La Iniciativa Popular Salvem Cal Macià-Casa Vallmanya ha exigido este martes al ayuntamiento de Alcarràs (Segrià) que empiece los trámites para expropiar el inmueble. La demanda se hace cinco meses después de que la Diputación de Lleida y el Departamento de Cultura hicieran pública su intención de comprar la casa donde residió el president de la Generalitat de Catalunya, Francesc Macià. Sin embargo, la Iniciativa lamenta que las negociaciones con el propietario del inmueble se han estancado mientras se acelera la degradación de las edificaciones, por lo cual exige al consistorio que empiece a tramitar la expropiación del inmueble, según contempla, puntualizan, la Ley de Patrimonio Cultural Catalán.
En este sentido, la Iniciativa ha indicado en un comunicado que la expropiación de Cal Macià requiere que la casa sea declarada Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN). Ante esto, recuerdan que el anuncio de la compra iba acompañado de la explicitación por parte del Govern de la voluntad de declarar el inmueble BCIN en categoría de Sitio Histórico, tal como el Instituto de Estudios Catalanes había recomendado hacer en un nuevo informe elaborado a petición de la Iniciativa Popular.
De esta manera, instan también a la consellera Natàlia Garriga a materializar la declaración del BCIN y a no dejar este tema "empantanado" antes de que se produzca cualquier cambio en la conselleria, fruto de las últimas elecciones.
El pasado diciembre, el Departament de Cultura y la Diputació anunciaron que darían al Ajunament de Alcarràs 920.000 euros. De esta forma, el consistorio efectuaría la compra de la finca, la restauraría y la señalizaría como lugar de memoria. La intervención tendría dos fases: por una parte, el apuntalamiento de urgencia de todos los edificios con el fin de detener su degradación y garantizar la seguridad de las personas; por otra, la restauración y consolidación estructural de las cubiertas y forjados de la masía principal y del patio, así como la restauración y rehabilitación de las fachadas y cierres exteriores, y la adecuación del entorno inmediato.
El alcalde de Alcarràs, Gerard Companys, calificó el acuerdo "de histórico" y celebró que finalmente la Generalitat y la Diputació se hubieran hecho cargo de la financiación que comporta. "Siempre habíamos dicho que casa Vallmanya era un tema de país y, como tal, pedíamos a las administraciones que tenían que sufragar el gasto para poder comprarla y hacer la restauración. Eso será posible", manifestó.