El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha participado este domingo en el cierre del congreso del PSC para apoyar el inicio de la carrera de Salvador Illa a la Generalitat. Sánchez, que se ha presentado acompañado de la vicepresidenta María Jesús Montero y los ministros Jordi Hereu y Pilar Alegria, ha garantizado su apoyo desde el Estado a una presidencia de la Generalitat encabezada por el PSC y ha asegurado que, frente a los debates sobre ruptura o recentralización, el objetivo de los socialistas será "desarrollar algo que se llama autogobierno". El líder socialista ha defendido la amnistía a pesar de la tensión política y "el barro" que ha provocado en la política española. "Claro que vale la pena, vale toda la pena para gobernar y servir a la mayoría social de nuestro país", ha defendido.
El PSC han cerrado este domingo las tres jornadas del congreso en qué han exhibido músculo y unidad a las puertas de las elecciones del 12 de mayo. La sesentena de nombres de la ejecutiva propuesta por Illa se han aprobado con un 98% de apoyos de los 1020 delegados que han participado en la votación. Ha sido la tónica general de un congreso en que la presidencia del Consejo Nacional, que encabezará la expresidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha conseguido el 99,2% de los votos.
La amnistía: un instrumento
"Se ha hablado mucho sobre las medidas de gracia, sobre los indultos, la ley amnistía. Pero no nos equivoquemos son instrumentos, herramientas con un objetivo claro, el de la normalización política y la convivencia," ha asegurado Sánchez, subrayando que esta normalización es condición indispensable para avanzar socialmente. El líder socialista ha advertido que el tiempo no todo lo cura, que cuando José Luis Rodríguez Zapatero dejó el gobierno en el 2007, el tiempo empeoró la situación, y se pasó de las manifestaciones consecuencia de un "recurso injusto" del PP contra el Estatut, a "agravar mucho más" el panorama en Catalunya. "Nosotros en cambio, del 2018 en el 2024, seis años, lo único que hemos hecho es construir convivencia y cohesión social", ha remachado.
El líder socialista ha subrayado que el objetivo es avanzar en políticas sociales y el método es el diálogo en el marco de la Constitución. "¿A veces me dicen, vale la pena todo este ruido, todo este barro en que la derecha está intentando convertir la política española? Por descontado, porque no nos tenemos que olvidar lo importante", ha asegurado el presidente que ha desplegado el listado de avances conseguidos por su gobierno.
Según el presidente español, esta es la disyuntiva de las próximas elecciones catalanas, "unir o dividir, avanzar o resignarse al declive que sufre Catalunya desde hace años por haber estado en otras cosas". La conclusión de estos años, en opinión de Sánchez, es que "Catalunya no avanzará ni sola ni dividida, avanzará unida" y que eso es lo que propone Salvador Illa, abrir un nuevo tiempo uniendo a los catalanes y uniéndolos con sus compatriotas españoles.
Cargada contra Ayuso
El presidente español ha dedicado también una referencia a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, cuyo compañero se ha visto envuelto en un caso de fraude electoral por facturas falsas. "Ya sabemos, lo acabamos ver en Madrid ahora, lo que significa patria por la derecha y la ultraderecha. Su patriotismo acaba en sus bolsillos. No hay nada mes antipatriota que defraudar en hacienda. Menos lecciones de patriotismo y más cumplir con la patria, pagando los impuestos. El patriotismo es pagar impuestos", ha disuadido el líder socialista que ha recordado que con los impuestos se pagan escuelas y jubilaciones.
Sánchez ha asegurado ante los delegados reunidos en el Palau de Congressos de Barcelona que nunca ha negado la complejidad de la legislatura, pero al mismo tiempo ha reivindicado que el partido socialista era el único capaz de gobernar esta complejidad, con la reivindicación de la templanza ante de lo que ha descrito como el intento burdo de la derecha y la ultraderecha de emponzoñar la vida política". Ha aprovechado para cargar contra el modelo de oposición del PP, a quien ha reprochado la obstrucción y la polarización. "Al final, si nos paramos a pensar, qué propone la ultraderecha, un 155 permanente, y la derecha, guerra sucia, ilegalización de los partidos. Es decir, el estado de excepción permanente, en Catalunya y en España. Al final, lo que demuestran, además de una enorme frustración es que no aceptan España tal como es. Plural en la política y diversa en el territorial", ha remachado.