Pedro Sánchez ha vuelto a pronunciarse este lunes sobre una reunión entre él y Carles Puigdemont. Ya anunció hace un año, en conversación informal con periodistas, que tenía previsto reunirse con el líder de Junts per Catalunya y también con el de Esquerra Republicana, Oriol Junqueras. Ahora hace un par de semanas, también con los micrófonos apagados, confesó que vería "coherente" reunirse con el president de la Generalitat del exilio. Y este lunes, en una rueda de prensa desde el palacio de la Moncloa para hacer balance del año, ha confirmado que quiere reunirse con él. "Este gobierno y la sociedad catalana hemos pasado página; tenemos que mirar adelante porque tenemos retos y me reuniré con los líderes" de los dos principales partidos independentistas, ha señalado. Más tarde, al presidente del Gobierno se le ha preguntado si se plantea celebrar esta reunión antes o después de que Puigdemont sea amnistiado, ahora que de momento el Tribunal Supremo se niega a aplicarle la ley. Ha abierto la puerta a hacerlo antes, señalando que ahora mismo esta norma se encuentra en el tejado del poder judicial: "Ahora hay instituciones que han presentado recursos ante el Tribunal Constitucional". "Pero a efectos políticos, la amnistía ya se aplica; entendemos que la amnistía se produce en el momento que está avalada por las Cortes", ha aseverado.

 

Y entonces ha lanzado un dardo contra el PP. Ha señalado que el partido de Alberto Núñez Feijóo también "le aplica la amnistía" a Carles Puigdemont "ahora que votan conjuntamente con Junts". Dicho esto, ha denunciado la "hipocresía" del PP por estar llegando últimamente a pactos con Junts per Catalunya en el carril económico en el Congreso de los Diputados. Ha denunciado que hace un año los populares organizaban manifestaciones en Madrid contra los pactos del PSOE con el independentismo y ahora son ellos los que votan conjuntamente en la cámara baja. En todo caso, lo ha enmarcado en "el éxito de la ley de amnistía" y en la normalización política del independentismo.

También ha sido preguntado en esta rueda de prensa sobre la cuestión de confianza que Carles Puigdemont le exige a Pedro Sánchez. Hay que recordar que la Mesa del Congreso tendrá que decidir el próximo enero si admite o no la proposición no de ley del grupo parlamentario de Míriam Nogueras en la que se insta al presidente del Gobierno a someterse a esta cuestión de confianza. No ha respondido directamente a este punto. El líder socialista, en cambio, ha recordado que Junts per Catalunya tiene "todo el derecho" a sumar fuerzas con PP y Vox en una moción de censura que expulse a Sánchez de la Moncloa y sitúe a un nuevo presidente del Gobierno. "Es constitucional", ha remarcado.

"Tranquilidad" ante la tormenta judicial

Por otra parte, Sánchez ha negado que tuviera conocimiento sobre el correo de la pareja de Isabel Díaz Ayuso admitiendo un delito fiscal antes de que se publicara en los medios de comunicación, ahora que los informes de la Guardia Civil acreditan que la Moncloa tenía en sus manos esta información antes de que apareciera publicada en la prensa. Ha reiterado que su confianza con el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, es todavía mayor que hace unas semanas.

Dicho esto, se ha mostrado "tranquilo" ante las distintas causas judiciales abiertas que asedian a su entorno. "El tiempo pondrá las cosas en su sitio", ha vuelto a manifestar el líder socialista. En opinión del presidente español, esta tormenta judicial es fruto de la decisión del PP de "renunciar a plantear un proyecto político e intentar ganar con bulos lo que no ganó en votos" en las elecciones generales del 23-J de 2023. "En democracia, esta estrategia está destinada al fracaso", ha opinado. También ha insistido en que tiene la intención de agotar la legislatura hasta 2027 y continuar después en la Moncloa sosteniéndose en una nueva "mayoría progresista".

Nuevo decreto ley para gravar a las empresas energéticas y prórroga de ayudas al transporte público

Por último, Pedro Sánchez ha confirmado que el Gobierno ha cumplido el compromiso con Esquerra Republicana, Bildu y Podemos y ha aprobado un decreto ley para gravar a las empresas energéticas. Como PP, Vox, Junts y PNV derogaron la semana pasada este impuesto, el ejecutivo no ha podido prorrogar el impuesto vigente, sino que ha tenido que redactar otro. En cualquier caso, este real decreto tendrá que pasar su examen en el Congreso de los Diputados de aquí a un mes. Junts y PNV son contrarios al gravamen. Pero en este nuevo redactado, el Gobierno ha mantenido intacto el compromiso logrado con los juntaires: Sánchez ha explicado que se ha introducido un incentivo fiscal para aquellas empresas que tengan inversiones estratégicas en la transición ecológica o en la descarbonización. Y, por otro lado, los socialistas han pactado con Bildu que el gravamen acabe convirtiéndose en "impuesto concertado" dentro del modelo vasco. "Ante esto no hay ningún motivo para que el PNV se oponga", sostienen los abertzales en un comunicado.

Por otra parte, Sánchez ha confirmado que el Consejo de Ministros ha aprobado también la prórroga de las bonificaciones al transporte público durante seis meses, una medida que irá acompañada de un "amplio paquete" de descuentos para los viajeros a partir de la segunda mitad del 2025. El ejecutivo también ha dado luz verde al aumento de las pensiones contributivas en un 2,8%. Sánchez, por otra parte, se ha felicitado por los datos del PIB del tercer trimestre y ha apuntado que la economía española será "una de las más prometedoras de 2025".

De hecho, ha hecho un balance "muy positivo" de la evolución de la economía y la creación de puestos de trabajo, así como del despliegue de los fondos europeos. Todo, ha afirmado, en un marco "de estabilidad fiscal" y reducción de la deuda pública. "Estamos creando más empleo que Alemania e Italia juntos", ha afirmado, porque "España avanza y progresa, y según los organismos internacionales lo seguirá haciendo en 2025".