La pitada al presidente de Esquerra, Oriol Junqueras, durante la manifestación del sábado y en la previa desde el Fossar de les Moreres, han representado la imagen más insólita de esta Diada. A pesar de todo, la expresión no deja de ser un derecho democrático y el secretario general de Junts, Jordi Sànchez, lo ha querido subrayar: "Que la gente se exprese no me molesta, aunque el objetivo incluso sea yo. Una pitada no es una falta de respeto e, incluso, alguna palabra gruesa que no es agradable y nos podríamos ahorrar, tampoco demuestra que la sociedad esté dividida", en declaraciones a Ràdio Estel.
Sànchez ha recordado que también se han escuchado silbatos contra el cantautor Lluís Llach, el presidente de Òmnium Jordi Cuixart o la presidenta de la Assemblea, Elisenda Paluzie: "Hay gente enfadada y lo entiendo. La obligación nuestra, en este caso la mía, es evitar que la frustración arraigue en el independentismo y para hacer camino y resolverlo, no se pueden dar falsas expectativas". E insiste para cerrar filas: "La gente se expresa como buenamente puede y las pitadas y broncas forman parte de eso".
Con respecto a la mesa de diálogo, la ministra de Transportes, Raquel Sànchez, ha confirmado esta mañana que se sabrá el día y la hora exactos "en las próximas horas". Pero faltan muchos detalles por concretar a los cuales incomoda la parte del Govern catalán. El ejemplo que más molesta es el interrogante que cierne sobre la asistencia del presidente español, Pedro Sánchez: "No es un tema menor. No sabemos todavía quién habrá y ya dijimos que configuraríamos definitivamente nuestra representación cuando nos expliquen su agenda. No nos deja de sorprender que no hayamos visto ningún documento de planificación a falta de pocos días", asegura el secretario de Junts.
A pesar de todo, Jordi Sànchez remarca que Junts no faltará a la cita: "Nosotros iremos pero si la ausencia del presidente español se confirma, será una pésima noticia". Más allá de los protagonistas, de los quienes asegura que tampoco son "lo más importante", pide centrarse en "la actitud" de los que vayan: "Uno de los riesgos de esta mesa es que acabe siendo una especie de traspasos entre gobiernos. La fotografía no puede volver a repetirse y convertirse en una especie de comisión mixta. Para abordar temas competenciales, ya están sus marcos correspondientes".
El secretario de Junts pide "no esconder el conflicto político" y asegura que, más allá de la mesa, el tema más reciente sobre la suspensión de la ampliación del Aeropuerto del Prat "no está rota". Sànchez apuesta por "recuperar la musculatura de este aeropuerto pero en ningún caso con la afectación de la laguna de la Ricarda". Y lo ve factible, incluso plantear "posponer el DORA" con qué se aprobaría el proyecto: "No sólo nos quedan veinte días. Y Catalunya no se puede dejar perder esta inversión".