El exconseller de Medi Ambient durante la época del tripartit, Salvador Milà, y diputado por ICV hasta 2015 en el Parlament, ha sido nombrado director de servicios de la presidencia del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), en sustitución de Josep Maria Carreras, que ocupaba el cargo desde 2013.
La propuesta la ha hecho la presidenta del AMB y alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, según explica él mismo en su Facebook, dónde ha agradecido "la confianza que me hacen" y ha expresado su voluntad de "asumir la responsabilidad con ganas de trabajar y voluntad de ayudar".
El sueldo para este cargo este año es de 93.570,04 euros brutos anuales y las tareas que realizará estarán relacionadas con la gestión de la ordenación territorial, el acceso a la vivienda y la movilidad, entre otros. Precisamente por eso trabajará "para mejorar la cohesión social, la calidad de los servicios, el acceso a la vivienda, el transporte público y la mejora del medio ambiente de los ciudadanos y ciudadanas del conjunto de municipios metropolitanos".
Polémicas
El exconseller protagonizó un episodio un tanto polémico el año 2005, cuando acaparó prácticamente la sesión de control en el Parlament por haber hecho uso en agosto de 2004 de un helicóptero encargado de vigilar bosques, con su mujer y sus dos hijos. La entonces diputada de CiU Elena Ribera le pidió explicaciones y lo acusó de utilizar medios públicos para sacar rendimiento personal.
Milà se defendió asegurando que antes de subir su familia en el helicóptero comprobó que eso no representara ningún coste añadido y se justificó poniendo sobre la mesa que tiene el "derecho legítimo" de conciliar las tareas oficiales con la vida familiar. Sin embargo, no recibió el apoyo de los suyos y el entonces presidente de ICV y también conseller, Joan Saura, soltó que "que yo sepa, eso no es una práctica habitual".
Años más tarde, en 2011, fue multado con 200 euros por el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, que investigaba el acoso a diputados en el Parlament del 15-J, por no presentarse a declarar como testigo.