El diálogo es "necesario" para resolver el conflicto político catalán. Eso sí, estará "siempre dentro de la Constitución". Así se ha comprometido Pedro Sánchez, en un debate muy crispado por las constantes interrupciones y gritos de la bancada de la derecha. Este martes, el candidato a la investidura, que se somete a la segunda votación, ha instado a "votar" según el criterio de cada diputado, pero ha reclamado no generar más crispación. "Eso también es patriotismo", ha concluido.
De los diez minutos de su intervención de este martes delante de la cámara baja, a duras penas medio minuto han sido dedicados a la cuestión catalana. "Viviremos un tiempo de diálogo, de un diálogo necesario para superar los contenciosos territoriales", ha defendido el secretario general del PSOE. No obstante, ha aclarado, "lo haremos siempre dentro de la Constitución, velando por la integridad, las diferencias, en base al respeto, trabajando por el bien común".
Gran parte del discurso se ha dirigido contra la derecha, que no ha dejado de interrumpir entre gritos su discurso en el hemiciclo. "Es preferible que acepten el resultado; habrá un gobierno de coalición progresista", ha insistido en varias ocasiones durante su parlamento. "Comprendo su frustración, pero acepten su realidad, que es que perdieron", ha reiterado. Ha denunciado un "clima tóxico" que hay que superar.
Ningún diputado ha faltado a la cita clave de este martes, la segunda votación, donde hacen falta más síes que noes. El margen de error es muy pequeño: sólo dos votos de diferencia, 167 contra 165. El fantasma del tamayazo sobrevuela el Congreso de los Diputados. Simancas, principal víctima de aquella jugada sucia, sabe perfectamente qué está en juego.