Pedro Sánchez ha reconocido este viernes que José Luis Ábalos le "informó" de la visita de Delcy Rodríguez a España. El presidente del Gobierno, a pesar de todo, ha defendido que el encuentro fue "privado" y que cuando su ejecutivo se dio cuenta de que había sanciones que impedían a la vicepresidenta venezolana pisar suelo europeo, la visita se canceló. Se trata de una versión diferente a la sostenida por Sánchez en 2020, cuando defendía que no era consciente de la llegada de Delcy a España y que su hombre de confianza había ido al aeropuerto para mediar y evitar que un gobernante venezolano pisara suelo español. "Esta es la participación del Gobierno; cualquier otra cuestión que tenga que ver con supuestas prácticas delictivas tendrán que ser las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y la justicia quien lo dirima, y tendrán que responder aquellas personas involucradas", ha manifestado el líder socialista en una comparecencia ante los medios de comunicación después de haber sido recibido por el Papa Francisco en una audiencia en el Vaticano. Así, Sánchez se ha referido a aquella visita como un "no viaje" de Delcy. Finalmente, ha puntualizado que "las visitas privadas y oficiales de vicepresidentes del gobierno o de ministros de múltiples ejecutivos del extranjero son muy cotidianas y asiduas".

 

El presidente del Gobierno ha sido preguntado por los periodistas sobre el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil entregado al juez que investiga el caso Koldo. Aquel documento señala que José Luis Ábalos tuvo un "papel relevante" en la trama de corrupción vinculada a la venta de mascarillas durante la pandemia del coronavirus, y también que el exministro informó a Sánchez sobre la visita de Delcy Rodríguez.

Sánchez: "No habrá impunidad; quién la haga, que la pague"

Ante el informe policial que acorrala a Ábalos, Sánchez ha sido claro: "No habrá impunidad; quién la haga, que la pague". El presidente del Gobierno ha defendido haber actuado con "contundencia, determinación y convicción" ante "cualquier sospecha de corrupción que se haya podido producir dentro de mi gobierno". Se ha referido de esta manera a las medidas que tomó el PSOE cuándo hace ocho meses estalló un caso de corrupción vinculado a la venta de mascarillas durante la pandemia del coronavirus: expulsar a Ábalos del partido y reclamarle el acta de diputado del Congreso (aunque se negó a ello). "Llegamos a recibir críticas por no haber respetado la presunción de inocencia", ha reivindicado.

Sánchez ha sacado pecho, también, de haber actuado de forma muy diferente del PP una vez hubo sospechas de corrupción sobre quien fue su hombre de confianza (fue número tres del PSOE como secretario de Organización del partido y ministro de la importante cartera de Fomento). "En épocas pasadas no pasó" que hubiera una "respuesta inmediata" por parte de un ejecutivo que muestra su voluntad de "colaboración" con la justicia, ha sostenido al líder socialista. "El Gobierno tiene un compromiso con la regeneración democrática desde que impulsamos una moción de censura contra Mariano Rajoy", ha añadido.