estos momentos del PSC y mía no son las elecciones, sino que haya un presupuesto en Catalunya y paliar en la medida de lo posible una situación muy compleja a nivel social y económico. Yo tengo los mecanismos que tengo, soy el jefe de la oposición, estoy construyendo una alternativa al Govern que los hechos han demostrado que no funciona. Lo seguiré haciendo, pero construir una alternativa no me impide extender la mano en aquellas cuestiones esenciales para que los catalanes no paguen la factura del gobierno fallido de Aragonès. Los hechos van poniendo delante del espejo a todo el mundo, también el presidente de la Generalitat si bloquea las cosas, porque es él que las bloquea sin tomar las decisiones que tiene que tomar. Ni dejando claro que quiere un presupuesto, ni articular los mecanismos para sacarlo adelante con los partidos que se han ofrecido, rechazando una cuestión de confianza... Lo tiene bloqueado.

 

Oriol Junqueras dice que ustedes no trabajan lo suficiente por el final de la represión en Catalunya.

Nosotros no utilizamos este lenguaje ni este tono, y no responderé a provocaciones de otros líderes políticos que respeto mucho. Lo que constatamos es que en Catalunya afortunadamente se ha respetado siempre el estado de derecho, que es fundamental en democracia, y a partir de aquí trabajamos para mirar adelante. No es bueno estar instalados en posiciones de resentimiento constante. Catalunya tiene que mirar adelante, tiene que pasar página de unos años que no fueron buenos para nadie, y estamos en eso. Resolver los problemas de los ciudadanos y no crear nuevos.

¿Trasladaría a la Generalitat un pacto como el que tiene el PSC con Junts en la Diputación de Barcelona?

Tenemos unas diferencias muy grandes con Junts respecto de cuál tiene que ser el horizonte de Catalunya. Pensamos que Catalunya tiene que jugar fuerte sus cartas dentro de una España plural y diversa y en Europa. Veo muy difícil un acuerdo. Ahora, también defiendo que tenemos que buscar acuerdos en materias que podamos entendernos. Con Junts tenemos puntos posibles de acuerdo en temas de infraestructuras, o en materia de uso del catalán en la enseñanza obligatoria. Que tengamos visiones muy diferentes en una materia no tiene que impedir que lleguemos a acuerdos en otras cuestiones con puntos en común. Es un ejercicio normal de política y defiendo que se tiene que practicar este tipo de comportamiento político y es lo que me propongo practicar.

Que tengamos visiones muy diferentes con Junts en una materia no tiene que impedir que lleguemos a acuerdos en otras cuestiones

¿Le preocupa la situación interna de Junts?

A mí no me gusta que formaciones políticas relevantes en Catalunya pasen por situaciones complejas. Todos hemos pasado por ello en algún momento, también el PSC, ERC y los comunes. Deseo, con todo el respeto, que resuelvan su situación. No me alegro nunca de que una formación política tenga estos episodios porque yo he tenido responsabilidades muy altas y sé que son momentos conflictivos. Les corresponde a ellos tomar las decisiones que crean más de acuerdo con su planteamiento político y que la militancia pida.

Salvador Illa, antes de la entrevista / Foto: Carlos Baglietto
Ha estado en Bruselas esta semana y ha dicho que quiere recuperar la influencia que tuvo Catalunya en Europa en la época de los presidentes Jordi Pujol, Pasqual Maragall y José Montilla. ¿Cómo lo hará?

Trabajando, estando presente en los debates, no dejando las sillas vacías, no dejando espacios de influencia que antes habíamos tenido. Catalunya había llegado a unas cuotas de capacidad de influencia en Europa muy altas, y se había conseguido que eso fuera muy transversal a la política catalana. Pujol llegó, también Maragall lo mantuvo y Montilla lo continuó. Eso lo tenemos que recuperar porque en Europa se deciden cosas que afectan muy directamente a nuestra vida cotidiana. Es imprescindible estar al corriente de los debates en Europa, seguirlos y es conveniente tener capacidad de influencia. Ni estamos lo suficiente al corriente desde las instituciones catalanas de qué se cuece a Europa ni tenemos la capacidad de influencia que en otros tiempos habíamos tenido y creo importante recuperarla. Ahora tenemos una presencia que se tiene que reforzar mucho, y tengo interés para que eso sea así, y por eso viajo con cierta frecuencia. Me parece bueno tener claro que tenemos que recuperar influencia en Europa y ayudaré en aquello que pueda.

Tenemos que recuperar influencia en Europa y ayudaré en aquello que pueda

Su visita a la capital europea ha llegado sólo una semana después de la que realizó Aragonès. Usted se ha reunido con un comisario más que el president de la Generalitat. ¿Es coincidencia o una estrategia de presión?

