El secretario general de Junts, Jordi Sànchez (Barcelona, 1964), no esconde la satisfacción por el acuerdo que ha cerrado su partido con ERC para hacer posible la investidura del republicano Pere Aragonès. Para Sànchez, que ha tenido que mantener las negociaciones desde la prisión de Lledoners, este acuerdo es "la primera gran victoria" conseguida dentro de Catalunya por el independentismo ante la represión del Estado. "Hemos sido capaces de superar los efectos de la represión para seguir apostando por buscar una estrategia compartida", asegura después de meses de tensas conversaciones y de un fin de semana maratoniano de negociaciones con Aragonès para cerrar el pacto.

Jordi Sanchez Junts - Sergi Alcàzar

Foto: Sergi Alcàzar

¿Qué es lo que ha desencallado el acuerdo?
Yo creo que al final la responsabilidad de ERC y de Junts de no malbaratar el 52% de votos del 14-F. Si alguien estaba jugando a mantener posiciones o a intentar ganar fuerza ha entendido que no era la mejor manera de poner en valor el mandato de las urnas. Por lo tanto, lo que ha desencadenado el acuerdo es el sentido de la responsabilidad, el sentido común y el dictado de las urnas.

¿Y el temor a una repetición electoral?
Nosotros nunca hemos especulado con la posibilidad de repetición electoral. La prueba es que hacemos una consulta a los afiliados donde les preguntamos si están de acuerdo con validar el acuerdo a que hemos llegado y, en caso contrario, no nos planteamos elecciones, sino dar apoyo a Pere Aragonès para que asuma la presidencia en un gobierno en minoría.

¿Pues, insisto, qué impedía antes que hubiera el acuerdo?
Siempre, en una negociación, hay muchos factores que juegan. Entiendo que es legítimo por parte de la ciudadanía querer saber por qué ahora tenemos un acuerdo y hace cuatro semanas no, pero en una negociación todo el mundo tiene que tener la certeza de que no pierde cosas esenciales, la seguridad de que quien tiene enfrente no le está engañando, y este es un proceso que se hace con el tiempo. Aunque parezca extraño era un recorrido inevitable.

Han tenido que encerrarse usted y Aragonès para hacerlo. ¿Era un problema de los equipos de negociadores?
En absoluto. Pero el mandato de la ejecutiva de Junts el sábado de la semana pasada, dos horas después de que Aragonès anunciara que reorientaban su estrategia negociadora, fue muy claro: se me pidió por unanimidad que asumiera la negociación e intentara cerrarla. Hemos estado en contacto permanente con Pere Aragonès, y con unas dinámicas que han permitido que el domingo a las seis y media de la tarde cerráramos el preacuerdo.

Hemos sido capaces de superar los efectos de la represión para buscar una estrategia compartida

Estos ultimos días, además, desde ERC se le han reclamado los votos que declaró que Junts facilitaría gratis para la investidura si no había acuerdo. ¿Fue un error expresar aquel compromiso?
No. Pero aquello eran unas declaraciones el 4 de abril. Lo que no es de recibo es que a principios de mayo, cuando tenemos escrito y cerrado un 90% del acuerdo con ERC, se pretenda por parte de algunas personas renunciar a este acuerdo para ir a una investidura de gobierno en solitario y en minoría. Nuestra voluntad era acabar de cerrar aquel acuerdo, donde, efectivamente, había algunos elementos que había que concretar. Yo creo que eran más cuestiones de confianza.

¿Y ya han superado estas cuestiones de confianza?
Es obvio que uno de los problemas que hemos tenido esta última legislatura ha sido una desconfianza a partir de un cúmulo de actuaciones y de miradas estratégicas que no son coincidentes en su totalidad. Eso ha provocado muchas tensiones estos últimos tres años. Por descontado, la represión ha contribuido enormemente y este gobierno, este acuerdo de legislatura, es la primera gran victoria en el interior para demostrar que la represión no nos ha vencido, que hemos sido capaces de superar los efectos de la represión para seguir apostando por buscar una estrategia compartida.

