Miquel Sàmper es conseller de Interior desde el 3 de septiembre de este mismo año. Cuando ya pensaba en su retirada de la política local le llega el encargo del presidente Quim Torra, que no puede rechazar. El exnúmero 2 del exconseller Lluís Puig a la candidatura de las municipales del 2019 por Junts per Terrassa es un abogado que lo mira todo desde la mirilla del derecho.

Miquel Samper Conseller Interior - Sergi Alcazar

Foto: Sergi Alcàzar

No le importa reconocer errores, sabe de la complejidad de la conselleria y de su paso fugaz ante la nueva convocatoria electoral, pero ha encarado el trabajo de conseller con unos objetivos claros. Miquel Sàmper es de trato próximo, hablador y desacomplejado. Un conseller de Interior que no pensaba serlo, y de un talante completamente diferente al de sus predecesores.

Sàmper se siente al servicio del país y no duda en decir que si le vuelven a pedir estar al frente de Interior, no dirá que no.

Miquel Samper Conseller Interior - Sergi Alcazar

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¿Conseller, como ha sido el aterrizaje en el departamento de Interior?

En primer lugar, una sorpresa. Yo estaba en la política municipal, a punto de dejarla. Dos días antes de mi nombramiento recibí la llamada del presidente y, por lo tanto, en primer lugar, fue una sorpresa. Y es verdad que es una conselleria muy sensible, muy compleja. Estos dos primeros meses han sido de aterrizaje sobre todo informativo para llegar a tener una idea de lo que es un país como Catalunya y un departamento con 17.000 mossos d'esquadra, bomberos y mucha gente trabajando, hecho que implica mucho tiempo de estudio para cogerle el punto. Aun así el punto cuesta cogerlo por la complejidad de la materia de interior, pero estoy muy motivado, contento y con ganas de dar la vuelta a la imagen que hay en la calle. Me gustaría que esta conselleria dejara de ser una trituradora de consellers porque se tienen que dejar muy claros los límites y las reglas de trabajo y que el siguiente conseller lo tenga más fácil que mis predecesores.

Me gustaría que esta conselleria dejara de ser una trituradora de consellers

¿Con unas elecciones a la vista cómo se plantea hacer este cambio? Si con una legislatura normal ya es difícil, con elecciones en febrero...

Es complicado. Un gran amigo mío, Jaume Alonso Cuevillas, decía que Interior es un transatlántico que cuesta mucho hacer girar. Pero pienso que ya se han visto cosas. Si somos capaces de hacer ver a la sociedad y a los mossos que el orden público es aquella coexistencia de derechos fundamentales, por un lado, como puede ser la manifestación, la protesta, la huelga, y, por el otro, la integridad física y la seguridad de todos los catalanes, seremos capaces de hacer ver que la coexistencia de estos dos derechos, y si somos capaces de hacerlo entrar en la sociedad, yo ya me marcharía contento. Y tenemos que tener en cuenta otro principio: la policía es policía judicial y siempre está obrando bajo el mandato de una orden judicial. Si somos capaces de ir insertándolos en la sociedad, seremos capaces de tener una visión de Interior muy diferente a la que ha habido hasta ahora y eso es lo que permitiría que los siguientes consellers lo tengan más fácil.

Usted es abogado y tiene otra visión.

Yo pienso en derecho y todo lo veo en forma de norma. Incluso lo veo fácil. Debemos ser capaces de vivir con la coexistencia de derechos que te viene marcada por la tendencia y la línea jurisprudencial ¿de quién? ¿del Supremo? No. ¿Del Constitucional? Tampoco. Del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, que es quien marca realmente la forma en que se tienen que interpretar todos los derechos de todos los países que forman parte de la Unión Europea. Y me gusta poner un ejemplo: en nuestro código penal hay injurias a la Monarquía. Quemar una figura del monarca es un delito pero el TEDH ha dicho que no tiene que ser un delito y, aunque no hay una modificación legislativa todavía en el código penal, está la interpretación que se hace de estas actuaciones y ya sabemos que no es delito. Esta es la línea: siempre interpretar estos derechos en consonancia con la última interpretación, que siempre será la más progresista.

Miquel Samper Conseller Interior - Sergi Alcazar

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Desde hace muchos consellers que el orden público ha estado en el punto de mira. Ha habido grandes cargas y diferentes consellers que han marcado un talante. ¿Usted ha marcado un talante para los antidisturbios?

No he tenido tiempo de marcar una tendencia pero sí que los mandos saben cuál es mi idea. Y ya se han visto ejemplos el 11 de septiembre y el 1-O con una actuación menos intervencionista. Después de la sentencia del presidente hay un grupo que entra en el parque de la Ciutadella. Para hacerlo rompen la puerta, son delitos de daños, sí. Pero está la libertad de poder expresarse ante un hecho que a un pueblo le hace daño, como es una sentencia que inhabilita a nuestro presidente. Lo que ya no se permitió es que se entrara en el Parlamento. Todos los derechos tienen límites, incluso el derecho a la manifestación, la libertad de expresión, la protesta... ¿Y donde están los límites? Pues en otros derechos fundamentales que protegen bienes jurídicos que pueden ser superiores. Entrar en la casa del pueblo nunca se permitirá como tampoco se tendría que permitir nunca que la libertad de expresión o la libertad de manifestación pueda atentar contra la vida de las personas.

