Sin Carles Puigdemont en el hemiciclo, que después de su discurso en el Arc de Triomf de Barcelona en su retorno del exilio ha desaparecido, pero sin haber delegado su voto en este pleno, Salvador Illa ha pronunciado su discurso de investidura. El primer secretario del PSC consiguió la semana pasada el apoyo de los veinte diputados de ERC y los seis comunes para conseguir los 68 votos necesarios para ser investido como president de la Generalitat de Catalunya. Estos dos pactos, que ponen énfasis en la nueva financiación y la defensa del catalán acordadas con los republicanos, y las medidas de vivienda pactadas con los de Jéssica Albiach, han centrado buena parte de su discurso. Acabado su discurso, que ha durado unos 40 minutos, Rull ha anunciado un receso de una hora. Desde Junts, partido que tiene la presidencia de la cámara, han ido advirtiendo que en caso de que Puigdemont, diputado electo, fuera detenido, pedirían suspender el pleno, pero en el momento en que Illa ha acabado este discurso la detención no se había producido.

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Illa ha iniciado la intervención recordando la figura del president Josep Tarradellas para acto seguido dejar claro que su voluntad es trabajar para restablecer íntegramente "la totalidad del derecho político" de toda la ciudadanía de Catalunya y de sus partidos. Sin mencionar en ningún momento el nombre del president Puigdemont, Illa ha reclamado así al poder judicial, después de manifestar su respeto por estas instituciones, la aplicación de la ley de amnistía, aprobada a finales de mayo en el Congreso. El Tribunal Supremo se ha negado a amnistiar a Puigdemont, y al resto de líderes del procés, por el delito de malversación, motivo por el cual todavía no se les ha aplicado esta norma. Así, Illa ha reclamado que la ley se aplique de manera "ágil, rápida y sin subterfugios", para conseguir la "normalización plena" en el país.

Salvador Illa y Pere Aragonès se saludan / Foto: Montse Giralt

 

Agradecimiento a ERC y comunes con compromiso para desplegar los acuerdos

Buena parte del discurso de Salvador Illa ha ido destinado a explicar sus acuerdos con ERC y comunes, que le permitirían llegar a la presidencia de la Generalitat (el primer socialista desde el 2010) y las políticas que quiere desplegar desde el Govern, que ha descrito como la "tercera gran transformación de Catalunya". La primera, ha asegurado, fue el despliegue de las instituciones del autogobierno con Jordi Pujol; la segunda, de carácter social, con los gobiernos de los tripartitos y ahora la tercera, cuyos "cimientos" ha puesto, según Illa, Pere Aragonès durante su presidencia. Durante su discurso, Illa ha elogiado la tarea de Govern del republicano, que ha seguido el pleno desde primera fila, como president en funciones: "Me encuentro con un país mejor del que usted se encontró al inicio de su mandato", le ha agradecido.

Con respecto a los acuerdos con ERC —que la militancia validó con poco más de un 53% de los votos en una consulta con una gran participación— y los comunes, Illa se ha comprometido a desplegarlos íntegramente, recordando que estos son para la investidura y no para el conjunto de la legislatura. Si Illa finalmente es investido president de la Generalitat, su Govern será monocolor, aunque ninguno de los dos partidos ha descartado entrar a posteriori. En el caso del acuerdo con ERC, Illa ha destacado la nueva financiación para Catalunya, que ha generado un descalabro dentro del PSOE con barones del resto del Estado oponiéndose. Por eso, ha subrayado que esta financiación "no pone en riesgo el principio de solidaridad, sino que lo reconoce". En el caso de los comunes, ha puesto el foco encima de las políticas de vivienda "tan ambiciosas como factibles". "Son dos acuerdos de investidura que enriquecen, mejoran y contribuyen, de hecho, forman parte sustancial de la tercera gran transformación de Catalunya", ha resumido el candidato a la presidencia de la Generalitat.

Mano tendida a Junts, PP y la CUP

Illa ha recordado que, en esta legislatura, a pesar de ganar las elecciones con 42 diputados, estos no son suficientes para sacar adelante sus proyectos legislativos en solitario. Así, ha reiterado que prioriza llegar a acuerdos con ERC y comunes, pero remarcando que estos no son los únicos partidos con quienes quiere llegar a pactos. También ha alargado la mano a Junts, PP y la CUP, dejando fuera de posibles acuerdos Vox y Aliança Catalana: "Dialogaré con todo el mundo, también con Junts, el PP y la CUP, a pesar de las diferencias. Creo que en algunas cosas nos podremos entender y será bueno para el país. Dialogaré con todo el mundo menos con los que profesan el odio", ha insistido, en referencia a los partidos ultras de la cámara. De nuevo, haciendo un guiño al Gobierno de Aragonès, ha dejado claro que su voluntad es "construir y no destruir", aunque no está de acuerdo con buena parte de las políticas que se han hecho en los últimos años desde la presidencia de la Generalitat: "Aprovecharé todo aquello que pueda".