Jordi Sanchez Junts - Sergi Alcàzar

Foto: Sergi Alcàzar

¿Por qué?
Porque como el electorado ha decidido, nadie tiene una mayoría absoluta. Todos tenemos que ser inteligentes y preparar esta confrontación democrática que sabemos que llegará. El acuerdo de gobierno se inserta en esta lógica. El independentismo sólo tiene futuro si tiene capacidad de construir una estrategia compartida. Y lo que hemos hecho ha sido darnos una oportunidad de volver a preparar esta estrategia compartida como la preparamos en el 2017.

El independentismo sólo tiene futuro si tiene capacidad de construir una estrategia compartida

¿Desde Junts habían situado la coordinación estratégica como un elemento clave, ha quedado lo bastante definido en el acuerdo?
La concreción de este espacio estratégico es muy clara. Se habla de las funciones, responsabilidades, grupos de trabajo que habrá... Hay claramente una voluntad puesta en un papel, que compartimos todas las formaciones independentistas, para afirmar y comprometernos en que tenemos que trabajar coordinadamente para buscar un consenso y a partir del consenso ser capaces de fijar una dirección del independentismo político y social en este país.

¿Y cómo queda el Consell per la República?
El Consell per la República es una institución que nunca ha pretendido ni tutelar al gobierno de la Generalitat ni al futuro president, ni siquiera dictaminar una estrategia que teníamos que seguir todas las formaciones políticas. Es una institución que aglutina ya una parte importante del independentismo y que lo que plantea es la necesidad de preparar las actuaciones para una realidad que muchos compartimos, que es que el Estado español sólo negociará si delante tiene un independentismo reforzado y con voluntad de asumir una confrontación democrática.

El acuerdo es un reconocimiento a las diversas estrategias sabiendo que todas tienen limitaciones, la de la confrontación y la del diálogo

Junts había dicho desde el primer momento que hacía falta un espacio de coordinación para evitar los conflictos de la anterior legislatura. Tal como ha quedado, ¿es lo que planteaban?
​Seguro que no es el documento óptimo para nosotros, el que haríamos si tuviéramos 68 diputados, igual que tampoco es lo que haría ERC. Pero es un acuerdo suficientemente claro, generoso por las dos partes, para seguir avanzando sin que nadie pierda su identidad ni plantee renuncias. Es un reconocimiento a las diversas estrategias sabiendo que todas las estrategias tienen limitaciones. La tiene la de la confrontación y también la del diálogo. Y por lo tanto, lo que tenemos que hacer es ver cómo nos reforzamos.

Jordi Sanchez Junts - Sergi Alcàzar

Foto: Sergi Alcàzar

Se lo pregunto porque Quim Torra ha criticado a través de Twitter el acuerdo estratégico, diciendo que sin estrategia es difícil gobernar...
Entiendo que él diga, después de su experiencia en el Govern, que sin estrategia es difícil gobernar. Lo entiendo perfectamente. Pero cuando conozca el documento del acuerdo, verá que hay una voluntad de detallar cómo nos tenemos que coordinar y trabajar juntos. Porque nadie, ni partidos ni entidades, podremos por separado imponer nuestra estrategia. Primero porque cada uno tiene la fuerza que tiene y después porque nadie tiene la verdad sobre la estrategia. Habrá un momento en que el independentismo, si quiere avanzar, tendrá que hacer un alto y volverse a plantear un embate al Estado, porque el estado español no tiene hasta ahora ninguna voluntad explícita de llegar a un acuerdo con el independentismo para resolver el conflicto político.

Habrá un momento en que el independentismo, si quiere avanzar, tendrá que volver a plantear un embate al Estado

De momento, sin embargo, ustedes dan el aval a la mesa de diálogo que es la apuesta de ERC...
Junts no espera gran cosa de esta oferta de diálogo. Tenemos un escepticismo notorio porque vemos cómo ha actuado Pedro Sánchez y el Gobierno. No nos llevemos a engaño. Sabemos que el estado español puede estar haciendo perder el tiempo y dividiendo al independentismo con su supuesta voluntad de diálogo, pero también decimos con la misma claridad que en la medida en que esta es una apuesta de ERC, estaremos ahí con lealtad, porque así lo hemos decidido, porque, por la unidad estratégica, nosotros apostaremos. Ahora bien, eso acotado en el tiempo, con indicadores, con una evaluación, con una transparencia que nos permita que en un año y medio, dos años...

