El conseller de Interior, Miquel Sàmper, ha reiterado que no participa de las negociaciones para formar un nuevo Govern. Desde la prudencia que marcan las reuniones a puerta cerrada, tampoco se sale por la tangente al constatar lo que para él ya veía como una realidad desde mucho antes: "Sabía que los Mossos serían objeto político de unas negociaciones y dije 'eso no puede ser' y más en la época que estamos viviendo, por eso salí a hablar el 18", en declaraciones a TV3.
El conseller hace referencia al pasado 18 de febrero, después de los primeros disturbios y protestas por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél y cuando ya una chica había perdido un ojo presuntamente por una bala de foam. Entonces, Sàmper "rogó" a la ciudadanía que, a pesar de "el cansancio y las tensiones por la Covid-19", se mantuviera "la paz social" y remarcó "aislar los violentos", para poder seguir ejerciendo derechos fundamentales como el de protesta.
A pesar de todo, el conseller cierra filas: "No estoy en las negociaciones pero sé que se están llevando de una forma correcta. No me inquieta que la CUP diga que no quiere orden público porque siempre lo ha dicho". Y hace un llamamiento a "revisar de forma urgente" los modelos pero "no cuestionarlo" sino trasladar el debate al Parlament, "una vez esté constituido".
Sobre su continuidad, admite que no renunciará: "Si me piden seguir en Interior, le confieso que me gustaría acabar los proyectos. A disponer para lo que haga falta".
Los protocolos de los Mossos
Sàmper ha insistido en que los episodios vividos en la calle en las protestas pro-Hasél "son violencia" y ha respondido a los sectores empresariales como Foment del Treball que le piden actuar "sin complejos" que "ya lo ha dicho 15 o 16 veces". El conseller ha remarcado que Interior intenta hacer un papel "de equilibrio" entre empresas y manifestantes y ha reprochado a Foment que "ellos no son este equilibrio".
Además, ha apuntado que la policía ha hecho "el trabajo que tiene que hacer y lo ha hecho bien" y lo demuestra, según cree, que ya hace tres días que no hay manifestaciones. Ahora bien, marca dos premisas que desde Interior quieren destacar.
Por una parte, poner en valor la gravedad de los disturbios vividos en la comisaría de Vic: "Este ataque marca un antes y un después, nunca en democracia había habido un ataque así". Y de la otra, más transparencia policial: "Hay que abrir el protocolo de resarcimiento del daño. El gran grueso de cómo se hace la utilización del foam se tiene que hacer público".
A pesar de todo, no niega la mayor: "Sólo se puede prescindir de orden público si se puede hacer mediación, disponemos de un sistema muy bueno y saludable. Estos días no ha habido interlocutor". Y ha recordado que el lanzamiento de foam se autoriza cuando "la línea policial está en riesgo".
¿Apertura de restricciones?
Sàmper, ha confiado que "el aire" que se dé a algunos sectores con la actualización de restricciones "colaborará en distensionar la tensión social". También ha adelantado que de momento no se ha cerrado ninguna medida de cara a Semana Santa pero ha pedido "cautela".
Los bares y restaurantes podrán abrir a partir de este lunes ininterrumpidamente desde las siete y media de la mañana hasta las cinco de la tarde a partir del 8 de marzo.