Una bajada generalizada de combustible de veinte céntimos por litro para toda la población o un tope al gas, que podría situarse en 50 euros/MWh. Finalmente Pedro Sánchez ha anunciado este lunes las medidas con las que piensa paliar los efectos de la subida de precios. Mañana se aprobará a través de un decreto en Consejo de Ministros para hacer frente a las consecuencias económicas de la guerra. El Gobierno no quería revelar su contenido hasta que no pasara el Consejo Europeo, donde esperaban conseguir algo, que finalmente ha sido una "excepción ibérica" para España y Portugal para limitar el precio del gas. El ministro Félix Bolaños ya ha contactado con los grupos parlamentarios para trasladar los detalles de la iniciativa, que esperan que cuente con un amplio consenso. Todas estas medidas durarán hasta el 30 de junio. Menos el tope al gas, que necesita el visto bueno de Bruselas, el resto entrarán en vigor el 1 de abril.
En una conferencia titulada Generación de oportunidades, organizada por Europa Press y McKinsey&Company, el presidente del Gobierno ha anunciado las principales medidas del plan de choque que se aprobará este martes. El plan consta de cinco ejes: energía; ayudas a familias, trabajadores y refugiados; apoyo al tejido empresarial, medidas para el transporte y ciberseguridad. De hoy al 30 de junio se prevé una inversión de 6.000 millones de euros en ayudas directas y rebajas de impuestos y 10.000 millones en créditos ICO.
Con respecto a las familias y los trabajadores, destaca especialmente la "bonificación mínima" de 20 céntimos por litro de combustible (no solo para los transportistas); 15 céntimos serán asumidos por el Estado y como mínimo 5 por las petroleras (algunas han anunciado que serán más). Pero se contemplan otras medidas, como la recuperación de los ERTE para evitar despidos, que la revisión de los alquileres no pueda superar el 2%, un aumento del 15% del importe del ingreso mínimo vital, la prórroga de las medidas fiscales en la factura de la luz o la ampliación del bono social eléctrico a 660.000 familias más.
Justamente en el ámbito energético, la principal medida, con carácter "excepcional y temporal", será la fijación de un "precio de referencia" al gas que se utiliza para producir energía. Pedro Sánchez no ha puesto cifra a este límite --que algunos medios sitúan en 50 euros/MWh--, pero sí que ha defendido que permitirá "rebajar significativamente" la factura de la luz". Esta misma semana España y Portugal presentarán una propuesta a la Comisión Europea, que esperan que apruebe "en un muy breve plazo de tiempo". Una vez pase eso, al día siguiente será publicada en el BOE "con efectos inmediatos".
Para dar apoyo a las empresas, el Gobierno abrirá una nueva línea de avales por 10.000 millones de euros y también paquetes para sectores concretas, como 362 millones de euros para el sector de la agricultura y la ganadería o 68 millones para la pesca. Estas se suman a los 1.000 millones ya anunciados la semana pasada para el sector de los transportes. El plan de choque también contempla 150 "actuaciones esenciales" en el ámbito de la ciberseguridad.
"Plan ambicioso"
En su conferencia, el presidente del Gobierno ha defendido que el plan de choque presentado es un "plan serio, ambicioso y también complejo", donde hay muchos sectores en juego. Sánchez ha dejado claro que "el gobierno conoce bien las dificultades, la inquietud y la incertidumbre" que viven ciudadanos y empresas. "Lo que podemos prometer es que nos vamos a desvivir para aplacar al máximo sus efectos, y que distribuiremos los sacrificios de forma equilibrada", ha sostenido el dirigente socialista. Fuentes de La Moncloa destacan la "buena acogida" que han tenido por parte de los grupos parlamentarios y esperan que los partidos "demuestren unidad y responsabilidad en la respuesta a la guerra provocada por Putin y se sumen al gran acuerdo de país".
Todo esto llega después del Consejo Europeo celebrado el jueves y viernes pasado a Bruselas, donde España y Portugal arrancaron una "excepción ibérica" para poder tropezarse con los precios de la electricidad. La propuesta que hagan, sin embargo, tendrá que pasar por la Comisión Europea, que tendrá que dar su visto bueno. Para su implementación, desde el ejecutivo central calculan entre tres o cuatro semanas.