¿No se concreta en el acuerdo el plazo de tiempo?
No, porque ya hay un documento firmado por ERC y la CUP que ya fija un plazo. Dos años quiere decir la mitad de la legislatura, es un tiempo prudencial.

¿A partir de aquel momento qué hará el independentismo? ¿Será cuando intervenga el espacio de coordinación?
Precisamente el espacio de coordinación tiene que hacer el análisis y la preparación para ver en qué momento y qué es lo que tenemos que hacer si la vía del diálogo y la negociación no da frutos.

¿Y a este equipo de coordinación ya se le dan pautas sobre por dónde tiene que ir la respuesta?
Hay propuestas, la misma CUP defiende un referéndum.

El Estado no nos regalará el ejercicio del derecho a la autodeterminación. Sólo lo ganaremos si somos capaces de arrancárselo

¿Pero en el acuerdo hay una propuesta?
No, porque precisamente creemos que no es honesto intentar buscar una respuesta con tres meses cuando llevamos tres años sin haber coincidido. Y hay que ser realistas. No tenemos una fórmula mágica para el independentismo, nadie la tiene. Pero sí tenemos una determinación y una convicción. La determinación es que no nos detendremos y la convicción es que no nos regalarán nada. El Estado no nos regalará el ejercicio del derecho a la autodeterminación. Por lo tanto, sólo ganaremos el ejercicio del derecho a la autodeterminación si somos capaces de arrancar al Estado este derecho. Mientras tanto y de manera muy transparente, con poca certeza de éxito pero con lealtad, vamos a coger la palabra de la negociación que el señor Pedro Sánchez ha dicho. Que sea él quien se retrate. De aquí a dos años la sorpresa para mí sería que el estado español hubiera aceptado acordar el tema de la autodeterminación de Catalunya.

Jordi Sanchez Junts - Sergi Alcàzar

Foto: Sergi Alcàzar

¿Este acuerdo de gobierno que han cerrado Junts y ERC no gustará en Madrid?
No lo sé. Lo que me interesa es que guste en Catalunya. Lo que tiene que demostrar en Madrid es que el independentismo en Catalunya sigue vivo y que la gente de Junts, que muchos quieren eliminar del mapa, porque representa una imagen del independentismo que no es complaciente con determinadas actuaciones del Estado, está fuerte y está determinada, y dispuesta a buscar complicidades con el resto del independentismo porque eso es lo que nos hace fuertes. Este acuerdo no gustará en Madrid porque rompe la teoría instalada por el señor Aznar que antes nos romperemos nosotros que se romperá España. Pues hemos demostrado por enésima vez que no nos rompemos, que trabajaremos juntos para ganar la independencia de nuestro país.

Lo que tienen que mostrar en Madrid es que el independentismo en Catalunya sigue vivo

¿Cómo valoró el domingo Carles Puigdemont el acuerdo?
El president Puigdemont por voluntad propia desde el 14 de febrero manifestó que no quería estar en el marco de las conversaciones porque no quería que se le utilizara ni para justificar ni para criticar las decisiones que Junts pudiera tomar. A pesar de todo lo que se ha dicho, no ha participado en ninguna reunión, ni en la elaboración de ningún documento. El propio Aragonès lo sabe, porque en las dos o tres conversaciones que han mantenido se lo ha manifestado, que en estos momentos su papel no es participar en las negociaciones y asume lo que la ejecutiva de Junts acuerde.

Puigdemont tiene un papel fundamental de referencia, de preservar el legado del 1-O. No interferirá en el Govern

¿Y qué papel tiene que tener Puigdemont?
Carles Puigdemont tendrá el papel que él quiera tener. Es el presidente de Junts y nunca ha querido entrar en las cuestiones ejecutivas del partido. Él tiene un papel fundamental de referencia, de preservar el legado del 1-O. Se ha dedicado a trabajar en la preparación de los escenarios que podemos tener en el futuro a través del Consell per la República. Tiene un papel imprescindible en la proyección internacional y la denuncia de los abusos del estado español. Él no interferirá en nada del futuro gobierno de Catalunya ni en la próxima legislatura. Y eso Aragonès también lo sabe desde hace muchas semanas. Que nadie dude de que será leal y al servicio del gobierno de Catalunya como no puede ser de otra manera en cualquier president de la Generalitat.

