El conseller de Interior, Miquel Sàmper, ha asegurado que nadie ha hablado con él sobre los acuerdos que ERC y la CUP están alcanzando en el marco de la negociación para formar gobierno sobre temas de Interior. "Tengo la percepción que (el acuerdo) no existe", ha dicho en declaraciones a TVE. "Me parece mal, no diré la sensación que tengo porque la palabra sería fea, pero creo que no es correcta", ha añadido. El conseller ha considerado que temas como la actuación de los Mossos en desahucios o los instrumentos de orden público que tienen que tener los policías "se tienen que hablar entre todos, con el Departament". Con todo, ha afirmado que "le falta información" para hacer una valoración al detalle.
El conseller ha reiterado que si los Mossos intervienen en desahucios lo hacen por requerimiento judicial. Ha puesto en valor pero que desde su entrada en el Departament se ha trabajado mucho en este tema y en caso de familias vulnerables se trabaja con servicios sociales para facilitar una alternativa. En este sentido, ha afirmado que si la CUP y ERC están negociando la no intervención del cuerpo policial le tendrían que explicar cómo se podrá saltar una orden judicial". "No acabo de ver cómo eso se puede meter en el sistema jurídico que tenemos", ha manifestado.
El uso de las balas de foam
Sobre el modelo de orden público, ha añadido que si se está negociando que no se puedan utilizar balas de foam será porque sí que se puede hacer uso del gas pimienta, que ha recordado que es el otro elemento avalado por el Parlament. El conseller ha asegurado que cuando se restituyó el major Josep Lluís Trapero pidió tener "especial cuidado" con el orden público y ha destacado que se nombró como jefe de la Brigada Móvil el fundador del área de mediación. Ha lamentado pero que esta mediación ahora no es posible porque no hay nadie al otro lado que quiera sentarse a mediar.
Sàmper también ha afirmado que todo indica que fue una bala de foam lo que provocó que una joven perdiera un ojo en las manifestaciones contra el encarcelamiento de Pablo Hasél. En declaraciones a TVE, ha explicado que el informe está "prácticamente cerrado" y que lo que falta es la pericial médica. Según el informe policial, en el momento en que la chica resultó herida "se estaban tirando balas de foam" en la zona donde estaba. Ha añadido que si la conclusión es esta "es evidente que habría responsabilidad patrimonial" y se activaría el protocolo existentes para que la herida fuera "indemnizada". Por otra parte, ha dicho que los responsables de quemar una furgoneta de la Guardia Urbana se pueden enfrentar a una tentativa de homicidio.
El conseller de Interior ha explicado que hay 14 detenidos por los disturbios del sábado y que uno de ellos está "directamente relacionado" con la crema de la furgoneta. Entre estos hay una mujer italiana responsable de rociar con líquido inflamable. Ha insistido en que si la furgoneta hubiera explotado se podría haber producido una muerte y, por lo tanto, lo que ha habido es un homicidio en grado de tentativa. Ha añadido pero que es tarea de la fiscalía determinarlo. El conseller ha valorado que la situación no es un fracaso del sistema de orden público sino que lo que hay es un "fracaso social". Ha añadido que hay que trabajar para dar una respuesta política a la generación de jóvenes que ve pocas perspectivas de futuro. Ha lamentado que la mayoría se manifiestan pacíficamente pero que hay unos "300-400" que son "muy violentos". En este sentido, ha afirmado que el grado de violencia "es muy elevado".
Ha pedido también pero que la gente pacífica "que no tiraba ni una piedra", no ayude a los violentos. Lo ha dicho ya que ha asegurado que el sábado pasado se vio gente que no estaba haciendo actos violentos pero sí haciendo barricadas para que la policía fuera más lenta. Sàmper ha explicado que todavía no se ha decidido si la Generalitat se personará como acusación por los últimos disturbios pero ha supuesto que sí lo hará: "Probablemente sí". Ha afirmado que la violencia "no se puede enmarcar en una cosa normal y justificable" y ha pedido "no confundir" con situaciones como las de la sentencia del 1-O, "dónde se podría llegar a entender que era un pueblo que sale enfadado por una represión inaudita". Ha afirmado que lo que está pasando ahora es diferente y es "violencia gratuidad".