Seré muy sincero: el azar ha hecho que yo fuera una semana después. Hace tiempo que planifico este viaje, y el año pasado por las mismas fechas también hice uno. También entonces me reuní con tres comisarios. En Europa intento ir como mínimo una vez al año. Me alegro de que Aragonès viaje a Bruselas. Me gustaría que fuera más como president de Catalunya porque tenemos que estar presentes para ganar peso e influencia de nuevo y hacer política de verdad. No sale nunca exactamente lo que tú quieres, pero tienes que tener capacidad de influir, como habíamos conseguido no hace tantos años.

Precisamente, en Europa residen exiliados independentistas como el president Puigdemont. ¿Se reuniría con él?

No he ido allí a verme con él. Respeto mucho a estas personas y no me alegro del sufrimiento de nadie. No los otorgaría el calificativo que usted ha utilizado de personas exiliadas, creo que son personas que tomaron una decisión de no hacer frente a unas consecuencias en el ámbito judicial fruto de la aplicación del estado de derecho en nuestro país. Respeto su decisión, pero no la comparto porque creo que uno tiene que hacer frente a sus decisiones. He ido allí a reunirme con las instituciones europeas. No querría que se interpretara como un menosprecio hacia nadie.

 

¿La reforma del delito de sedición tiene que servir para normalizar la situación de los políticos catalanes en el exilio?

Es inteligente, de sentido común, tomar en consideración lo que nos pasó hace cinco años y, según la experiencia últimamente vivida, actualizar el código penal, que es sujeto de mejora. También es inteligente hacer esta actualización del código penal teniendo en cuenta el derecho penal europeo para homologarlo en este sentido. Además, es un compromiso de investidura del presidente Pedro Sánchez, y yo que lo conozco bien, sé que es una persona que tiene por costumbre cumplir sus compromisos y espero que así sea, en lo que queda de legislatura. Ahora bien, sería un error mezclar eso con otros debates como el presupuestario, y no tener presente que es una decisión que tiene que tomar el Congreso de los Diputados. Hay que garantizar una mayoría que en estos momentos no está garantizada.

En estos momentos no está garantizada la mayoría para reformar la sedición

¿La vida política catalana quedará normalizada, como defiende el PSC, mientras exista esta situación?

Se tiene que hacer pensando sobre todo en qué, si hemos vivido una situación que nos ha puesto de manifiesto que hay un recorrido de mejora para actualizar el código penal, es sensato hacerlo. No tanto por lo que podamos conseguir ni para solucionarlo todo, sino porque en la política es bueno tomar nota de las experiencias vividas, sacar lecciones y mejorar lo que se pueda.

El presidente de Castilla-la Mancha, Emiliano García-Page, decía el jueves que Puigdemont tendría que volver a Catalunya y pasar por los tribunales antes de que se reforme la sedición.

La actualización del código penal no se tiene que hacer para beneficiar o perjudicar a nadie, sino para incorporar las lecciones derivadas de una experiencia que hemos vivido. No se pueden hacer excepciones en la aplicación del estado de derecho en ningún momento. No tengo nada más que decir sobre esta cuestión.

La reforma de la sedición no se tiene que hacer para beneficiar o perjudicar a nadie sino para incorporar las lecciones de lo que hemos vivido

Usted ha dicho que es poco clara la propuesta del acuerdo de claridad de Aragonès, pero se parece a la vía canadiense defendida en su momento por el PSC. ¿Cuál es la propuesta de Salvador Illa para resolver el conflicto con el Estado?

Lo más urgente e importante en este momento en la política catalana respecto a esta cuestión es reunir la mesa de partidos. Es un compromiso que suscribimos el PSC, el PSOE y ERC, que no ha cumplido ERC. Y es el más urgente e importante porque es el marco de diálogo entre catalanes que reconoce que en Catalunya hay una pluralidad de maneras de ver las cosas, también en lo referente a la relación que tenemos que tener con el resto de España; y que permite crear un marco de trabajo y confianza para compartir diferentes propuestas. La nuestra es el reforzamiento y la mejora del autogobierno, que es el punto de consenso de la sociedad catalana. Estoy dispuesto a concretarla más, pero creo que se tiene que hacer en el foro adecuado. La manera que Aragonès presentó su propuesta del acuerdo de claridad la desacreditó porque lo hizo en el marco de un debate de política general sin haberlo ni siquiera acordado con sus socios de gobierno, y tampoco tuvimos conocimiento previo nosotros. No veo bien esta propuesta, no es momento de seguir fomentando la división de la sociedad, sino que tenemos que encontrar puntos de consenso. Votar una ruptura no me parece lo más adecuado. Sí que estoy a favor de someter un eventual acuerdo a un referéndum de la sociedad catalana, pero votar un acuerdo y no una ruptura.

 

¿Este referéndum tiene que ser sobre el acuerdo a que lleguen el gobierno de Catalunya y el de España?

