Las primeras horas de los líderes de la ANC y de Òmnium Cultural, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, en la cárcel del Soto del Real han sido marcadas por la asignación de las celdas y largas reuniones con los abogados.
La casualidad hizo que los presidentes de las dos entidades llegaran el lunes por la noche junto con 9 nuevos internos, lo que hizo que los dos pudieran dormir juntos. La incorporación de tantos presos en el módulo de ingresos hizo que ambos pudieron pasar la primera noche haciéndose compañía. Cuando llegaron, les dieron un bocadillo y un trozo de fruta para comer. Por otro lado, también se les entregó ropa para dormir, los mínimos de higiene personal y un folleto de 36 páginas en el que se explica la normativa y los horarios de la prisión.
En la jornada del martes, Sànchez y Cuixart recibieron la visita del trabajador social y del psicólogo del centro penitenciario para analizar cuál era su situación. Después de eso, la dirección decidió enviarlos a dos módulos poco conflictivos, el 1 y el 4. En el módulo 1, hay presos mayores de 45 años y que han entrado por primera vez a la cárcel, y en el 4 se encuentran los presos de segundo grado, es decir, que han cometido varios tipos de delitos. Al contrario de lo que se decía, Sànchez y Cuixart no compartirán espacio con otros presos destacados de la cárcel, como Jordi Pujol Ferrusola, Ignacio González y Sandro Rosell, que se encuentran en otros módulos.
Ayer estuvieron reunidos con sus abogados durante cuatro horas para estudiar los recursos contra el delito de sedición que se les imputa y por los cuales la jueza de la Audiencia Nacional decretó prisión incondicional sin fianza.