El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha pedido este jueves que no se ponga en el mismo saco las negociaciones sobre la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y la reforma del delito de sedición. En una rueda de prensa desde Sudáfrica, ha afirmado que el acuerdo entre socialistas y populares para renovar la cúpula de los jueces españoles está "listo", y que únicamente depende del PP que se convierta en una realidad. "¿Queremos renovar el CGPJ? ¿Sí o no?", se ha preguntado de manera retórica el líder del ejecutivo español. "Nadie puede fallar en el cumplimiento de nuestras obligaciones constitucionales", ha afirmado.

 

Sánchez ha hecho estas declaraciones a la vez que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, también se pronunciara sobre la reforma de la sedición. Según el líder de los populares, si se modifica este delito tiene que ser para "ser contundente en el agravamiento de las penas". "Nosotros estamos a favor de concretar con más exactitud estos delitos" y ha manifestado que, a su parecer, el simple hecho de convocar un referéndum ilegal "ya tendría que estar sancionado por la democracia española, aunque incluso no se llegara a celebrar."

"No sabemos hacia dónde va el Gobierno, y necesitamos saber si está dispuesto a proteger la democracia o si prefiere su propia supervivencia", ha manifestado al líder del PP en unas declaraciones hechas en Santander. Asimismo, ha asegurado que España está rodeada de países en los cuales la sedición se castiga con todavía más años de prisión. "Incluso hay donde se aplica la prisión permanente", ha afirmado el líder popular.

La reforma de la sedición, en el Congreso

Las declaraciones de Sánchez y Feijóo han llegado después de que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, prometiera en un intento de seducción a Esquerra Republicana que el ejecutivo de Sánchez llevará la reforma de la sedición al Congreso de los Diputados. De hecho, ha asegurado que el Gobierno tiene el "compromiso firme" de ponerse manos a la obra a la modificación de este delito, a pesar de reconocer que no se trata de un tema que tenga relación directa con los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Dicho esto, la ministra ha afirmado que eso va en la línea de querer "dialogar" con la Generalitat y con la intención de Pedro Sánchez de homologar este delito a los "estándares europeos".

Por otra parte, ha sido el mismo Pedro Sánchez quien esta mañana ha sugerido en una conversación informal con periodistas que la presentación por parte suya de un proyecto de reforma del delito de sedición dependerá de ERC. Es decir, Sánchez quiere dar el paso en firme y antes de presentar nada, asegurarse de que los republicanos se comprometen a dar apoyo a la reforma que se plantee. Aparte de este apoyo a la tramitación de la reforma, el máximo líder del ejecutivo español quiere también que ERC acabe asumiendo que en el marco del 1-O se cometieron delitos.