Salvador Illa da un paso más en su estrategia de normalizar y recoser las relaciones entre Catalunya y el Estado español y ofrece Barcelona como sede para la próxima Conferencia de Presidentes. Este ha sido uno de los mensajes que ha expresado el president de la Generalitat en su intervención durante la cumbre que se está celebrando este viernes en Santander y que agrupa al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a todos los líderes autonómicos. “No encontrarán el Gobierno de Catalunya en el choque y la confrontación. Sí en los espacios de cooperación y compromiso”, ha afirmado el presidente catalán, que ha apostado por una “financiación solidaria” con el resto de España y ha lanzado un dardo a Isabel Díaz Ayuso: “No aceptaré lecciones de solidaridad de los que practican la insolidaridad fiscal”. La Conferencia de Presidentes, que llega a la 26.ª edición y celebra veinte años desde su instauración, tiene cuatro principales temas encima de la mesa: la financiación autonómica, la inmigración, la crisis de la vivienda y la falta de personal sanitario. Uno de los compromisos de Pedro Sánchez ha sido convocar en enero un Consejo de Política Fiscal y Financiera para condonar parte de la deuda autonómica. Además, la Moncloa afianza la voluntad de abordar un nuevo modelo de financiación que “concilie multilateralidad y bilateralidad”.

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Sería la quinta Conferencia de Presidentes presencial fuera de Madrid

Hoy por hoy, de las 26 Conferencias de Presidentes que ha habido desde que José Luis Rodríguez Zapatero las inauguró en 2004, solo ha habido cuatro que hayan sido fuera de Madrid. Este viernes, el presidente español y los líderes autonómicos se han citado en Santander, donde la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha ejercido de anfitriona. Los otros tres precedentes son en marzo del 2022 en La Palma (para abordar las consecuencias de la erupción volcánica), en julio del 2021 en Salamanca y en julio del 2020 en La Rioja. “Uno de los grandes aciertos durante estos últimos años ha sido ser conscientes de que, si queremos que la ciudadanía perciba a la Administración General del Estado como una administración próxima, es importante también que salga de Madrid y se acerque a todos los territorios”, ha reivindicado Pedro Sánchez durante su discurso inaugural.

Y es que la tradición inicial era celebrarlas en el Senado, como cámara de representación territorial: fueron allí en 2004 y en 2005 (con Pasqual Maragall como president de la Generalitat), en 2007 y en 2009 (con José Montilla), en 2012 (con Artur Mas) y en 2017 (sin Carles Puigdemont). Las siguientes catorce fueron telemáticas entre marzo y junio de 2020 a raíz del confinamiento por el coronavirus (también lo fue la de septiembre). El Senado volvió a acoger las cumbres de octubre de 2020 y de diciembre de 2021.

Salvador Illa abandera la “lealtad”, el “diálogo” y la “cooperación” entre instituciones y administraciones

Durante su discurso, de unos diez minutos, Salvador Illa ha apelado a “la lealtad, el diálogo y la cooperación entre instituciones y administraciones”, ha querido hablar “desde la solidaridad, la fraternidad, la implicación y el rigor” y ha expresado un recuerdo y mensaje de solidaridad con el País Valencià y las víctimas de la DANA, que ha causado 223 muertes. Asimismo, ha puesto encima de la mesa “varios consensos claros”. En relación con la financiación, ha subrayado que todas las comunidades autónomas “coinciden en que el modelo de financiación autonómica actual se tiene que revisar y actualizar porque no responde a las necesidades reales de las autonomías” y ha apuntado que “donde mejor se refleja la ineficacia del actual modelo” es en la atención sanitaria pública universal, que “tiene que ser reforzada”.

Por otra parte, ha lamentado que el acceso a la vivienda es el “elemento de más desigualdad” de Catalunya y ha reivindicado que el programa diseñado por el Govern, con 50.000 viviendas hasta 2030 y la inversión “más importante hecha nunca por una comunidad autónoma en materia de vivienda”, es el “más ambicioso” de la historia a nivel estatal. Finalmente, sobre inmigración, ha pedido “humanizarnos” y ha apostado por la “responsabilidad” de “poner nombres y apellidos”. “Integrar nos enriquece, Catalunya ha sido, es y quiere seguir siendo tierra de acogida por convicción, por elección y por necesidad”, ha remachado.