Ya han pasado cuatro años desde aquel 20 de septiembre de 2017, en el cual la Guardia Civil intervino la Conselleria de Economía y la gente respondió con una de las movilizaciones populares espontáneas más importantes de la historia del país, todo en puertas de la celebración del referéndum del 1-O. Una jornada que fue un punto de inflexión en el independentismo catalán y que dejó una de las imágenes más manipuladas del procés: Jordi Sànchez y Jordi Cuixart sobre un coche de policía intentando desconvocar la manifestación, que sirvió de "prueba" para el encarcelamiento de los dos líderes independentistas.

Ahora, Sànchez y Cuixart viven su primer aniversario del 20-S en libertad con las ideas muy claras. Ambos aseguran que aquel día fue una "trampa" del estado español para combatir el 1-O, de la cual todavía quedan dudas para resolver. "Era un punto de inflexión, no hacía falta tener grandes conocimientos sobre cómo se hacen los cacheos para darte cuenta de que lo que el estado español había preparado era una trampa", explica el presidente de Òmnium Cultural en un reportaje de Catalunya Ràdio emitido este lunes.

Nueva estrategia del estado español

Es decir, Cuixart no ve "normal que hubiera coches de la Guardia Civil con armas, ni que se intentara entrar en la sede de un partido político sin orden judicial, ni que se llevaran a cabo quince detenciones y cuarenta registros en domicilios de servidores públicos, ni que la Fiscalía hiciera público que llamaba a declarar a 700 alcaldes...". "Ni mucho menos preveía que eso supondría que acabaríamos en la prisión, pero tenía muy claro que el estado español había cambiado su estrategia para combatir el referéndum", admite.

Por su parte, quien fue presidente de la Assemblea ha reconocido que "nunca hubiera imaginado que por una manifestación que acabó sin ningún incidente destacable fuera encarcelado y condenado a nueve años de prisión". "No era consciente y lo vi después en un reportaje, que nos habían preparado una trampa," recuerda Sànchez.

Coches con armas

En esta línea, Sánchez destaca que tiene una duda clave todavía por resolver: ¿qué hacían allí dos coches de la Guardia Civil con armas en su interior y sin ningún tipo de vigilancia? De hecho, según el presidente de Òmnium, en un país democrático se habría investigado la actuación de la policía y por qué había un coche con las puertas abiertas y armas dentro.

Aunque los líderes independentistas tienen muy claro que hicieron "lo que tocaba", el expresidente de la ANC reconoce que no volvería a subir encima del coche. Pero no tanto por el miedo a volver a ser encarcelado, sino "porque muchos medios utilizaron la imagen para criminalizar al movimiento". Cuixart, en cambio, ha escrito en las redes sociales su recurrente "¡Lo volveremos a hacer!".

Sobre si imágenes como estas serían posibles hoy día, Cuixart cree que sí, porque "el independentismo está más fuerte que nunca". Y es que, según el presidente de Òmnium, solo hay que ver el éxito de la Diada 2021 y las últimas elecciones en Catalunya, donde el movimiento consiguió el 52% de los votos.

Sànchez se expresa en la misma línea de Cuixart: "Tenemos una reserva muy grande de energía, lo vimos en la Diada". Una Diada que, recordamos, fue la movilización popular más multitudinaria de la Europa poscovid.

 

Imagen principal: Jordi Cuixart y Jordi Sànchez sobre un coche de la Guardia Civil el 20-S de 2017 / ACN