Pedro Sánchez inicia esta semana una nueva gira asiática para buscar nuevos mercados de cara a las exportaciones españolas, en medio de la guerra arancelaria impulsada por el norteamericano Donald Trump. El miércoles y el jueves estará de viaje en Vietnam, un país que no ha sido nunca visitado de forma oficial por ningún presidente del Gobierno. Y el viernes visitará China. Será la tercera vez en solo dos años que Sánchez se reúne con su homólogo chino, Xi Jinping. La reunión será clave: la Moncloa insiste en que enmarca el encuentro en las relaciones bilaterales entre los dos países, pero fuentes de la diplomacia española explican que el mensaje del líder socialista en este viaje estará en todo momento coordinado con la Comisión Europea.

Hacía tiempo que el presidente español tenía marcado este viaje en su agenda, pero ahora ha cogido especial relevancia desde que el nuevo presidente de los Estados Unidos decidió provocar en todo el mundo el terremoto comercial del siglo. El Gobierno insiste en que Pedro Sánchez, a pesar de sus habilidades en la diplomacia internacional, no viajará a Beijing en condición de interlocutor europeo. Aseguran que los repetidos encuentros en los últimos años con Xi se enmarcan únicamente en la voluntad de España de mejorar sus relaciones con la segunda potencia mundial, y que quieren ver al gigante asiático al mismo tiempo como un socio, un competidor y un rival; especialmente el primero de estos conceptos. Desde la Moncloa aseguran que el discurso de Sánchez estará en harmonía con el de Ursula von der Leyen y se le trasladará a China la voluntad de la Unión Europea de diversificar sus mercados, un elemento clave en la hoja de ruta económica del Viejo Continente que aboga por ganar autonomía respecto de los Estados Unidos; tanto en el ámbito comercial como en la Defensa. De hecho, este mismo martes la Casa Blanca ha anunciado que elevará los aranceles a China a un 104%.

Precisamente este martes, el gobierno chino ha asegurado que España se sitúa "a la vanguardia" de las relaciones del gigante asiático con los países europeos. "Las dos partes han mantenido siempre el espíritu de respeto mutuo, confianza mutua, beneficio mutuo y resultados mutuamente beneficiosos", ha destacado el portavoz del ministerio de Exteriores, Lin Jian. Así, los chinos confían en que la visita del presidente español sirva para "profundizar en la estrategia mutua y expandir la cooperación" entre ambos países. En plena incertidumbre ante la guerra arancelaria, Beijing aboga por "trabajar juntos para hacer frente a los desafíos globales".

El Gobierno defiende que la búsqueda de nuevos mercados en el continente asiático en ningún caso implica que España quiera dejar de tener a los Estados Unidos como su principal socio comercial fuera de la Unión Europea; porque este viaje no es contra nadie, insisten. Pero defienden que es inteligente reforzar la relación con la segunda potencia mundial precisamente cuando la primera potencia ha impulsado esta guerra arancelaria. Vietnam, además, es un país con la economía disparada. Actualmente, crece a un 6,5%; y se espera que pueda llegar al 8%. De hecho, el presidente francés, Emmanuel Macron, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tienen previsto visitar este país en los próximos días. En el mismo año en que se cumple en 50.º aniversario del fin de la guerra de Vietnam, los Estados Unidos han impuesto para este país unos aranceles del 46%.

Sánchez critica la guerra arancelaria de Trump y confía no sufrir recesión en España

Sánchez, en conversación informal con los periodistas que este martes viajan con él en el avión que va de Madrid a Hanoi, ha criticado la guerra arancelaria impulsada por Trump y ha confiado que España no sufra una recesión. Ha argumentado que el Estado experimenta últimamente un crecimiento económico, con previsiones positivas. Del mismo modo, ha criticado al PP por intentar negociar con la Moncloa la respuesta a estos aranceles mientras a la vez negocia con Vox algunos presupuestos autonómicos.

Las balanzas comerciales con Vietnam y China, completamente deficitarias para España

El objetivo de Pedro Sánchez en este viaje —en el que le acompañarán el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, y el de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Planas— es incrementar las ventas de las empresas españolas en estos dos países. Con China, el Estado sufre un déficit comercial del 70%; importa 45.000 millones de euros anuales y exporta 7.400. Lo mismo pasa con Vietnam; importa 5.200 y exporta 530.

Fuentes de la Moncloa explican que en las últimas visitas que han hecho en China se han encontrado con quejas de empresarios españoles que denuncian encontrarse 'barreras no arancelarias'. Es decir, obstáculos que no tienen que ver con tarifas, pero sí con cuestiones administrativas o reguladoras, así como dificultades para hacer contrataciones. Así, el Gobierno firmará con China un acuerdo para que el gigante asiático facilite la implementación en el país de empresas españolas especializadas en la farmacéutica y la cosmética.

El viernes, el último día de este viaje oficial, Pedro Sánchez desayunará con inversores chinos, y será el mismo día que se reunirá con Xi Jinping. El Gobierno también quiere que el viaje permita mantener e impulsar el flujo de inversiones chinas de los últimos años en el Estado en materias como las baterías, el hidrógeno y la fabricación de vehículos eléctricos. Es por eso que la Moncloa tiene altas expectativas puestas en el desayuno de Sánchez con potenciales inversores.