El president de la Generalitat electo, Salvador Illa, y el president saliente, Pere Aragonès, se han reunido esta mañana en el Palau de la Generalitat. El encuentro, que se ha celebrado sin presencia de prensa y ninguno de los dos dirigentes ha hecho declaraciones, ha sido a las 11 de la mañana y ha servido para hacer un primer traspaso del trabajo del Govern. Concretamente, Aragonès ha informado a Illa de la situación de algunas de las principales carpetas y retos de país que hay actualmente sobre la mesa en Catalunya. Illa fue investido president de la Generalitat en un pleno del Parlament el jueves. Se espera que durante los próximos días Illa tome posesión del cargo y pueda nombrar el nuevo Govern.
Dar "continuidad" a la institución
Entre los temas que Aragonès ha compartido con el presidente electo hay el escenario macroeconómico de Catalunya para los próximos años y el estado de las finanzas de la Generalitat, el estado de situación de las relaciones Generalitat-Estado, los principales retos en el ámbito de la seguridad y las relaciones con la Unión Europea.
Fuentes del Govern de la Generalitat aseguran que la voluntad de Aragonès es "dar continuidad a la defensa y el prestigio de la institución" y por eso remarcan que ha querido hacer "un buen traspaso" para que el nuevo Govern pueda trabajar para la ciudadanía "desde el primer día y en las mejores condiciones posibles". Según las mismas fuentes, Aragonès considera que ha dejado una Catalunya "mejor" que la que encontró en el 2021, "con más herramientas, más recursos, más ámbitos de poder y de gestión" y "con acuerdos políticos de fondo que, en su implementación, supondrán un salto adelante en la soberanía del país".
Aragonès se despide de los trabajadores
Además, Aragonès también se ha despedido este viernes a través de una carta del conjunto de trabajadores públicos de la Generalitat. Aragonès les ha agradecido "el compromiso cotidiano con el país y su gente" y ha subrayado que él se va convencido de que "la principal institución de Catalunya la forma un colectivo humano capaz de hacer frente a cualquier reto". "Me despido con la tranquilidad del trabajo hecho y la satisfacción de dejar el país mejor de lo que lo encontramos", ha añadido Aragonès.
El president saliente ha asegurado que ser president de la Generalitat "ha sido el mejor honor que todo catalán puede tener" y ha asegurado que, a la vez, es "una responsabilidad enorme que exige dedicación, visión, empatía, vocación y confianza". También ha destacado su "confianza" en "el equipo humano que hace que las cosas pasen" y que es "imprescindible para asegurar la continuidad institucional y hacer avanzar el país".
El president saliente también ha querido agradecer el trabajo hecho a los trabajadores públicos y se ha referido a algunos de los retos a los cuales se han tenido que enfrentar los últimos años, como la sequía o el coronavirus.