Los sindicatos y la cúpula de los Mossos han reafirmado la confianza mutua y han defendido sus actuaciones ante las críticas recibidas por su actuación durante las protestas por el encarcelamiento de Pablo Hasél de esta semana. Después de reunirse con los representantes sindicales, el conseller de Interior, Miquel Sàmper, ha cerrado filas con el cuerpo y ha pedido que se les aparte del debate político.

Según Sàmper, los Mossos están actuando "de la manera que el entorno les exige" y ha defendido, una vez más, su confianza en los agentes. Es por eso que, como ya había hecho esta mañana, ha instado a los partidos políticos a apartar los Mossos de las negociaciones postelectorales, ya que considera que "ahora no es el momento", y ha apostado por debatir el modelo de orden público (y en ningún caso el modelo de policía) en el Parlamento.

"La voluntad de mejora es unánime dentro del cuerpo, pero creemos que se tiene que hacer al Parlamento, con un debate con comisiones amplias y expertos. Eso requerirá serenidad y tranquilidad. Ahora tenemos que trabajar de manera conjunta para que eso acabe el más bien posible", ha pedido.

Reivindicaciones de los sindicatos

De momento, a pesar de la valoración "muy positiva" del conseller, los sindicatos todavía no se han pronunciado sobre la reunión. La reivindicación conjunta de los sindicatos, inédita, llegó después de que los mandos de los Mossos, conscientes del malestar que había en el cuerpo, acordaran cerrar filas y blindarse ante posibles injerencias políticas, a la vez que avalaban la actuación de los antidisturbios durante estos días. En concreto, a la reunión han participado los sindicato SAP-Fesol; USPAC; Sindicato de Policías de Catalunya (SPC); SME; SEGCAT; SEIME; SICME; AFITCME y CAT. Todos ellos han lamentado que ánimos dentro del colectivo están muy crispados y aseguran que "están ya en el límite de poder garantizar la paz social". En este sentido, Sàmper ha admitido que habría que haberse reunido antes.

Imagen: La reunión de este domingo / Interior

Es por eso que, incluso, se ha planteado entre el colectivo la posibilidad hacer llevar a cabo una huelga de celo (peticiones de bajas) que dejaría el cuerpo sin efectivos. El malestar en el cuerpo es evidente. Las manifestaciones del conseller Sàmper en el sentido que hace falta una revisión inaplazable y urgente del modelo de orden público de los Mossos d'Esquadra, las exigencias de la CUP, que han hecho del cuerpo moneda de cambio en las negociaciones para el futuro gobierno, el anuncio del vicepresidente Pere Aragonès que habrá cambios en la conselleria, insinuando que no estará en manos de Juntos han acabado de calentar los ánimos de los Mossos, que se oyen que cuentan con el apoyo de los representantes políticos.

Quinta noche

Los Mossos han detenido esta pasada noche a un total de 38 personas en Catalunya relacionadas con los "desórdenes públicos y actos de pillaje" que se desataron después del quinto día de protestas. el grueso|grosor de las detenciones tuvo lugar en Barcelona, con 35 detenidos, 13 de ellos menores de edad; mientras que en Lleida se produjo una detención y en Tarragona dos más, en los dos casos de menores de edad. En los incidentes de Barcelona resultaron heridos cinco agentes de los Mossos d'Esquadra, según las mismas fuentes.