Un nuevo no al referéndum, por si no había quedado suficientemente claro. Hoy Pedro Sánchez ha vuelto a cerrarle la puerta en la sesión de control en el Congreso de los Diputados. Esta vez ha sido en respuesta a la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, pero el presidente del Gobierno ha repetido los mismos argumentos: que no pueden hacer una consulta que sirva para "dividir a la sociedad" en vez de unirla en torno a un proyecto. "No dividiremos a la sociedad en referéndums binarios que no aportan nada", ha sentenciado el dirigente socialista. Más allá de esto, otro déjà vu: Sánchez se ha vuelto a enfrentar con Pablo Casado, esta vez a raíz de la pitada durante el desfile del 12-O.

En su pregunta, Mertxe Aizpurua ha recordado cómo los independentistas siempre han defendido que consultar a la ciudadanía es el "mejor instrumento democrático" y que "este Gobierno tendría que ponerlo en práctica si aspira a avanzar en la democratización". En este sentido, sin pronunciar la palabra referéndum, la portavoz de la izquierda abertzale ha preguntado a Sánchez si "apuesta por que la ciudadanía decida su futuro político, económico y social" o no.

 

La respuesta de Pedro Sánchez, que "es evidente que compartimos que la ciudadanía tiene que decidir su futuro político, económico y social". Pero hasta aquí las coincidencias. El presidente del Gobierno ha situado por encima de todo la democracia representativa, "la voluntad popular en forma de la representación de los grupos parlamentarios". Así, Sánchez ha cerrado nuevamente la puerta a un referéndum: "Esta es una democracia plena y no aceptaremos dividir a la sociedad española, en este caso la vasca, en función de referéndums interesados y binarios". Y ha remachado: "Lo peor que podemos hacer es fracturar y dividir con referéndums que no aportan nada".

Bronca a raíz del 12-O

El Congreso de los Diputados como campo de batalla para dirimir lo que pasa fuera. Este miércoles, a raíz del abucheo que sufrió nuevamente Pedro Sánchez durante el desfile del 12-O. Ha sido después de que Pablo Casado haya avalado la bronca en el paseo de la Castellana, asegurando que se trata de "la voz de la calle". Por otra parte, el jefe de la oposición y líder del PP ha vuelto a insistir en su discurso catastrofista, según el cual España está caminando hacia el rescate de la Unión Europea: "Esto acabará mal por culpa suya. Le pasará como a Zapatero y el PP tendrá que rescatar a España por tercera vez".

Por su parte, el presidente del Gobierno justamente ha reprochado a Casado y a la extrema derecha de Vox la pitada, por estar detrás. Ha recordado cómo pasa "siempre que gobierna la izquierda". También ha cargado contra declaraciones "falsas" sobre el estado de la economía española. Sánchez le ha rebatido: "España no está en quiebra: crece, crea empleo y tiene una prima de riesgo baja. No sé a dónde lo llevará su oposición, pero le pido que no haga declaraciones que además de ser falsas e insultar a la inteligencia de los españoles, van en contra del interés de España".

Renovación de órganos

Por otra parte, Pablo Casado también ha propuesto a Sánchez renovar los órganos constitucionales pendientes de renovación, como el Tribunal Constitucional, el Defensor del Pueblo o RTVE. Todos menos el Consejo General del Poder Judicial. En su réplica, Pedro Sánchez ha pedido al líder de la oposición que no utilice "una visión ventajista de la legalidad democrática". Y ha reiterado su exigencia: "Cumpla con toda la legalidad democrática y los compromisos de la Constitución". Sin embargo, el ministro Félix Bolaños ha anunciado que esta misma mañana se pondrá en contacto con los populares.