Catalunya y el independentismo han desaparecido de las decenas de folios que este martes Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo han cargado hacia dentro del hemiciclo del Senado. El presidente del Gobierno y el jefe de la oposición se han enfrentado en un debate en la cámara baja que ha servido para inaugurar la campaña electoral del 28-M; un mes antes que se celebren las elecciones autonómicas y municipales en el Estado. Solo Feijóo ha mencionado una sola vez la palabra "independentismo", para criticar los pactos de Sánchez con ERC y Bildu para mantener viva la legislatura.

La gran protagonista del debate ha sido la economía. Concretamente, la vivienda. Todo porque el presidente del Gobierno ha optado por hacer su tercer anuncio sobre vivienda en diez días: ha explicado que el ejecutivo construirá 20.000 nuevas viviendas públicas en terrenos del Ministerio de Defensa. Ahora bien, La Moncloa no concreta donde están ubicados estos terrenos en el Estado, cuántos hay en cada comunidad autónoma, ni siquiera cuando se iniciarán las obras de estas viviendas.

Ante este anuncio, Feijóo ha hecho uso del comodín competencial para tumbar la propuesta de Sánchez. Según el líder del PP, el presidente socialista no podrá cumplir con su promesa porque la vivienda "es competencia de las comunidades autónomas". Haciendo uso, también, del imaginario católico, ha ironizado sobre los anuncios continuados de Sánchez en materia de vivienda asegurando que "parece el milagro de los panes y los pisos". De la misma manera, Feijóo ha introducido a los okupas en la cámara alta, asegurando que, si el popular llega alguna vez a La Moncloa, aprobará leyes para desahuciar de forma exprés (en menos de 24 horas) a aquellos que ocupen un inmueble.

Esta vez, sin embargo, Ione Belarra ha salido en defensa de Sánchez. En declaraciones en los pasillos del Congreso, la líder de Podemos y ministra de Derechos Sociales ha acusado a Feijóo de crear "un problema allí donde no hay". Según la secretaria general de los morados, los discursos duros con los okupas generan "aporofobia".

"Peripatético" y "manipulación" de las urnas

Los dardos más envenenados han aparecido en las réplicas. Sánchez ha tildado de "peripatético" que Feijóo fuera a Bruselas a criticar las políticas económicas del Gobierno. "No sé si eso le viene grande o le queda lejos", le ha dicho el socialista al popular, confiado en que los cara a cara en la cámara baja benefician más al PSOE que al PP. De la misma manera, ha lamentado las críticas de Feijóo a la Cumbre Iberoamericana mientras el líder popular compartía mitin con una "telepredicadora que considera la homosexualidad una enfermedad". "Al día siguiente yo estaba con varios jefes de estado y usted bailaba una mezcla de merengue y reguetón", ha añadido.

En su réplica, Feijóo ha acusado a Sánchez de "manipular" las urnas en un intento de votación en el Comité Federal del PSOE del 1 de octubre de 2016. De la misma manera, ha asegurado que Sánchez "no está a la altura" de un presidente del Gobierno como es debido. "Mi objetivo es derogar el sanchismo", ha llegado a decir al jefe de la oposición en su enfrentamiento con el presidente del Gobierno.

El postpartido

Una vez acabado el debate, que ha durado alrededor de tres horas y que ha generado más enfrentamiento que contenido, las dos partes han valorado sus sensaciones en los pasillos del Congreso. El entorno de Feijóo se ha mostrado bien claro y, en referencia al anuncio sobre vivienda, ha manifestado que "en el PP no colocamos urnas detrás de las campañas". El núcleo más duro de Génova manifestaba también que Feijóo "sería incapaz de comparecer sin decir nada".

"Es preocupante la absoluta incompetencia de Feijóo", se decía en el otro lado de los pasillos. La sala de máquinas de La Moncloa, en cambio, lamentaba así el discurso "flojo" del líder popular y ponía en valor la "frescura" y "el orden" del discurso del presidente del Gobierno.

ERC y Junts se quejan de Rodalies y el déficit fiscal

A pesar de la obstinación de Sánchez y Feijóo para evitar Catalunya, ERC y Junts se han encargado de poner sobre la mesa las cuestiones más espinosas. El portavoz de los juntaires, Josep Lluís Cleries, ha recriminado al Gobierno que “no haya hecho ninguna propuesta política positiva para encontrar soluciones en el conflicto político catalán”. “Estamos llegando al final de la legislatura que, para nuestra nación, está perdida”, ha explicado Cleries, que ha recordado al presidente español que arrancará la presidencia española habiendo incumplido la promesa “que se pueda hablar en catalán en el Senado”. En esta línea, Cleries ha subrayado el déficit fiscal en Catalunya que, a su entender, “es una realidad incontestable”. Además, se ha preguntado “por qué los 7 millones y medio de catalanes tienen que subvencionar al Estado español con 21.000 millones de euros”.

A su vez, la portavoz de Esquerra, Mirella Cortés, ha reclamado el “traspaso integral” del servicio de Rodalies a la Generalitat. “La infrafinanciación crónica y la incompetencia mostrada por la gestión gobierno del Estado se traduce en trenes que no llegan, retrasos como norma, averías y un estado paupérrimo de las infraestructuras”, ha reprochado la republicana, que también ha reclamado la resignifación de la comisaría de la vía Laietana como un “espacio de memoria”. Para acabar, ha reiterado que la ”asignatura pendiente” es el referéndum, que “tarde o temprano tendrá que dar respuesta”. Ahora bien, unos y otros han coincidido en criticar los anuncios del ejecutivo español en materia de vivienda recordando que no se sabe “ni dónde ni cuando” se harán los pisos sociales.