Se cumplen dos años de la sentencia del procés, la cual desató la rabia en las calles cuando se hizo público que los líderes independentistas sumaban más de 100 años de prisión por sacar las urnas a la calle. Uno de los afectados por la represión del estado español, como el resto de líderes del procés, fue Jordi Sànchez, secretario general de Junts per Catalunya, indultado hace unos meses. Sin embargo, Sánchez ha remarcado que "el indulto no es una solución política", según ha declarado en una entrevista en TV3.
De esta manera se ha alineado con la posición del president en el exilio Carles Puigdemont, quien en un artículo en El Punt Avui ha dejado claro que no quiere ser sujeto de un indulto preventivo y muchos menos que su situación personal condicione las negociaciones con el Estado. Al respecto Sànchez ha asegurado que "el problema no es Puigdemont, sino cómo ejercemos la autodeterminación".
"La solución al conflicto es la autodeterminación, no que nosotros salgamos de prisión", ha asegurado el líder de Junts. Sànchez ha insistido en decir que la solución del conflicto con el Estado pasa por una negociación al margen de situaciones personales.
Indultos condicionales
"El indulto no es una solución política. Nosotros no pedimos nuestros indultos", ha recordado el secretario general de Junts per Catalunya. Sànchez ha expuesto sus sospechas sobre los motivos que impulsaron los indultos.
Para el líder de Junts, la concesión de los indultos y la forma en que se hicieron está más relacionada con la imagen del mismo estado español que con los líderes encarcelados. "En nuestro caso, la gente que estaba en la prisión, estoy convencido de que el indulto se adelantó por el informe del Consejo de Europa", ha dicho.
Problemas con la mesa de diálogo
Con respecto al diálogo con el Estado promovido por su socio de Govern, Esquerra, Sánchez ha expresado su escepticismo y ha vuelto a denunciar las limitaciones que se han establecido a los representantes de su partido. "No estamos en la mesa de negociación porque no nos quisieron, porque nos vetaron, porque los que dicen que quieren dialogar quieren escoger con quién hablar".
Los problemas con la designación de los representantes catalanes no son la única cosa que le chirría a Sánchez. El líder de Junts ha acusado a Pedro Sánchez de menospreciar la mesa y buscar poner en evidencia el gobierno catalán. Una actividad que no se presta a la negociación. "Esta mesa tendrá el recorrido que tendrá, ya hablaremos dentro de seis o doce meses", ha augurado.
Los presupuestos del Gobierno
El secretario general de Junts ha dicho que a su partido no les ha gustado la presentación de los presupuestos del Estado y ha considerado "imprescindible" que las cuentas incluyan tres cosas: un fondo covid que garantice entre 1.500 y 2.000 millones de euros para Catalunya en inversiones en salud; una actitud diferente con los fondos europeos y garantías de ejecución de lo que se acuerde.