El presidente español, Pedro Sánchez, se ha ido a tomar un café con el líder del PSC, Salvador Illa, mientras en el Palau de la Generalitat estaba reunida la mesa de diálogo. Al final en la mesa han asistido Félix Bolaños, Yolanda Díaz, Miquel Iceta e Isabel Rodríguez, por la parte estatal, y Laura Vilagrà y Roger Torrent, por la catalana. Sánchez y el president de la Generalitat, Pere Aragonès, sólo han ido a la mesa para saludar a las dos delegaciones, y los dos han celebrado una reunión previa.
Después de comparecer en rueda de prensa, y antes de que lo hiciera Aragonès, Sánchez se ha marchado del Palau de la Generalitat mientras la mesa de diálogo estaba reunida y se ha trasladado a la cafetería El Fornet de la calle Pallars. El periodista de RAC1 Cesc Giró ha publicado varias fotografías del momento.
La conversación entre Sánchez y Illa ha durado 15 minutos. Sánchez se ha tomado un café con hielo, e Illa un té verde. Después de pasar por la cafetería, el presidente español ha participado en la sede del PSC en una reunión extraordinaria de la permanente de la ejecutiva socialista, donde se ha analizado la mesa de diálogo.
Sánchez ha trasladado en rueda de prensa dos ideas clave: las posiciones están "muy alejadas" y la mesa de diálogo tiene que trabajar "sin prisa pero sin pausa". Son las que ha querido trasladar Pedro Sánchez después de reunirse durante casi dos horas con el presidente Pere Aragonès en el Palau de la Generalitat, antes de reactivar el foro de negociación entre el Estado y la Generalitat. Desde la galería gótica, el presidente del Gobierno ha vuelto a certificar el su no a las dos principales propuestas de la delegación catalana: el referéndum de autodeterminación y la ley de amnistía para los represaliados por el procés.
En rueda de prensa después del encuentro, el presidente español ya ha querido advertir, a pesar de la cordialidad, que las "posiciones están muy alejadas" y que eso requerirá tiempo. "Estamos alcanzando acuerdos sectoriales en múltiples ámbitos, pero tenemos posiciones muy diferentes en el ámbito de cómo resolver esta crisis", ha constatado el dirigente socialista. "Ni el referéndum ni la amnistía son posibles", ha asegurado, dejando claro que "el presidente del gobierno siempre respetará la legalidad democrática ni la orden constitucional". Ha ido más allá y ha advertido que "lo que sea España lo tendrán que decidir todos los españoles, no sólo una parte".
Ante eso, Sánchez ha insistido en su "agenda para el reencuentro", que ha entregado actualizada con los avances al presidente Aragonès. Esta agenda recoge hasta 44 demandas de los presidentes Mas, Puigdemont y Torra a lo largo de la última década, menos la del referéndum. Unas demandas que "no han tenido más respuesta que el silencio" hasta ahora. Esta agenda, ha remachado, "amplía el horizonte", para que "no sólo se aborde el futuro político de Catalunya, sino también ámbitos como las infraestructuras, el crecimiento económico, la educación, la sanidad o los servicios sociales".
Y, si bien ha constatado la distancia de las posiciones, Pedro Sánchez también ha explicado que los dos han coincidido en que "la mesa es el mejor camino para acercar posiciones y encontrar soluciones". Dicho esto, el presidente español ha añadido que "los problemas de Catalunya no empezaron ayer ni se resolverán mañana". Y que hay que trabajar sin prisa pero sin pausa, sin plazos. Ha insistido en esta línea que "hay que avanzar sin poner fechas". Una idea que contrasta con los dos años de margen pactados entre ERC y la CUP para la investidura de Pere Aragonès.