La diferencia son las formas, ¿no? Como evitar que entren en el Parlamento con las porras o con la mediación. ¿Cómo ve la unidad de mediación de los Mossos d'Esquadra?

Importantísima. Importantísima hasta el punto que tendríamos que multiplicar como mínimo por tres el número de efectivos en el ámbito de la mediación. La mediación es un intento de evitar el desorden público mediante una conversación. Algo tan sencillo como esto. Por lo tanto, es una vertiente que tenemos que trabajar y mucho. Ya se han hecho progresos importantes pero el número de efectivos que tenemos destinados a la mediación todavía son reducidos.

Eso entronca con el modelo de policía. ¿Cuál es el modelo que tiene en la cabeza?

Yo en la cabeza tengo un sistema de seguridad. ¿Y el sistema de seguridad qué significa? Pues aquella unión de todos los cuerpos que tenemos en Catalunya. Tenemos 17.000 mossos d'esquadra pero tenemos más de 10.000 policías locales. Distribuidos sobre el territorio tenemos 216 cuerpos de policías locales que hacen una tarea muy importante en todas las localidades allí donde intervienen. Y por lo tanto ¿cuál es la visión que yo tengo? La visión que tengo es la de la Ley de la Policía Catalana de la época del conseller Pomés, que se trabajó, se guardó en un cajón, volvió a salir y se volvió a guardar en un cajón. A mí me gustaría dejarla preparada para que en la siguiente legislatura se pudiera aprobar.

 

¿Y en qué se basa la ley?

Esta ley pretende generar un sistema de seguridad en Catalunya con la unión de todos los efectivos. Y todos quiere decir Mossos d'Esquadra y policías locales. Sobre todo, con el objetivo principal, a medio plazo de tener una única coordinación. Si comparamos la ratio de los Mossos con Euskadi, Navarra o Madrid, nosotros que tenemos 17.000 mossos tendríamos que tener 23.000. Tenemos un decalaje de 6.000 efectivos a día de hoy si lo comparamos con las otras comunidades. ¿Por qué lo digo? Porque para conseguir eso tenemos dos caminos: Intentar aumentar el techo de efectivos de los Mossos con el Ministerio del Interior. Yo desde el día uno que estoy aquí tuve una conversación con el ministro y se está trabajando en ello. Pero aparte de eso tenemos que hacer otras cosas. ¿Qué dicen los expertos en la materia? La unión de los Mossos y la policía local genera un incremento de eficacia de un 20-25%. Eso quiere decir que sin tener un efectivo más con una coordinación integral de los dos cuerpos tendríamos aproximadamente 4.000 o 5.000 efectivos más sin tenerlos.

¿Habla de un mando único que sería el major de los Mossos d'Esquadra?

Se está trabajando en ello todavía. Tenemos un proyecto de ley donde se habla de una única coordinación donde el tema de los mandos todavía está por definir. Necesitamos un consenso de todos los efectivos. Hay muchas cosas que discutir, como las retribuciones, los sueldos. O quien comanda. ¿El alcalde? ¿El conseller? Hay que coordinarlo ahora con los cuerpos y después con los grupos parlamentarios.

Miquel Samper Conseller Interior - Sergi Alcazar

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Estamos pendientes de que el major Trapero decida qué quiere hacer. Explique cómo fue todo. ¿Qué ha pasado con el major y qué espera de él?

Yo me pongo en contacto con él después de mi nombramiento y le pregunto cuál es su criterio sobre volver o no volver. Y me dice que está pendiente de la sentencia. Está muy preocupado por la sentencia y lo que me dice literalmente es "cuando salga la sentencia ya hablaremos". En los próximos días nos veremos porque es un hombre de palabra y estoy convencido de que querrá hablar conmigo. Tenía unos días de vacaciones y desde que ha salido la sentencia ha estado fuera.

¿Por qué nos estamos planteando si el major Trapero quiere ser jefe del cuerpo o no?

La situación del major Trapero tiene muchas connotaciones. Las personales y las políticas que implica. Que nadie olvide que quien lo destituye es el 155 y eso implica restitución. Yo pertenezco a un partido político independentista y en nuestro ideario mental está la restitución. Después están las consecuencias que tendría esta restitución. Me gustaría desvincular el elemento político de dejar las cosas como estaban un día antes del 155. Declaremos nulo el 155 y volvamos al escenario que había entonces. ¿Y un día antes quién era el major? El major Trapero. Tengo la obligación de ofrecer la posibilidad de que el pueblo de Catalunya haga borrón y cuenta nueva con el 155 y eso quiere decir volver un día antes, por lo tanto, Josep Lluís Trapero tiene la opción de volver. Eso es lo que le dije en septiembre. ¿Las consecuencias cuáles son? Obviamente tiene que tener un comisario jefe. Por lo tanto, no sería un cese del comisario en ningún caso [Eduard Sallent], con quien tengo una buena relación personal y profesional. Por lo tanto, los cambios que pueda haber no tienen nada que ver con el trabajo hecho o no hecho por el comisario, sino que es un tema de declarar la nulidad del 155.

