Ninguna sorpresa en el palacio de la Moncloa: Pedro Sánchez se ha acogido este martes a su derecho a no declarar ante el juez Juan Carlos Peinado, que investiga el caso de supuesta corrupción y tráfico de influencias en los negocios de su esposa, Begoña Gómez. Según ha explicado el abogado de la investigada, el exministro Antonio Camacho, la declaración ha durado solo dos minutos. El juez se ha estado dentro de la residencia presidencial, a pesar de todo, alrededor de una hora, porque ha llegado cuando pasaban pocos minutos de las diez (la comparecencia tenía que empezar a las once) y ha marchado a las doce. La defensa de Gómez no descarta que Peinado decida ahora pasar al líder socialista de testigo a condición de investigado. Pedro Sánchez tenía el derecho a no declarar en esta comparecencia ante el juez. Los testigos, a diferencia de los investigados, tienen la obligación de declarar y decir la verdad. Pero hay una excepción en su caso: como que hay una relación matrimonial entre el testigo y la investigada, el jefe del ejecutivo español tiene el derecho a no declarar contra Begoña Gómez. Así lo puntualiza el artículo 416 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

La declaración de Pedro Sánchez se ha producido porque Peinado obedeció la petición de Vox, que ejerce como acusación en este caso y este martes ha tenido el derecho a entrar en el palacio de la Moncloa e interrogar al presidente del Gobierno. La encargada ha sido la abogada del partido ultra Marta Castro. El partido de extrema derecha argumentó que la declaración del líder socialista era imprescindible una vez su esposa se acogió a su derecho a no declarar en su comparecencia ante el juez, y después de que el empresario Juan Carlos Barrabés asegurara que Sánchez había estado presente en alguno de sus encuentros con Gómez en la residencia presidencial.

Manifestación ultra en las puertas de Moncloa

Había convocada para este martes a las nueve y media de la mañana una manifestación de Hazte Oír —una de las acusaciones de este caso— en el parking de la Facultad de Estudios Estadísticos de la Universidad Complutense, que es donde se ubica la entrada en la Moncloa para periodistas. Se han presentado, como cada vez que las entidades ultras convocan españolistas a movilizarse contra Begoña Gómez, solo una treintena de personas. Han entonado cánticos como 'vaya matrimonio, una garrapata y un demonio,' 'Peinado, Castellón, Aguirre y Llarena, harán el posible para cerrarlos en la trena' y 'no es amor, es corrupción', entre varios greatest hits habituales ya en convocatorias para protestar contra la supuesta trama de corrupción de la esposa del presidente del Gobierno.

 

La declaración de Sánchez, presencialmente en la Moncloa

Tanto Pedro Sánchez como la Fiscalía habían pedido a Juan Carlos Peinado que la declaración se pudiera hacer por escrito. El argumento que utilizó el presidente del Gobierno es que su persona es indisociable de su cargo las 24 horas de los 365 días del año, y que la Ley de Enjuiciamiento Criminal le otorga el derecho a declarar por escrito. En una carta enviada al juez, Pedro Sánchez aseguraba que tenía voluntad de "colaborar" con la justicia, pero reclamaba que es su deber es "preservar el sentido propio de la institución" que preside.

Sin embargo, el juez Peinado se ha presentado en el palacio de la Moncloa. Ante la negativa de Peinado, Sánchez se ha convertido en el tercer presidente que declara como testigo ante un juez. Antes de él lo hicieron Mariano Rajoy en el juicio del caso Gürtel y Felipe González en la fase de instrucción del caso Marey.