Creo que tenemos que llegar a ello los representantes de la ciudadanía de Catalunya. Tenemos que llegar a un acuerdo sobre cómo queremos mejorar nuestro autogobierno y cómo nos queremos relacionar con el resto de España. Es verdad que tendremos que resolver en algún momento el hecho de que el Estatut de autonomía vigente en este momento en Catalunya es diferente del que votó la ciudadanía. Por eso reclamo insistentemente la convocatoria de la mesa de partidos [catalanes], y cuando llegamos al acuerdo se tiene que someter a la ciudadanía de Catalunya. Pero primero tenemos que llegar a un acuerdo entre catalanes, que tenemos maneras de pensar muy diferentes con una división casi po la mitad de la sociedad. Ahora bien, en este momento, en la agenda de preocupaciones de la ciudadanía, hay temas que tenemos que abordar incluso en primer lugar por su urgencia, como el incremento del coste de la vida, la inflación,  cómo utilizamos bien los fondos europeos para impulsar las energías renovables... Sobre el otro aspecto, no digo que no sea relevante, al contrario: propongo esta mesa de partidos e intercambiamos posiciones, nos escuchamos, nos respetamos y miramos qué punto de consenso podemos encontrar.

Estoy a favor de un referéndum pero para votar un acuerdo, no una ruptura

¿Entonces se tendría que volver al Estatut votado y que después quedó descabezado en el Tribunal Constitucional?

No, yo digo que es una anomalía que eso sea así, y creo que el punto de consenso que podemos encontrar es este. Probablemente, esto dejará un poco insatisfecho a todo el mundo, pero requiere mucho coraje llegar a un acuerdo porque te tienes que mover de tu posición. Lo que más me preocupa a mí es que no tenemos ni siquiera el instrumento para hablar de estas cosas. Eso no se ventila con un debate presupuestario de media hora ni un una sesión de control [parlamentaria] Se tiene que buscar un instrumento de trabajo, una metodología y estar todos para generar un espacio de confianza.

Salvador Illa, en un instante durante la entrevista / Foto: Carlos Baglietto
Pero la mesa de diálogo entre la Generalitat y el gobierno de España tampoco ha dado muchos resultados...

Bien, las cosas tienen sus ritmos. Tampoco tenemos que engañarnos diciendo que eso se resolverá rápidamente, pero yo estoy contento con que como mínimo se haya arrancado entre los gobiernos de España y Catalunya, y ha dado algunos frutos. Como el acuerdo de desjudicialización para volver a hacer que la política ocupe un lugar preeminente en la resolución del conflicto, y que no quiere decir que invadamos desde la política ningún ámbito de decisión del poder judicial, sino que volvamos a hacer política para resolver problemas políticos. La comisión bilateral también se ha reunido para hablar de asuntos relevantes en la relación ordinaria entre los gobiernos. Ha disminuido mucho el número de recursos interpuestos por ambas administraciones. Son buenas noticias en un momento complejo.

¿La mesa de diálogo se reunirá antes de que acabe el año, como pide ERC?

Yo no tengo ningún inconveniente pero ERC reclama muchas cosas a los demás que ella no hace. Hace un año y medio que pido que se reúna la mesa de partidos [catalanes]. A ver si conseguimos que se reúna antes de la mesa entre gobiernos.

Elena ya está tardando en dimitir. Y si no dimite, Aragonès lo tiene que cesar, sin dilación

El martes compareció en el Parlament el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, y justificó la destitución del comisario jefe de los Mossos d'Esquadra, Josep Maria Estela, por diferencias en la feminización del cuerpo...

Tiene que irse a casa. El conseller Elena tiene que dejarlo, tiene que dimitir. En primer lugar, un gobernante tiene que resolver los problemas. Si no se ve con ánimos de resolver los problemas, al menos no tiene que crearlos, y está creando demasiados problemas. Le tengo mucho respeto personal, pero yo no vengo a hacer amigos y digo las cosas como son. Ya tarda en dimitir. Y, si no dimite, Aragonès lo tiene que cesar, sin dilación. Porque una persona que cesa al mayor Josep Lluís Trapero y nombra a Josep Maria Estela, y al cabo de diez meses lo cesa porque no está de acuerdo con los nuevos comisarios que ha escogido, eso es una injerencia política. Intolerable. Es dimisión. Y la historia de la feminización no me la creo. Es una coartada que, además, perjudica el concepto de la feminización.

 

¿Hablando de dimisiones, cree que el diputado de Junts Francesc de Dalmases tendría que abandonar el acta de diputado por la polémica con la periodista de TV3?

Hay un código de conducta para los diputados y diputadas que es importante que se observe por parte de todos. Está convocada la comisión del estatuto de los diputados para la próxima semana, y allí es donde hay que aclarar si su conducta ha estado de acuerdo con el código ético y qué decisiones corresponde tomar. No me quiero anticipar a nada y tenemos que ser muy respetuosos con los procedimientos.