¿Usted quiere que Trapero sea major con todos los efectos?

Tengo que hablar con él, tengo que ver cómo está a título particular y entonces lo decidiremos. Yo con él tengo relación desde hace 2 meses. No lo conocía personalmente. Lo conocía de verlo por la tele. Quiero respetar lo que él considere que es lo más oportuno.

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Esta sentencia deja absueltos a los cuatro investigados pero sobre todo libera de una injusta presión al cuerpo de los Mossos d'Esquadra

La sentencia deja claro que los Mossos actuaron como hacía falta, pero el cuerpo ha sido cuestionado. ¿Cree que uno de sus deberes es proteger al cuerpo para que no se lo utilice políticamente?

La absolución del major Trapero, del Sr. Puig, el Sr. Soler y la Sra. Laplana es la absolución de los 17.000 mossos d'esquadra. En este margen de tiempo se ha cuestionado su profesionalidad, esta sentencia deja absueltos a los cuatro investigados pero sobre todo libera de una injusta presión al cuerpo de los Mossos d'Esquadra. Es una sentencia que deja bien claro que el cuerpo es modélico. Y es curioso que lo diga la Audiencia Nacional y que lo diga poniendo en contrapartida lo poco modélicos que fueron el 1-O la Policía Nacional y la Guardia Civil. Está diciendo que los cuerpos más importantes del estado español no hicieron el trabajo como lo tenían que hacer. El 1-O yo era teniente de alcalde de Terrassa y recuerdo cómo los días previos a todas las escuelas venían mossos y decían a los directores que tenían que firmar porque estaban cometiendo infracciones. ¿Qué quiero decir? Que en aquel momento el cuerpo interpretó la complejidad del momento que vivíamos, la evolución de la sociedad, que había más de 2.000.000 de personas que querían que se votara y en vez de precintar los colegios y evitar que la gente entrara, lo permitieron simplemente con un acta de una infracción administrativa. Yo me siento terriblemente orgulloso de que aquel cuerpo de Mossos d'Esquadra interpretara lo que quería un país. Y si, además, el antiguo tribunal de orden público del estado español ratifica que la actuación de los mossos fue ejemplar quiere decir que los que no quieran ver que aquí en Catalunya tenemos una policía ejemplar, realmente quien tiene un problema son ellos.

Pero no me ha respondido. ¿Usted se cree en el deber de proteger el cuerpo para que no se lo vuelva a utilizar políticamente?

Creo que el cuerpo no ha sido utilizado políticamente. Es imposible que el Audiencia Nacional hubiera hecho la sentencia que ha hecho si hubiera tenido un mínimo de sospecha de que realmente los mandos de aquella época eran utilizados por los partidos políticos. No es menor lo que dice esta sentencia.

No digo de hechos. Digo de imagen y de lo que se quería hacer creer en aquellos momentos.

Eso es otra cosa. Que alguien quisiera decir "tenemos controlados a los mossos" es otra cosa, pero yo tengo clarísimo que no era verdad.

¿Velará para que no vuelva a pasar?

Yo seguro que no lo diré.

El departamento de Interior es uno de los mejores valorados en la gestión de la Covid. ¿Cómo se trabaja dentro de Interior?

Son medidas drásticas y son medidas que no nos gustan pero la pandemia es excepcional. Eso nos pasa cada 100 años. Las medidas tienen que estar a la altura y siempre siguiendo los criterios de las autoridades sanitarias. Somos un poco unos mandados. El PROCICAT es un plan territorial de Protección Civil que está diseñado para todos los riesgos de emergencias menos los nucleares y los bélicos. El resto pasa por el PROCICAT, pero cuando es una pandemia el criterio que manda es el médico. Ejecutamos las medidas, velamos por su control y aquí tanto Mossos d'Esquadra como Protección Civil hacen un trabajo increíble. Estoy encantadísimo, muy sorprendido, de la profesionalidad que hay.

Este mandato se le hará corto. Estamos en las puertas de unas elecciones. ¿Si el nuevo presidente le pide que sea conseller de Interior le dirá que sí?

Estoy disfrutando mucho de este trabajo. Ha sido algo que no hubiera pensado nunca en mi vida, poder servir al país desde una conselleria. Y si el presidente o presidenta me lo pide, y sobre todo mi presidente Puigdemont, yo estaré a disposición de mi país.

Miquel Samper Conseller Interior - Sergi Alcazar

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