Pedro Sánchez ha acabado tragándose sus palabras en el tira y afloja con Junts per Catalunya de los últimos días. Su búsqueda de "votos bajo las piedras" para aprobar exactamente el mismo decreto ómnibus que tumbó el Congreso la semana pasada se ha traducido en aceptar lo que los independentistas le ofrecían desde el día siguiente de la derrota parlamentaria: rescatar las medidas de aquel cajón de sastre, trocearlas, y aprobar por separado aquellas en las que socialistas y juntaires pudieran estar de acuerdo. Junts garantizaba entregar sus votos si la Moncloa salvaba la revalorización de las pensiones y del salario mínimo vital, así como ayudas a los usuarios del transporte público y los afectados por la DANA. Finalmente, gracias a un acuerdo in extremis, ambas formaciones han acordado también abordar los desahucios con medidas que protejan a las familias vulnerables y que al mismo tiempo garanticen el cobro del alquiler a los propietarios, así como el pago de los desperfectos ocasionados por ocupaciones. Y no solo eso: el PSOE, después de haber mareado la perdiz y asegurar que la iniciativa de Junts era inaceptable, tramitará en la Mesa del Congreso de los Diputados la proposición no de ley de Junts en la que se insta al presidente del Gobierno a presentarse a una cuestión de confianza.
En una rueda de prensa para defender la redacción de un nuevo real decreto, Sánchez ha asegurado que, a pesar del acuerdo con Junts, su ejecutivo descarta que se someta a una cuestión de confianza. "No hay ninguna necesidad" de presentarse a esta prueba de fuego, ha defendido. Ha insistido en que "en el acuerdo se reconoce lo que dice la Constitución", y es que "esta prerrogativa está en manos del jefe del ejecutivo con previa deliberación del Consejo de Ministros".
En esta misma rueda de prensa, el líder socialista ha asegurado que "ha sudado la camiseta" y no ha dado "ningún partido por perdido". De hecho, con el fin de intentar llegar a un acuerdo en el último minuto con Junts, el Gobierno ha retrasado este martes la celebración de la reunión del Consejo de Ministros, que en un principio tendría que haber empezado a las 9:30 h de la mañana. Se ha celebrado antes la reunión del Consejo de Seguridad Nacional, que estaba programada para las 11:00 h de la mañana.
Un decreto troceado y el compromiso de seguir negociando, tal como exigía Junts
Ha habido, finalmente, fumata blanca. Y ha sido, prácticamente, tal como lo exigía el principal partido del independentismo, porque han quedado fuera del decreto varias medidas que PSOE y Junts se comprometen a negociar más adelante: ayudas a empresas electrointensivas, suavizar el impacto contable del impuesto a los bancos, subvenciones a empresas sin el balance previo pertinente, perpetuación de unos anticipos para la financiación autonómica sin pactar una redistribución diferente de los objetivos de déficit y sin haber abierto una negociación sobre el concierto económico de Catalunya. Tampoco se incluye la modificación de la ley de la sociedad de la información o del servicio postal, porque Junts denunciaba una vulneración de competencias. Ahora bien, socialistas y juntaires también han acordado que el Estado español le devuelva al PNV el palacete de París que le arrebató el régimen franquista.
Sánchez le quita hierro a las cesiones: "Las cosas salen"
Durante su comparecencia ante los medios de comunicación, Pedro Sánchez ha presumido de presidir un ejecutivo que, a pesar de gobernar en minoría parlamentaria, acaba llegando a pactos con el resto de formaciones políticas. "El diálogo, la negociación y el acuerdo son señales de identidad de mis gobiernos", ha añadido, porque el ejecutivo "suda la camiseta y las cosas salen".
En un mensaje de concordia hacia Junts —que este martes también ha informado de que después de este acuerdo se levanta la congelación de las negociaciones sectoriales—, Sánchez ha agradecido y reconocido a los grupos parlamentarios el hecho de que pese a las posiciones alejadas, "son capaces de pensar en el interés general". En este marco, ha afirmado que aunque el "ruido de la democracia puede parecer incómodo", en referencia al debate que ha generado la falta de acuerdo, "siempre será infinitamente mejor que el silencio de las autocracias".
Así, ha atacado directamente a la "coalición negacionista de PP y Vox", que ha difundido "bulos, mentiras y fake news" en los últimos días sobre el contenido del decreto ley. Estas dos formaciones, ha opinado, conforman un matrimonio nocivo para la democracia española, pero "hacen más fuerte" al gobierno de PSOE y Sumar "porque recuerdan la importancia de que la agenda social del ejecutivo salga adelante".