He ejercido de secretario general. Era imprescindible hacerlo así. Entiendo los nervios de algunos. No me siento cuestionado

Ha habido voces críticas dentro de Junts con la forma como se ha llevado la negociación. ¿Se ha sentido cuestionado?
No especialmente. Es normal que haya voces, que todo el mundo opine. Son voces que han aparecido en algunos medios y las puedo entender. Soy consciente de que he asumido un papel de intentar llevar una dirección muy determinada en estas negociaciones. He ejercido de secretario general. Creo que era imprescindible hacerlo así, en una organización joven, que ha nacido en llena pandémica, sin una estructura aún bien articulada, y que por lo tanto puede haber algunas voces que les hubiera gustado otro tipo de participación quizás más asamblearia. En cualquier caso, la unanimidad que ha habido a la ejecutiva de hoy [lunes] es un ejemplo y las principales decisiones que se han tomado en torno a la negociación política se han tomado bajo el criterio de la unanimidad. Entiendo perfectamente los nervios de algunos, creo que pasa en todas las formaciones políticas. No me siento cuestionado. Es verdad que he pedido actuar en todas las conversaciones fuera de foco. Eso ha generado que hubiera sólo un relato, el de ERC, y que diera la sensación que éramos los culpables de todo. Al final, los hechos avalan que Junts no sólo no ha sido el problema sino que ha sido la solución para que el independentismo avance unido.

También ha habido este lunes un debate intenso a la ejecutiva. ¿Se siente apoyado?
Sí. Entiendo que hay opiniones y es razonable. En un acuerdo es imposible obtener el 100% de los objetivos. Yo mismo soy crítico con el acuerdo. A mí me duele mucho haber perdido Cultura. Pero es obvio que en una negociación no lo puedes conseguir todo. Negociar es el arte de ceder y tener unas prioridades. Yo estoy muy contento porque hemos conseguido no sólo un acuerdo estratégico sino un reparto de conselleries que satisfacen las aspiraciones que teníamos. Creo que nos podemos sentir por un lado satisfechos, pero por el otra enormemente responsables. Junts asumirá alrededor de 16.000 millones a los presupuestos de la Generalitat.

No quiero anticipar ni nombres de personas ni donde ubicaremos la vicepresidencia

¿La persona que asuma Economía tendrá también la vicepresidencia?
Esta es una decisión que tomaremos en breve. No quiero anticipar ni nombres de personas ni donde ubiquemos la vicepresidencia. Es evidente que a Junts le corresponde la vicepresidencia y propondremos al presidente Aragonès la vicepresidencia en la conselleria que consideremos más oportuna.

¿Y la coordinación con Madrid?
Hemos querido de manera muy clara desde el primer momento, que en el caso de Madrid sea el gobierno de Catalunya quien tenga un papel también de coordinación con los grupos parlamentarios. Porque muchas de las cuestiones que se abordan en el día a día en el Congreso y el Senado afectan a la gobernabilidad de Catalunya. Por lo tanto, creemos que es bueno, como quedar recogido, que el propio president de la Generalitat impulse un espacio de coordinación con las formaciones políticas que tienen representación en Madrid.

¿Oriol Junquera qué papel ha tenido en estas conversaciones?
Es el presidente de ERC y supongo que dentro del espacio de ERC habrá sido determinante. Si se refiere a Oriol Junqueras interno en Lledoners y Jordi Sànchez interno de Lledoners que compartimos mesa, patio y muchas horas en el centro penitenciario, no hemos tenido una relación específica porque él no ha querido jugar pública ni privadamente un papel en las negociaciones. Más allá de la participación en dos reuniones que celebramos en Lledoners no ha tenido un papel. Cosa que yo respeto.

¿Está satisfecho del acuerdo?
Sí. No es el acuerdo de mi vida. Nadie puede estar contento de este acuerdo con plenitud. Tampoco, seguro, ERC y eso es la mejor garantía de que es un buen acuerdo. Hemos llegado a un acuerdo posible, que nos respetamos, nos reconocemos en las diferencias pero también nos reconocemos en la necesidad de avanzar conjuntamente. En este sentido es bueno y sólido y nos permitirá avanzar con una fortaleza que no hemos tenido en los últimos tiempos.

 

En la imagen principal, el secretario general de Junts, Jordi Sànchez, durante la entrevista en la sede del partido / Sergi Alcàzar