El objetivo es evitar una tercera ola de coronavirus como la primera y la segunda. Así lo ha asegurado este miércoles Pedro Sánchez en su comparecencia delante del Congreso de los Diputados, durante la cual se ha mostrado dispuesto a apretar los tuercas a las medidas. "Si hay que endurecer el plan de Navidad, no tengan dudas de que el gobierno de España lo propondrá a las comunidades autónomas", ha defendido el presidente español, que ha reclamado hacer "un último esfuerzo" a todo el mundo. "Esta Navidad decidimos si evitamos la tercera ola y entroncamos con la vacunación", ha remachado. Aunque ha dicho que España es "uno de los países con mejores datos", ha alertado de que se está produciendo un "aumento preocupante del número de contagios".
El presidente del Gobierno se ha presentado en las Cortes españolas con el mismo mensaje que en la primera y la segunda ola. "Sólo de nosotros depende que no haya una tercera ola", ha advertido delante del hemiciclo. Por eso, ha defendido el estado de alarma durante seis meses, que da un paraguas legal a las restricciones. Y se mantendrá el tiempo que haga falta: ni un día más ni un día menos. "Se levantará cuando haga falta, si es posible antes, pero no se prorrogará en vano", ha garantizado el dirigente socialista.
Sánchez también ha querido abrir una ventana de esperanza: con las vacunas abrimos una nueva "etapa esperanzadora", la del "principio del fin". En este contexto, ha subrayado que el Ministerio de Sanidad está trabajando "a pleno rendimiento" para que las vacunas empiecen a llegar y administrarse lo antes posible. Ya tienen a punto un importante aparato logístico, ha señalado. En este punto, ha celebrado que la empresa catalana Roig Jofre fabrique las vacunas de Janssen.
La comparecencia del presidente del Gobierno ha arrancado con un agradecimiento a la "mayoría plural" que ha mantenido el apoyo a su ejecutivo, después de la aprobación de los presupuestos. En este sentido, ha reivindicado una vez más que "el estado de alarma funciona", asegurando que "hoy somos uno de los países con tasas de incidencia más bajas". Ha recordado que "los gobiernos europeos estamos actuando con los instrumentos que tenemos a nuestro alcance para salvar vidas". Por eso ha instado a las formaciones de la oposición, especialmente el PP de Pablo Casado, a "reconsiderar su posición".
El plan de vacunación
El plan de vacunación aprobado por el Gobierno divide el proceso en tres fases y quince grupos de población. La primera fase, de enero a principios de marzo, será un "suministro inicial". Se dirigirá a unos dos millones y medio de españoles de cuatro colectivos absolutamente prioritarios: 1, residentes; 2, trabajadores de residencias; 3, personal sanitario, y 4, grandes dependientes no institucionalizados.
En la segunda etapa, que irá de marzo a principios de junio, se prevé un "incremento progresivo" de la llegada de las vacunas. La tercera y última fase, que se alargará "durante los meses de verano", perseguirá la vacunación de la totalidad de la población española. Los otros once grupos se encajarán en estas dos etapas. Son los siguientes:
5. Personas en condiciones de riesgo, incluidos mayores de 64 años
6. Personas que viven o trabajan en comunidades en entornos cerrados
7. Personas vulnerables por su situación socioeconómica
8. Trabajadores de sectores esenciales
9. Todo el personal docente
10. La población infantil
11. La población adolescente
12. El conjunto de la población adulta
13. Residentes en áreas de alta incidencia o con posibilidad de brotes
14. Embarazadas y madres en lactancia
15. Personas ya inmunizadas con anticuerpos
Casado, líder del cristianismo
La primera réplica, como jefe de la oposición, ha sido de Pablo Casado, y ha sido especialmente surrealista. El líder del PP ha reprochado a Sánchez que haya hablado de "fiestas del afecto" y no haya hecho referencia a la Navidad. "¿Tanto les cuesta celebrar el nacimiento de Jesús en un país cristiano, en una civilización occidental?", le ha preguntado el dirigente conservador. Le ha reclamado "felicitar la Navidad sin problemas" y ha recordado como el presidente español felicita por Twitter a otras confesiones religiosas. Más allá de esto, Pablo Casado ha asegurado que es Sánchez quien bloquea la renovación del CGPJ y le ha acusado de "cobarde" por no dejar a Podemos fuera de esta ecuación, una de las condiciones de Génova.