Los números son muy tozudos para todo el mundo, menos para Pedro Sánchez. Al menos públicamente, el presidente español insiste en negar la mayoría independentista surgida de las elecciones del 14-F. Hoy, durante la sesión de control en el Senado, ha vuelto a apostar por un gobierno en minoría, el del PSC y los comunes, que necesitarían de la implicación de ERC para que saliera adelante. Ha apelado a trasladar al Palau de la Generalitat el mismo modelo que en La Moncloa. De hecho, el dirigente socialista también ha aprovechado para destensar la relación con Unidas Podemos, mostrándose "satisfecho" con el año de gobierno de coalición en el Estado.

En su respuesta a la senadora de los comunes Sara Vilà, el presidente del Gobierno ha reivindicado la victoria del PSC en las elecciones del 14-F y ha considerado "poco razonable" que se reedite de nuevo la fórmula entre ERC y JxCat, un "gobierno que ha resultado fallido". Por eso, ha defendido una nueva fórmula, con los socialistas y los comunes de la mano, pero sin los republicanos como le ha pedido Vilà. Ha quitado importancia a los números, recordando que el gobierno central también está en minoría. "¿Por qué no puede ser una fórmula que podemos exportar a la política catalana?", se ha preguntado el mandatario socialista.

Pero parecen unas palabras más bien para la galería. Sin ir más lejos, Pedro Sánchez también ha pedido al nuevo Govern de la Generalitat, dando por hecho que ellos no estarán, que "hable con la otra mitad de catalanes", la no independentista. El presidente español ha dicho que "respetará la legitimidad del gobierno que salga" y dialogará para buscar soluciones al conflicto. Dicho esto, ha puntualizado que, aparte de un conflicto entre Catalunya y el Estado, también hay un conflicto "dentro de Catalunya".

 

 

El presidente español ha cargado contra el independentismo, al que ha acusado de no tener proyecto más allá de la "melancolía". En este sentido, ha señalado que "durante la campaña no hemos visto a ningún líder independentista sacar a pasear la DUI". En cambio, ha contrapuesto, "ahora vuelve a salir durante las negociaciones para ver quien es más independentista". Y ha concluido al respecto: "Es que no han aprendido nada".

En su intervención, Sara Vilà ha apuesta por otra fórmula, la del tripartito de izquierdas, incluyendo a Esquerra Republicana. Y ha propuesto cuatro soluciones para resolver las diferentes crisis que vive Catalunya: la liberación de los presos políticos; la salida de la crisis generada por la pandemia en clave ecológica; la mejora del autogobierno y un nuevo sistema de financiación, y un nuevo "pacto entre Catalunya y España". En este último punto ha propuesto una ley para la celebración de referéndums, como la ley de la claridad del Canadá.

Destensa con Podemos

Ante los ataques de la derecha contra Unidas Podemos, que ha calificado de "suposiciones y ficciones", Pedro Sánchez se ha mostrado "satisfecho con el gobierno de coalición" durante este largo gobernantes juntos. Ha querido destensar las relaciones después de semanas de fricciones. Ha subrayado que es la primera experiencia al ejecutivo central. "Es cierto que somos dos fuerzas distintas, que provenimos de culturas políticas distintas, pero nos unen más cosas de las que nos separan", ha defendido el dirigente socialista. Esta agenda compartida es "la salud, el empleo y la protección social". Ante su minoría parlamentaria, ha vuelto a reclamar "sentido de Estado" tanto al PP como a Ciudadanos para que abandonen la extrema derecha.