Los liderazgos cambian en el Partido Popular, pero no los encontronazos en las sesiones de control del Congreso de los Diputados. Si la semana pasada Pedro Sánchez reprochaba que los populares utilizaban las instituciones del Estado para "perseguir a adversarios políticos", este miércoles se ha centrado en la gestión del conflicto político catalán por parte del gobierno Rajoy. Lo ha hecho vanagloriándose de haber mejorado el clima: "La diferencia en política territorial es que ustedes enviaban piolines a Catalunya y con nosotros la selección española puede jugar en Catalunya sin ningún problema y el 70% de la población de Catalunya no considera la independencia como una prioridad". Un Sánchez que también se ha mostrado dispuesto a reanudar el diálogo "cuando lo considere la parte catalana". Sin embargo, fuentes de La Moncloa descartan que sea antes del jueves 26 de mayo, cuando Sánchez va a comparecer ante el pleno por el caso Pegasus.
La portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, nuevamente ha reprochado las supuestas "cesiones" de Pedro Sánchez a las fuerzas independentistas. Ha aprovechado justamente el escándalo de espionaje a cargo del CNI, recordándole que él estaba al corriente. "Su gobierno supo semanas antes que se espiaba a destacados líderes de ERC por vínculo con revueltas violentas, y luego fue investido por un estrecho margen", ha atacado. Y le ha preguntado: "La clave fueron las 18 abstenciones de ERC y Bildu. A ellos les debe ser presidente. ¿Ha hecho ya bastantes concesiones al independentismo? ¿Todavía le quedan? ¿Cuáles son?".
Y el presidente del Gobierno ha jugado nuevamente al contraataque. "Como se nota el nuevo PP. Me ha preguntado el mismo que el señor Casado el pasado 23-F", ha ironizado el dirigente socialista. Acto seguido, ha contrapuesto la actitud del gobierno de Rajoy, que "enviaba piolines" y a quien "le aprobaban DUIs", con la del actual ejecutivo central, bajo el cual "la independencia no es una prioridad" para los catalanes. "Se llama concordia ante la discordia que ustedes siembran en Catalunya, tanto desde el gobierno como desde la oposición", ha criticado. Un Sánchez que ha vuelto a reprochar que los populares crearan "una mal llamada policía patriótica" para "parar la libretita de Bárcenas" o para "perseguir a adversarios políticos".
Un tono diferente ha exhibido con la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, que le ha preguntado qué piensa hacer para reforzar una "mayoría de izquierdas y plurinacional" que está "tocada" por casos como el CatalanGate. Es en este punto que Pedro Sánchez ha reivindicado su voluntad de diálogo y "reencuentro" y ha recordado los gestos que ha hecho en este sentido. El presidente del Gobierno se ha mostrado "dispuesto" a reunirse con el presidente Pere Aragonès o convocar la mesa de diálogo "cuando lo considere la parte catalana".
Fuentes del Gobierno descartan, sin embargo, que esta reunión entre presidentes sea antes del jueves 26 de mayo, aunque reiteran la plena voluntad de celebrar el encuentro con el objetivo de "rebajar los ánimos". En este sentido, responsabilizan a ERC de la falta de concreción. "Si no se concreta, es por ellos, que priorizan la expresión del malestar y están demasiado pendientes de Junts", sostienen estas fuentes.
Pegasus
Una sesión de control más, el caso Pegasus ha estado muy presente. De hecho, el portavoz del PNV, Aitor Esteban, le ha preguntado si la Policía Nacional o la Guardia Nacional disponen de este programa israelí, un extremo que el mismo Sánchez ha negado. Ante los reclamos del diputado jeltzale, el presidente español ha reafirmado su voluntad de investigarlo a través de varios mecanismos y se ha comprometido a reformar la ley de secretos oficiales, como hace tiempo que reclama la formación vasca. "Estoy dispuesto a escuchar cuantas propuestas sean necesarias para mejorar la confianza", ha concluido.